sábado, enero 29, 2011

La defensa de Sabino



“Hasta ahora no sabemos nada del suceso de este caso, porque yo como cacique también estoy herido. El señor Olegario dice ahorita que él no fue, y para nada, nosotros estamos aquí presos como cualquiera.


El problema no fue por ganado. Yo mandé a un miembro mío, de la comunidad de Chaktapa, a comparar cosas hacia Guamopamocha. Pero allá ellos tenían conflictos antes y le cayeron a coñazos a los dos muchachos con puro puño. Primero, cuando los muchachos regresan hacia la comunidad de Chaktapa, ellos nos explicaron que el mandado fue malo porque les cayeron a coñazos, yo les pregunto que por qué ellos tenían conflictos con ustedes. El muchacho Gatu que está aquí, que se llama Alexander, tenían conflictos antes con ellos, más discusiones y peleas.


Bueno, yo dije: vamos a resolver este problema con el cacique Olegario, que está preso aquí. Total que nosotros nos vamos hacia la comunidad Guamopamocha y era verdad que ellos se habían agarrado con los muchachos. Se agarraron con Ebert también, algunos miembros de Olegario se agarraron con Ebert. Yo estuve diciendo que no pelearan, aguantando pues.


Nosotros íbamos caminando, diciendo: esto no se va a solucionar así. En esto viene otro muchacho que se llama Dado, encima mío, a coñacearme, me defendí a puro puño, yo dije: no nos agarramos más a coñazos, yo dije: ya, está bueno ya, nos vamos. Allí no hubo nada, ni tiroteo ni nada. Nosotros caminamos después como 30 metros a las siete de la noche y siento tiros. Siento el tiro, me caí, entonces el señor Ebert se puso a disparar por allí. Yo me caí. Estuve caminando por el pajonal, tenía bastante sangre. Otro tiro le cayó a los muchachos. Nosotros seguimos caminando y Ebert se puso a disparar hacia ellos. No se sabía quién disparaba de aquí para allá. Eso estaba oscuro. Yo sí aclaro bien, que Ebert tenía escopeta. Murió con su armamento.


Los hechos se produjeron en la cuenca del Yaza, que es donde estamos nosotros. Allí se produjo el intercambio de disparos. Yo fui herido, la hija mía, un sobrino mío de 12 años, y el muerto Ebert. Ebert muere allí con ellos, disparando. Le cayó plomo, pero el señor aguantó. Él me gritó: Sabino, me jodieron, me mataron, pa hacerse el grito y dijo esto, muriendo. Había mucho tiro. Yo no entiendo de aquí para allá. Ebert cargaba escopeta, era en la oscuridad ese tiroteo, estaba para cualquiera, eso estaba cayéndole a todo el mundo. Al otro lado estaba Guamopamocha, el cacique de allí es Olegario. Alexander pertenece a la comunidad de Kuse, tiene cacique. En el momento de los hechos Alexander estaba conmigo. Yo no sé nada de la muerte de Mireña, yo estaba caminando por el pajonal. Ebert muere en el momento del tiroteo, de los disparos de ambos.


Nosotros seguimos caminando, llegamos hasta Chaktapa, estábamos pidiendo auxilio. Yo estaba herido y con los muchachos heridos. No había ni carro. Yo llamaba a la defensoría del pueblo para que mandara una ambulancia. No yo, perdón, era mi señora la que hablaba por teléfono. La ambulancia no llegó. No llegó nada. De allí, amanecimos allá en la comunidad de Chaktapa. A las 12 llegaron mis familiares, un grupo como de dos camiones de yukpa. Ellos nos recogieron, llegamos al río Yaza. Me dijeron los caciques que yo no podía viajar a Maracaibo porque estaba siendo buscado por muchas autoridades como la PTJ, DISIP, la guardia. En el río Yaza me bajé. Me dijo un cacique que se llama Jesús Terán: quédate, hay muchos problemas en contra tuyo. Total que dije: si vamos a resolver este problema, pregunté: ¿cuál es el problema? Le pregunté yo mismo al cacique: ¿qué problema hay contra mío? Me dijo: Te están echando robo de ganado, de queso, de cochinos, de animales… Entonces le explico: señor Jesús Terán yo no me mantengo robando, yo soy cacique yukpa, agricultor. Trabajo sembrando yuca, también si quieren, revisen los potreros del monte. Si primero los muchachos se llevaron ganado, eso se le devolvió a los guajiros. Para culparme a mí, llevaron el ganado donde yo estaba. Eso se ha hecho. Ya el ganado lo tiene el mismo dueño.


Por radio Fe y Alegría se estaban escuchando muchos rumores, que había robo de animales, de yuca… Eso lo tiraron por la radio, todo me lo ponían a mí. Me ponen todo eso porque yo estoy luchando por el territorio ancestral desde 1982. Estoy luchando por el territorio y todos los ganaderos de aquí de Machiques me tienen arrechera, porque estoy rescatando tierras ancestrales.


Estamos rescatando las tierras para recuperar las comunidades, para beneficiar a las comunidades más olvidadas por el gobierno nacional, y también del gobierno que pasó. Nunca han ayudado a los yukpas que viven en las montañas.


La historia de lucha por el territorio, por la demarcación de las tierras, viene desde 1982. Los yukpas en estos tiempos del 2000, estamos aprovechando la presidencia de la República que está en Caracas, en Miraflores, para que nos ayude en el caso del territorio y tierras ancestrales, para ubicar a los indígenas que están olvidados por el gobierno tanto regional como nacional.


Hasta ahorita no se oye la demarcación de tierra. Los ganaderos quieren cortar mi cabeza. Yo estoy por muerte, me buscan en diferentes partes. Tengo dos años que no bajo para Machiques, no me dejan comprar arroz, fideítos… Los ganaderos me tienen arrechera por buscar la demarcación de tierras, no puedo ir a Maracaibo, Machiques, Caracas. Tengo que estar allí no más.


Hasta ahorita le digo que me encuentro como secuestrado. Yo mismo me trasladé al Hospital Coromoto, allí me agarró la PTJ, me sacaron con camisa y pantalón, así, para hacerme maldad, un pantalón de hospital no más. Del Coromoto me llevaron para el Hospital Militar. Me dijeron allí en el Hospital Militar que el que manda es el coronel Camacho. Me sentía mal en el Hospital Militar, me estaban mamando gallo. Allí la guardia me mamó gallo: que aquí está el famoso Sabino, que hay que matarlo, descuartizarlo, hay que violar sus mujeres, todo eso. Me decían que me iban a coger a mi señora, que me iban a meter para el río, me ponían la pistola de noche, me decían bueno pa matarte, porque era el famoso ladrón. Me arreché en el Hospital, me vine, me salí de allí. Me vine por emergencia, por mi señora.


Muchos caciques yukpa necesitan mejoramiento. Ya los yukpa necesitan vivir bien, estudiando, ampliando las tierras, trabajando en terrenos amplios o desarrollando la comunidad de pueblos indígenas… que se desarrolle el trabajo, estudio, vivienda, las producciones como malanga, topocho, maíz, ñame, eso es lo que yo explico, entonces como ven ustedes esto, entonces a mí me tienen arrechera.


Hace 27 años de lucha, de mandato, decimos que todos los yukpa piensen pues en rescatar el territorio para ampliar las comunidades o hábitat de pueblos indígenas. Ya ahorita estamos rescatando para tener ambulancias, carreteras vía penetraciones, escuelas en las comunidades, ayuda del gobierno, o vivir cerca del watia para cualquier emergencia: picazón de culebras, niños enfermos, mujeres muriéndose. Todavía los yukpa vivien comiendo malanga con sal, si no hay sal comen malanga sola, no tienen vía de penetración a la montaña, no tienen ayuda del gobierno. En la parte del Yaza hay yukpas sufriendo, como 27 comunidades. Repito, ellos comen malanga con sal, si matan monos, comen mono con malanga, si agarran lapa y cachicamo, comen malanga con cachicamo, esa es la problemática que hay que resolver.


Nosotros los yukpas, en la ley de yukpas, vamos a resolver entre nosotros. Esto lo cargo yo: la ley orgánica. Nosotros tenemos nuestra ley cuando los problemas son entre yukpas. Se habla con el señor, y si no fuiste tú, o yo no fui, se busca al señor, se sanciona, y que pague multa en la comunidad.


Yo no estoy de acuerdo con estar preso en los tribunales penales por este proceso. Esto es pura mentira, porque nosotros somos yukpa, tenemos diferentes costumbres, nuestras sanciones, nuestras policías, varios caciques para sancionar en Shirapta, Toromo, Ayapachina, Guasaza, Campa, Tokuko, Camera, Río Yaza… bueno, no menciono más porque hay bastantes caciques que tenemos que reunirnos. Si el miembro mismo sanciona la comunidad o a fuerza otras comunidades, hay que escoger muchas comunidades para sentarnos a hacer una Asamblea y sancionar a la persona que disparó. Eso dura dos días para sancionar, viene ese y queda detenido. Se pregunta quién fue el que se fue o se escapó para Caracas, lo buscan y lo traen hasta aquí, hasta que aparezcan las personas que disparaban contra los mismos pueblos. Las sanciones que se le imponen al pueblo son multas, sembrar yuca, limpiar patios, sembrar malanga. Si tiene animales se le quitan los animales, si tiene vacas se le quitan las vacas, si no tiene nada tiene que estar allí trabajando para el cacique, pues este es un delito grande para nosotros.


A nosotros los caciques nos elige la comunidad, y depende de uno, si uno es fuerte para hablar, la comunidad nos escoge señalando, no con voto, nos reunimos y señalan no mas. La elección se hace hablando. En una reunión que hacemos señalamos al cacique. Antes tiene que trabajar, tener buena palabra, carácter, expresiones buenas. Se señala a uno solo, no más, no discutimos y no es por votación. No hay varios caciques para escoger. Nuestras funciones como caciques dura en la política yukpa hasta 30 o 40 años. Después de 50 años, el hijo carga con el cargo de su papá. Ahora la política de los watia se está metiendo en las comunidades y los caciques están durando 3 años. El que mande tres años es políticamente de los watia. Yo estoy desde hace años. Los watia reconocen a los caciques por conocimiento. Hay vecinos watia que están viviendo al lado de uno, que ya nos conocen. Ustedes son inteligentes también, el watia que se llama Miguel reconoce al yukpa. Hay caciques en diferentes partes. Ya ustedes los watia deben conocer a una comunidad de yukpa, hay que reconocerla. A los caciques nos reconoce la misma comunidad, nos reconoce por nuestro territorio. Todavía esta demarcación está en pelea porque el organismo competente tiene que ser watia.


Queremos estar cerca de los watia, pero sin tenerlos dentro de las comunidades. No convivir con watia, puros yukpa allí. Mi sentimiento dice que hay que convivir con puro indígena para no terminar con la cultura. Ahora se está terminando la cultura, queremos vivir puro yukpa para que haya respeto, para que el watia no esté dentro del territorio, para terminar estas acusaciones. Los yukpa no roban, pedían más bien. Nosotros tenemos límites, entre comunidades, marcamos. Por ejemplo, Shirapta tiene un límite marcado hacia otras comunidades. Hay que respetar el límite de cada comunidad, y así se quiere hacer con los watia: que el watia respete el límite con los yukpa, por donde va la demarcación, que el gobierno pague bienhechurías, para que salga de allí, para no terminar la cultura, costumbres, baile del yukpa, canción del yukpa, para no terminar de comer mono, cachicamo, para no terminar con las costumbres ancestrales: comer socalar, comer caracol, sembrar yuca, malanga, frijol, Kiochomcho. Como en Bolívar, ya allí demarcaron la tierra, aquí en el Zulia queremos marcar igualito.


Yo tengo entendido que los yukpa hoy en día necesitan su territorio, y estamos buscando la forma de quién va a reconocer a los ganaderos, los parceleros. Yo creo que es el presidente de la República el que le pague las bienhechurías a los watia, para terminar con la demarcación de las tierras.


Ese es el problema que yo tengo, no es robo de ganado, de animales, de yuca, si no rescate de tierras, y seguiré luchando hasta la muerte”.


FUENTE: Circuito Judicial Penal del Estado Zulia. Juzgado de Primera Instancia en Funciones de Control- Municipio Rosario de Perijá. Villa del Rosario, 23 de Octubre 2009. 199º y 150º. Acta de Continuación de Presentación de Imputados. Causa Nº 1C-3984-09.



lunes, enero 24, 2011

El juicio simulado contra Sabino y Alexander ya no se sostiene por si solo

foto: noticias24.

Al declarar inadmisible la recusación de Sabino por orden de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, vuelve el abogado Fiscal 40 Víctor Raúl Valbuena, aspirante a Fiscal Superior del Zulia, para tratar de levantar el juicio que el abogado de los ganaderos de GADEMA Alfonso Chacín y los fiscales Américo Rodríguez y Lenin Terán solos no han podido soportar, pese a las ayuditas del Juez Antonio Moreno Matheus.

Recordemos que este fiscal fue varias veces protestado públicamente y en las puertas de la Fiscalía de Maracaibo por haber engavetado el expediente donde se acusaba al presunto propietario de la hacienda Kusare (hoy comunidad Guamo Pamocha) Alejandro Chávez Vargas (miembro de la familia Vargas quien hoy le paga al abogado Alfonso Chacín la defensa del Cacique Olegario Romero), de haber asesinado José Manuel Romero, padre de Sabino; sólo trató de retomar el caso cuando el mismo Ministro Tareck El Aissami se lo ordenó públicamente unos días antes de la refriega del martes 13 de octubre de 2009.

Pese a que eran siete fiscales nombrados desde Caracas para acusar a los tres dirigentes yukpas y simular un juicio cuyo formato conllevara a condenar sólo a Sabino y Alexander, la pieza jurídica acusatoria resultante está llena de incongruencias donde la mala fe de los fiscales, coordinado por el aspirante en el Zulia a Fiscal Superior, quedan visibles.

Múltiples contradicciones se pueden extraer, tan sólo algunas de ellas. Las acusaciones fueron montadas de las pruebas recogidas por los funcionarios del CICPC un día después de los hechos y a partir de la visión interesada de los testimonios de los familiares de Olegario Romero, quienes además entre ellos entraron en múltiples contradicciones, por ejemplo, Olegario Romero aseguraba que “Sabino portaba una escopeta pajiza automática de pavón negro” (Folio 351) y su sobrino Anibal Romero, quien supuestamente fue el primero de ser sorprendido cuando se encontraba solo en la vaquera por Sabino y su gente armada contestó “SABINO tenía una escopeta doble cañón, cacha de madera color marón, creo que era calibre 12 y también cargaba una pistola pequeña de color negra en el bolsillo” (Folio 365); según Olegario Romero, Alexander (a) “Gatu tenía una pistola negra” y Anibal Romero asegura que “GATU cargaba una escopeta con cacha pequeña negra tipo pajiza calibre 12” (Folio 366). Así mismo, Anibal afirma que se cayó a golpe con Ever en la vaquera (Folio 464) y su mamá Isabel Romero, hermana de Olegario, cuñada de Sabino “(…) yo si estaba cuando SABINO se cayó a coñazos con mi hijo ANIBAL (…) GATU tenía una escopeta larga de color marrón” (Folio 176).

Cuando los funcionarios del CICPC intentaron subir con la GNB el mismo día al lugar de los acontecimientos ni ganaderos ni grupos de yukpas le permitieron el acceso. Y los testigos cambiaron la versión de los hechos expresados en octubre de 2009 con respecto a la realizada en Trujillo, tal es el caso del menor de 15 años Eddy Romero, único testigo presencial de las heridas que le ocasionaron la muerte a Nireña Romero (Mireya o Mireña) esposa de Alexander y hermana de Olegario.

Al CICPC le dice Eddy el 14 de octubre de 2009, al otro día de los hechos: “Yo venía bajando del Tukuko en bestia junto a mi tía de nombre Mireña Romero, ayer a eso de las siete de la noche ya estaba oscuro, después que pasamos la comunidad indígena Chakapa antes de llegar a la comunidad Guamo Pamocha, escuché un tiro, y en eso se nos atravesó SABINO, con sus dos hijos y los tres hijos de Anita, me agarraron el caballo para que no me fuera, vino mi tía y se bajo de la bestia, entonces el que era marido de mi tía a quien apodan GATU me dio un cachazo en la frente con una escopeta, después que me dio el cachazo me bajé del caballo, después GATU apuntó a mi tía con la escopeta, entonces uno que le dicen PURIMA (Ever) y se atravesó para que GATU no la matara a mi tía, porque tenía un bebe en la barriga, creo que le dio a PURIMA, entonces GATU le disparó a PURIMA y lo hirió en el pecho, después mi tía corre y mira para donde estoy yo, entonces GATU le disparó a mi tía y la hirió en el pecho, yo veo que GATU le pega el tiro a mi tía, después yo corro atrás de mi tía porque yo veo que va caminando poco a poco, cuando le vi la sangre en el pecho, yo la llevé pa la comunidad indígena Guamo Pamocha, después vino un camión 350 a Guamo Pamocha y se llevó a mi tía y otro herido que estaba allí que no sé ni siquiera de donde salió pa el hospital, después de eso no sé más nada de los que pasó, es todo. (Folios 177 y 178)”.

El 19 de octubre de 2009 en el CICPC declaran los testigos: a) Elixia Romero Romero, una prima de Eddy Romero “(…) después el mismo GATU le dispara a EVERT, pero un poco más retirado de donde estaba NIREÑA, todo esto me lo contó mi primo, es todo” (Folio 319), b) Reinaldo Valbuena Yolde “(…) Después Eddy me contó que ellos se encontraron con el grupo, donde GATU, que es hijo de Anita y andaba con el grupo de Sabino le apuntó a MIREÑA para dispararle por lo que EVERT se metió por el medio para defenderla y fue cuando recibió el tiro, sin embargo GATU aún así le disparó a MIREÑA y la mató” (Folio 322), c) Anggi Josefina Hernández Mendia “NOVENA PREGUNTA: Diga usted, ¿ Tiene conocimiento quién o quiénes fueron los responsables de la muerte de EVER y de MIREÑA, y de herir a los niños mencionados que menciona?. CONTESTO: Según los comentarios entre los yucpas a EVER lo mata uno de los hombres de SABINO a quien mencinan como “GATU”, y dicen que fue porque se metió a defender a MIREÑA.” (Folio 326), d) Doria Romero NOVENA PREGUNTA: Diga usted, ¿tiene conocimiento que le sucedió al ciudadano que menciona como Evert? CONTESTÓ: Nosotros no sabemos, pero los muchachos que venían con Mireña nos dijeron que el se metió a defenderla y por eso le dispararon” (Folio 334), e) Frendemar José Primera Chourio “Evert cargaba un escopeta grande doble cañón, no sé el calibre, uno que le dicen Gatu, también cargaba una escopeta calibre doce, y según en la comunidad él fue quien disparó a Gode (Mireña) y a Evert y los mató” (Folio 140) (…) DECIMA NOVENA PREGUNTA: Diga usted, ¿quién le dio muerte a la persona que menciona como Evert Romero? CONTESTÓ: Supuestamente según lo que escuchaba en la comunidad de Guamo Pamocha fue GATU y mató también a Gode que había sido su mujer pero se habían separado” (Folio 341), f) Dionicio Romero Romerto “(…) a los diez minutos llegó a la comunidad un muchacho que se llama EDDY ROMERO, el nos dijo que él venía por el camino con una muchacha que se llama MIREÑA, pero uno de los de SABINO que se llama EVER se opuso entonces: SABINO le dijo a GATU dispararle a él también porque ese sapo después nos va echar paja, y vino GATU y mató a EVER después disparó a MIREÑA y a EDDY le dio en la cabeza” (Folio 360), g) Anibal Romero Romero “(…) luego SABINO y su gente se fueron, pero como a la media hora se escucharon otros dos disparos y al ratico llegó mi hermano EDI ROMERO a la casa corriendo, con un golpe en la frente, diciendo, que cuando venía de regreso del TOKUKO, se encontró en el camino a SABINO con su gente, este le bajó de la yegua en la que andaba junto con MIRELLA, le dio con la cacha de la escopeta en la frente mientras que GATU se acercó a MIRELLA y le dijo, vos no vas a ser ni pa mi, ni pa nadie y le disparó un tiro de escopeta en el pecho, luego EVERT Romero quien andaba en el grupo con SABINO, como que se molestó porque le habían disparado a una mujer y GATU también le dio un tiro y lo mató, es todo” (Folio 365),

Un año después cambia los hechos, el 30 de noviembre de 2010 cuando Eddy Romero declara como testigo en el Tribunal Penal de Justicia de Trujillo afirma: “Nosotros veníamos de la Misión del Tucuco salimos a las 5:00 de la tarde venían Marilín y Edixon, ellos nos pasaron, venían adelante, venían en cuatro bestias, venía Mireya, Juan Taxito y Edixon, veníamos llegando y nos pararon pero yo seguí adelante, yo escuché un tiro, yo venía corriendo, después me rodearon un grupo Sabino, Alexander y otros; Sabino se fue a agarrar la yegua, Mireña se baja del caballo, y me dice Sabino bájate del caballo y Sabino le dice a Gatu bájalo del caballo y me da con la cacha de escopeta, Ever se mete con Mireya y él le dice a Sabino con mujeres no te metas y Sabino le dice a Ever este no es problema tuyo, Ever siguió por el camino y Mireña intenta correr y voltea a ver que me están haciendo y Gatu le dispara a Mireña y ellos se fueron, como a los 15 metros que veo que van ellos me le pego atrás a Mireña pero ya está jodía y en el camino se me cayó y me dijo que ya estaba lista, fui a buscar a Irrael para que me ayudara y la llevamos para la comunidad ahí estaba toda la comunidad, yo me acosté después porque ya me dolía la cabeza, es todo” (Folio 1267).

El testigo Eddy Romero aclara que Ever no disparó ni nadie le dispara, cuando el abogado Ricardo Colmenares defensor de Sabino y Alexander, le pregunta sobre este particular y afirma: “yo no vi a la niña Marilín Romero; yo supe que la niña Marilín salió herida al siguiente día; yo me enteré al siguiente día que Edixon estaba herido; yo no vi a Marilín ni a Edixon con Sabino; yo no vi quien disparó a Ever; Ever no le disparó a nadie cuando se me atravesó en el camino” (Folio 1268).

Cuando le pregunta el abogado Alfonso Chacín es cuando Eddy aclara que fue por orden de Sabino que Alexander le dispara a Mireña: “cuando regresábamos estaba bajando con nosotros Alida, Mireña, Edixon, Juan Tácito y Yoleida; íbamos en 4 bestias; nosotros nos adelantamos al bajar porque la yegua estaba recién parida; Sabino manda a Alexander a disparar a Mireña; yo después que llegué me acosté porque me dolía la cabeza” (Folio 1268).

En la versión del 14 de octubre de 2009, al otro día de los acontecimientos, sin la preparación a mentir, le informa Eddy Romero a los agentes del CICPC que Alexander le disparó a Ever en el pecho y a Mireña, es decir Alexander hiere y mata a Ever; en esta ocasión no nombra a Sabino. Con esta versión del único testigo presencial (Eddy Romero) no había manera de sostener la acusación de los fiscales contra Sabino de “HOMICIDIO INTENCIONAL CALIFICADO (POR MOTIVOS FÚTILTES Y CON ALEVOSÍA) EN GRADO DE DETERMINADOR” y esto lo sabe muy bien el abogado de los ganaderos Alfonso Chacín.

Por tanto Sabino no determinó ningún homicidio. Es más policial y científicamente no hay manera de culpar tampoco a Alexander porque la cadena de custodia de su Análisis de Traza de Disparo (A.T.D.) está viciada. Esto tiene muy mal a fiscales y al Juez Moreno Matheus desde que la experta del CICPC entró en abierta contradicción el pasado martes 18 de enero.

A hora vamos a ver cómo va a remendar el capote, salvado por Ortega Díaz, el aspirante a Fiscal Superior del Zulia Víctor Raúl Valbuena.



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miércoles, enero 19, 2011

Nota sobre el caso del cacique Sabino Romero Izarra (V)


Por: Sociedad Homo et Natura

Pocos días faltan para que concluyan las audiencias orales y públicas en la ciudad de Trujillo. Todo indica que las últimas serán los días 24 y 25 de enero, les corresponderá a los caciques Olegario Romero y Sabino Romero declarar ante el juez, los dos fiscales acusadores del Ministerio Público y los abogados defensores. Es muy importante esperar estos testimonios para completar uno de los propósitos centrales que nos hemos fijado al realizar estas reflexiones en torno a las contradicciones encontradas en el documento acusatorio, nos referimos concretamente a la comparación y análisis de los testimonios que consideramos determinantes desde que comenzó el juicio en octubre de 2009 hasta la actualidad. En la nota anterior precisamos las incongruencias observadas en las “actas de entrevistas” del joven Eddy Romero.


Existe un aspecto curioso en los testimonios de los caciques Sabino Romero y Olegario Romero a lo largo del proceso, adelantaremos en esta entrega una constante que nos llama la atención pero que analizaremos detalladamente luego de estudiar el contenido de las últimas declaraciones. El día 13 de octubre de 2009 cuando Sabino Romero llega a la comunidad de Chaktapa luego del enfrentamiento en la comunidad Guamo Pamocha, su hijo Sabino Romero Martínez graba con una videocámara a su padre herido narrando los hechos ocurridos horas antes, este testimonio significa la primera versión de la que se tenga registro. El día 14 de octubre (un día después de los hechos) la televisora local Perijá TV sube a la sierra para recoger información sobre los sucesos y entrevista al cacique Olegario Romero. Al comparar las declaraciones que ambos dieron incluyendo las recogidas por el CICPC y las presentadas en las audiencias realizadas en el Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, con sede en la Villa del Rosario, se observa claramente que la versión de Sabino Romero no ha variado estructuralmente al narrar el orden en el que ocurrieron los hechos. En el caso del Cacique Olegario Romero se observan variaciones que alteran significativamente su versión, estos cambios responden a contextos distintos y a la intervención de ciertos actores: la primera declaración la ofrece al día siguiente de los sucesos en Guamo Pamocha sin intervención alguna de las instituciones del Estado-gobierno y del sector ganadero, la segunda declaración con una versión marcadamente distinta aparece en “el acta de entrevista” del CICPC, la tercera declaración con una posición distinta a las anteriores aparece en la audiencia preliminar en la Villa del Rosario y la cuarta declaración tendrá lugar posiblemente el día 24 o 25 de enero en la ciudad de Trujillo bajo la defensa del abogado ganadero Alfonso Chacín. Entonces veremos cuál es el contenido de la entrevista y la versión de los hechos que aparecerá.

Luego de las audiencias esperadas corresponderá elaborar el análisis de la totalidad de las declaraciones de los caciques, en ese momento precisaremos cuáles han sido las variaciones que advertimos en los contenidos y sus implicaciones.

Al igual que en las notas anteriores dedicaremos el final a una de las contradicciones que observamos en el documento acusatorio donde se explicita el énfasis mal intencionado que ha caracterizado la actuación del Ministerio Público en el proceso:

En las notas III y IV, analizamos cuales son las contradicciones que debilitan las acusaciones por homicidio que se hacen en contra de Sabino Romero y Alexander Fernández. Existen razones de peso para pensar que Alexander Fernández Fernández no disparó en contra de su esposa, por ende, tampoco existió la orden de Sabino para que lo hiciera. En tal sentido, la acusación del Ministerio Público se reduce a dos delitos: el primero es el “Homicidio intencional frustrado con complicidad correspectiva en perjuicio de los ciudadanos Juan de Dios Castro y el adolescente Manuel Segundo Romero” y el segundo delito es “agavillamiento” que en principio se presentó en perjuicio del Estado venezolano y luego al replantear la acusación desapareció el “Estado venezolano” y quedó sencillamente el delito de “agavillamiento”, definiéndolo en el documento acusatorio de la siguiente forma, folio 49: “El agavillamiento consiste en la asociación de dos o más personas con el fin de cometer delitos. Cada una de esas personas se hace acreedora, por el sólo hecho de la asociación, a cumplir una sanción. Se trata por lo tanto de un delito colectivo, que para su consumación se requiere la asociación de al menos dos personas imputables”.

Reflexionemos un poco en la acusación del segundo delito, es decir, el “agavillamiento”. Es un hecho claro y notorio que los imputados pertenecen a la etnia Yukpa, lo que implica necesariamente un trato especial al momento de administrar justicia. Con esto queremos decir, que aun cuando se niega el derecho constitucional de los pueblos y comunidades indígenas a resolver sus conflictos según sus formas y procedimientos bajo la aplicación de la justicia consuetudinaria de cada pueblo, (en este caso negada en primera instancia por la jueza Yudith Esperanza Rojas), no se deben invisibilizar los rasgos culturales que determinan la conducta social de los sujetos, dado que ignorarlos podría acarrear el error de acusarlos por el hecho de ser indígenas. Me explico: la movilización en grupos es la manera natural de trasladarse para el pueblo yukpa, no sólo en las dinámicas cotidianas si no, incluso, para la resolución pacífica de conflictos, es por eso precisamente que Sabino Romero cuando se traslada a Guamo Pamocha lo hace con su familia incluyendo un niño (sobrino) y una niña (hija) ambos resultaron los heridos, sería estúpido pensar que quien se prepara para un ataque armado coloca a los niños en la primera línea de batalla. En el primer testimonio de Sabino se logra escuchar: “yo me fui con todos, con la familia para resolver la cosa como yukpas”. Insistimos, si se hubiese leído el informe socio-antropológico presentado sería más fácil entender la cultura del pueblo yukpa y existirían menos probabilidades de convertir formas culturales en delitos.

Cada día que pasa es más necesario conocer el nivel de información y conocimiento específico del juez Antonio Moreno Matehus en materia indígena, sería muy penoso que este juicio que hoy atraviesan Sabino Romero Izarra, Olegario Romero y Alexander Fernández Fernández se registre en la historia jurídica y política del país como un capítulo infectado de ignorancia e injusticia.

martes, enero 18, 2011

Chacín/Gobierno, una nueva trampa en el juicio simulado contra Sabino y Alexander


Sociedad Homo et Natura

La familia de Olegario Romero Romero por orden de su abogado Alfonso Chacín, también Consultor Jurídico de GADEMA, acompañada por los operadores gubernamentales Caciques Amalia Pérez y Antonio Romero, padre del occiso Ever Romero, en reunión realizada en la comunidad Río Yaza el pasado sábado 15 del mes en curso con la familia de Sabino pretenden conseguir la reconciliación y la paz del pueblo yukpa de la Sierra de Perijá presionando a dicha familia y la de Alexander Fernández Fernández para que acepten de buena gana la presunta condena de sus familiares y la ya posible libertad concertada de Olegario, según Chacín para el mes de febrero, en el Circuito Judicial Penal de Trujillo entre Gobierno/ganaderos.

La familia de Olegario y los operadores políticos pretenden utilizar a todos los Caciques yukpa de la Sierra de Perijá para presionar a las familias de Sabino y Olegario para que acepten una paz condicionada a favor de Olegario y de sus familiares en la Asamblea de Caciques convocada para el sábado 22 del presente mes en la comunidad Río Yaza, donde Antonio Romero es Cacique y Amalia Pérez es la Cacique Mayor del Centro Piloto Kasmera.

Esta paz engañosa, agarra bobo, no puede ser más que la salida falsa a un juicio simulado por el Gobierno para ponerle fin a la resistencia del pueblo yukpa en su lucha por el reconocimiento de su derecho territorial y por tanto de poseer un territorio libre de terceros, es decir de minas y ganaderos.

Existirá paz si hay justicia para todos, no para una familia solamente, en este caso la de Olegario Romero Romero, y por ende de los Vargas que lograrán de esta manera recuperar la hacienda Kusare, y con ella posteriormente Tizina y Brasil, y por qué no la misma Paja Chiquita donde está establecida la comunidad donde Antonio Romero es Cacique.

lunes, enero 17, 2011

El peligro de llamarse Perijá. El peligro de ser el cacique Sabino Romero Izarra

foto: cano

Alineación a la derecha

La lucha que los indígenas yukpas han adelantado por la recuperación de territorio ancestral en el sur occidente de la Sierra de Perijá, Estado Zulia (Venezuela) ha estado signada por un entero desconocimiento, por parte de los ganaderos terratenientes así como por el estado gobierno regional y nacional, de las más básicas necesidades humanas que procuran estabilidad para la vida y, desde la vida, para el mantenimiento de una manera de ser y hacer propias, autónomas que todo pueblo nación indígena reclama para sí.

Revelador es a estas alturas de la historia contemporánea local latinoamericana y caribeña, en pleno año bicentenario donde se conmemora oficialmente en varios países, otrora colonias del imperio español, la declaración de independencia, presenciar cotidianamente en la patria bolivariana una frágil y torpe praxis política en torno al tema del reconocimiento efectivo de derechos a los pueblos y comunidades indígenas que aún reclaman, más allá del reconocimiento constitucional, la justa aplicación, la diáfana concreción del articulado constitucional que les incluye como miembros de la nación venezolana.

La dicotómica e hiriente relación que mantiene a indígenas en gravísimas situaciones humanas en comparación a las grandes atenciones que reciben, en términos de atención institucional gubernamental, los hacendados y terratenientes en Venezuela, y más en específico, en el occidente del estado Zulia sigue manteniéndose desde el ejecutivo regional pues este último es un apéndice de estos grupos terrófagos que ha cooptado el aparato gubernamental de una región concebida desde la productividad mercantilista liberal y la exportación de barriles de petróleo al orbe.

El ejecutivo nacional mantiene una relación más loable en aras de destronar viejos y groseros privilegios a terratenientes y genocidas de los diversos pueblos naciones asentados en la cuenca del lago de Maracaibo sin embargo, más allá del efectismo y la atención inmediatista, signada por urgencias, a comunidades y centros pilotos habitadas por indígenas, logra verse un vacío estructural en la gestión que aborda la dimensionalidad indígena. Prevalece un enfoque anclado en viejas praxis antropológicas donde el indígena no forma parte del nosotros sino de una otredad que, si bien es indómita y no se amolda al ideal homogenizante del “progreso” nacional tampoco tiene la suficiente fortaleza para políticamente presentar freno alguno al “avance del desarrollo”.

Resulta ya muy erosivo para el alma tener que estarse debatiendo, en el marco de un país que aspira colectivamente a la construcción de un socialismo democrático, con luces y texturas de nuevo siglo, en contradictorias y penosas maneras de desconocer lo que la constitución nacional que nos dimos propugna sin duda alguna hacia la cosmovisión de nuestros pueblos naciones indígenas. Prevalece en este transicional período de grandes alcances de integración latinoamericana y de pulso contra centros de poder hegemónicos, una visión interna hacia los derechos indígenas que raya en el peor extremo de las ignorancias.

Justo es acotar que no se ignora per se sino más bien se estructura una política gubernamental que mediatice la atención efectista al indígena, que destaque en estadística lo que antes no se hizo y ahora sí, generándose desde este accionar una nula participación, un nulo protagonismo de los voceros y líderes indígenas, de los diversos pueblos naciones pues los mismos, una vez reconocidos a nivel del articulado constitucional del año 1999 delegaron de modo incondicional (lamentable manera de expresar el reconocimiento que el gobierno les hacía en términos de la carta magna) el reclamo constante, el exhorto digno, la aplicación efectiva de justicia a voceros que fueron paulatinamente cooptados por dinámicas electorales y políticas que les fueron alejando cada vez más del reclamo básico que se exige a los que diseñaban las políticas nacionales.

De esto se ha aprendido a lo interno de las comunidades indígenas y el mismo gobierno ha acentuado cambios para tratar de enmendar lo que se ha gestado sin embargo hay aspectos claves de este accionar gubernamental que deben ser evaluadas a la luz de una justa rectificación que permita madurar a estadios más dignos que sin duda, contribuirían a fortalecer la idea de patria bolivariana, de continente bolivariano fortalecido desde la multietnicidad, desde lo pluricultural.

Uno de esos aspectos es sin duda la aplicación de lo que constitucionalmente entendemos como demarcación de territorios indígenas. Este proceso actualmente ha sido evaluado en términos científicos por destacados antropólogos nacionales e internacionales y los resultados son muy negativos toda vez que en este esfuerzo gubernamental por avanzar en el proceso de demarcación se han obviado sistemáticamente los aspectos de la cosmovisión indígena que, no son más que los modos de hacer y amar, de pensar y ser sobre una espacialidad. Por mucho que podamos desenmadejar de este oscuro tránsito a la hora de entregar desde el estado gobierno territorios a nuestros hermanos indígenas venezolanos sigue perturbando la idea y la praxis burocrática que se ciñe a protocolos obtusos y ampliamente desconocedores de la justicia. Entendemos lo que un estado gobierno, proveniente de un modo de ejercer la economía desde el enfoque extractivista, pueda estar evaluando a la hora de ser “exigido” de zanjar derechos territoriales a pueblos naciones indígenas, sin embargo un estado gobierno no debe ser entendido y sí exhortado, movido a reconocer lo que la historia de despojos y de abusos a los derechos humanos hacia los pueblos naciones indígenas ha dejado como saldo rojo en el alma nacional.

Se han logrado sistematizar errores estructurales en todos los planos de acción de las comisiones regionales de demarcación de territorios indígenas que han terminado por destronar los minúsculos objetivos planteados originalmente por el estamento burocrático que sigue centrado en la entrega de rápidas soluciones sin revisar si quiera muchas de las propuestas argumentadas que desde diversos ámbitos: académicos, movimientos sociales, vocerías indígenas se han hecho con contundencia y constancia.

En esta encrucijada para el estado gobierno, donde demarcar de manera justa y por ende entregar territorio a pueblos naciones indígenas demandantes de este derecho consagrado constitucionalmente, y perder control sobre grandes extensiones de tierra y agua donde abundan rubros de estratégica importancia económica, es en la que nos encontramos en pleno siglo XXI en la Venezuela que actualmente eleva vuelo hacia nuevos escenarios donde las relaciones humanas sean otras y no las que dictamine el afán de lucro. Penoso que esta dicotomía no se resuelva de manera efectiva, sin dilataciones, sin mezquindades hacia la necesidad de los que históricamente han puesto su dermis, su idea de mundo a la pólvora y a la discriminación enfermiza de los “poderosos” de todas las horas.

En esta inercia que hereda el estado gobierno de tiempos pretéritos tarda la justicia como institucionalidad (¿será por eso?) en erigirse como garante de la aplicación del articulado indígena. En esta inercia por ser parte de este envión de participación y protagonismo organizado también se abren trincheras de lucha que no todas pueden ser abordadas en su justa dimensión y se corre el riesgo de la dispersión de la fuerza, de los argumento, del exhorto al estado gobierno. En ese sentido, necesario es acotar la lucha franca contra trasnacionales del carbón con apoyo de instituciones corporativizadas de la región zuliana que ha aglutinado una negativa nacional a estas maneras de entender nuestra relación con lo que occidente ha llamado “naturaleza”. De ese pulso con el estado gobierno y las viejas herencias, desde el reconocimiento de esas inercias contradictorias hemos podido arrinconar colectivamente este modo de desplegar el aparato economicista tecnocrático sobre zonas frágiles de biodiversidad nacional.

Este accionar que propugna de manera plural por nuevas maneras de dialogar desde y por la vida y el agua nos ha centrado en el abrazo a toda forma de lucha que reivindique la dignidad atropellada por instancias militares, terratenientes, burocráticas y trasnacionales y en ese sentido, con un proceso de demarcación de territorios indígenas infestado por malas praxis y tendencias productivistas de la vieja escuela capitalista genocida, es que avanzamos en la denuncia del caso Sabino, caso del indígena cacique yukpa Sabino Romero Izarra, como vanguardia que de manera argumentada y sentipensante construye un accionar que desmantela la versión más oprobiosa de racismo y de cobardía gubernamental al dejar caer sobre la lucha de una simple familia indígena y su máximo líder indígena caribe, todo el peso del estado gobierno más sordo y más torpe que pueda imaginarse.

Hablamos del castigo a una lucha, la lucha del cacique yukpa Sabino Romero que pretende recuperar territorio ancestral ante la negativa de una comisión de demarcación de territorios indígenas de evaluar con justicia y sin guión preconcebido, las exigencias humanas para vivir y mantener presencia indígena en territorios en manos de hacendados latifundistas. La sordera gubernamental, la intriga, la dilación en el tiempo contribuyen en todo menos a saciar el hambre física y metafísica de una parte de un pueblo nación indígena que tomó en serio a la emancipación y la dignidad ancestral indígena para tomar lo que es suyo.

De todo este intricado y complejizado asunto sigue prevaleciendo la torpeza y la mala praxis del estado gobierno en el sentido de que, luego de una escaramuza que dejó como resultado dos fallecidos y varios heridos en el sector Guamo Pamocha (río Yaza de la Sierra de Perijá), el día 13 de octubre de 2009, a un día de la entrega de falsos títulos de propiedad social a tres localidades indígenas del país, en la actualidad siguen presos los indígenas participantes de este hecho y se les ha hecho pasar por un fuerte y deleznable proceso de encierro en fuertes militares, alejados en un principio de familiares y amigos, donde la aplicabilidad del artículo 260 de la constitución bolivariana relacionado al la jurisdicción indígena ha sido escamoteado por instancias del poder ejecutivo y judicial.

Hablamos de un caso que el propio estado gobierno, sus autoridades más cercanas como lo son los ministerios de ambiente y de pueblos y comunidades indígenas han manejado con abierta impericia, donde la voz indígena, el accionar y reclamo no ha sido escuchado desde el primer momento y se cosechó, desde la intriga y la ausencia de conciliación, un terrible precedente que empaña ya no solo la praxis de esta comisión regional encargada de la demarcación de territorios indígenas sino la actuación del propio ministerio de interior y justicia así como de las autoridades judiciales y criminalísticas relacionadas con este difícil caso.

Los ganaderos latifundistas siguen enfrentados a la idea de ceder en el plano de las exigencias de esta comisión de demarcación de tierras pues esta comisión no brinda, según declaran los mismos hacendados, las mínimas condiciones que garanticen el pago de bienhechurías por parte del estado gobierno a los que actualmente ocupan estas territorialidades indígenas. Los indígenas siguen, de nuevo, a la saga del anhelo, sobreviviendo desde lo que les queda en sus espacios de vida, mismos que se han visto reducidos en la medida en que aumentan sus demandas poblacionales y los espacios donde vivir se ven limitados y cercados por “propiedades privadas” intocables.

Evidente, de sentido común, a los ojos de todos está este terrible acontecer en suelo yukpa donde familias enteras mantienen relaciones de mendicidad con el estado gobierno que les suple de puntuales ofertas pero que no termina por desmantelar con toda contundencia las desiguales relaciones de poder, de lucha de clases que se mantienen y sojuzga de manera desleal, asimétrica y bochornosa a un cacique y a dos indígenas más sin brindarles si quiera la aplicación de la justicia indígena que la carta magna que mayoritariamente nos dimos promulga.

¿Qué intereses lleva al estado gobierno a dilatar en el tiempo esta acción de justicia que termine de promover mejores condiciones de vida para el pueblo nación yukpa de la sierra de Perijá?, ¿Qué evaluaciones fronterizas relacionadas a la “defensa de la soberanía y bien de la seguridad nacional” prevalecen por encima, se priorizan sin duda alguna sobre el reclamo histórico, el dolor intenso al que han estado sometidos los habitantes de aquellos yukpas no contabilizados por los aparatos de poder y que siguen presos de tensiones y miedos por parte de hacendados terrófagos de la zona?, ¿Qué mineralogía del subsuelo sigue entendiéndose como catalizador económico de la futura potencia bolivariana que eclipsa la sobrevivencia de la cosmovisión del pueblo nación yukpa?, ¿Cuándo la coherencia, el diálogo sano regirá a la comisión de demarcación de territorios indígenas para que sin demora y de manera histórica pase a entregar de una buena vez la tierra para el indígena siempre negada?

Sabino sigue preso en condiciones muy lamentables. Sabemos muy poco de él desde que se le consideró (con milimétrica intención lo sabemos) como “agitador de la comarca”, como el “indio que se negó a conversar”. Para toda aquella persona que aún se devana los sesos en la farandulesca manera de erigir acción política desde las pantallas de televisión o desde la internet es imprescindible comentar, con todo respeto, que en el espacio de vida indígena del pueblo nación yukpa de la Sierra de Perijá, las visiones y haceres deleznables de la derecha más fascista (hacendados, terratenientes, finqueros y militares de alto rango) coinciden con la sordera, la impericia, la torpeza y el silencio del sector de izquierda que desde el decir y el hacer “rojos” nada termina de concretar para establecer el imperio de la ley y garantizar la mayor suma de felicidad posible para nuestros hermanos indígenas, los verdaderos originarios.

Para toda aquella persona que no termina de embonar las piezas del fraseo y que se aturde con notas de prensa diversas, de distinto tono y decibel, sobre el caso indígena que se le viene adelantando de manera muy asimétrica al cacique indígena yukpa Sabino Romero Izarra, al joven wayuú Alexander Fernández y al humillado cacique Olegario Romero, sepa que están en la Cárcel Nacional de Trujillo (andes venezolanos), lejos de la realidad y la geografía que les garantizaría la aplicabilidad de la justicia indígena pues estos graves hechos fueron cometidos por indígenas en territorio indígena.

Atentos y atentas pues debajo de estas acciones de criminalización social, de silenciamiento de los exhortos indígenas dignos, el subsuelo guarda en Perijá mucho de lo que se tranza en Europa sin tanto revuelo mediático. Atentos y atentas pues se nos va la idea de patria liberada de viejas praxis y se nos aburguesa la vida en hipervínculos de poca contundencia y de escaso latido humano.


Nos duele este inmenso acto de sordera por parte de un estado gobierno que cuenta en los actuales momentos con toda una infraestructura para hacer justicia inmediata. Nos atiza este acto de desproporción que golpea duro la humanidad de Sabino Romero Izarra, la de su familia, la de su pueblo.

Todo un continente es la dermis Sabino, toda el agua, toda la fuerza de la hojarasca y el sueño de sembrar hijos y maíz en Perijá en sana paz, sin minería de carbón ni hacendados que laceren la gana de vivir es lo que nos activa desde la palabra y el cuerpo solidario agitado por sudores dignos. Hagamos ruido que imbrique ganas de justicia, despleguemos los colores de la dignidad nacional, nuestramericana y sigamos exigiendo la definitiva aplicación de la justicia indígena en este caso y el cese de este asimétrico e ilícito juicio.



17 de enero de 2011.

sábado, enero 15, 2011

Tierra pal Indio. La Tribu del Güiro Rojo.


importante trabajo para seguir haciendo exhortos y demandas. importante sonoridad sentida para avanzar y seguir desmontando armatostes y discursos que niegan la verdad ancestral, la necesidad actual de justa demarcación de territorios de los colectivos indígenas en el zulia. divulguemos este material, ahí el desafío. paz


domingo, enero 09, 2011

Notas sobre el caso del Cacique Sabino Romero (IV)

El martes 28 de diciembre fue la última audiencia del año. Le correspondía declarar a un funcionario del CICPC, y lo hizo de manera visceral. Sin necesidad de caer en detalles sobre el contenido del testimonio, pasaremos directamente a comentar los rasgos determinantes según nuestra opinión: se manifestó, una vez más, el odio que ha movido a los funcionarios involucrados en este juicio. Es impresionante observar, sin vergüenza alguna, la carga racista con la que se expresó este señor, se hace demasiado evidente la predisposición ante la supuesta culpabilidad del Cacique Sabino Romero, no importa lo que realmente haya sucedido o la búsqueda de la verdad, lo cierto para este señor “ES QUE SABINO SIN LUGAR A DUDAS ES CUPABLE”.

Cuando el Juez le preguntó: ¿usted estuvo presente en lo que describe?, la respuesta fue: no, me lo contaron otros funcionarios. Más allá de la información que pudiera aportar la declaración (la cual carece de toda credibilidad, dado el énfasis desbocado) lo relevante es la forma en que se explicita, el insumo que este señor aporta al análisis no radica en la información sobre el caso criminalístico sino en los determinantes subjetivos que dan muestra del profundo racismo que ha empañado todo el accionar del CICPC y el Ministerio Público.

En la nota anterior explicamos, según las reflexiones que hemos venido elaborando sobre la acusación del Ministerio Público, las actas y las pruebas presentadas, cuáles eran las incongruencias existentes en la acusación que se hace al dirigente wayuu Alexander Fernández Fernández. Trataremos en esta entrega de presentar el marco criminalístico de los hechos imputables por los cuales lo acusan de matar a su esposa embarazada por órdenes del cacique de la comunidad de Chaktapa Sabino Romero.

Como fundamento, utilizan básicamente dos “elementos de convicción”, el primero es la experticia de A.T.D N° 683/09 (Análisis de Trazas de Disparos) realizada por el área de microscopia electrónica del CICPC, donde se concluye que la presencia de Antimonio, Bario y plomo en las manos, implica que efectuó uno o varios disparos; al leer detenidamente el informe del análisis observamos que la prueba no establece ningún indicador temporal del disparo, es decir, que Alexander pudo haber disparado el mismo día de los hechos o una semana antes.

Es necesario agregar en este punto que durante todo el proceso no se consideró el análisis socio-antropológico correspondiente por tratarse de sujetos indígenas tal y como lo demanda la Ley Especial de Pueblos y Comunidades Indígenas. Este “elemento de convicción ignorado” explica claramente cuáles son las técnicas empleadas por el pueblo Yukpa y Wayuu para la subsistencia alimentaria, entre ellas, se encuentra la caza de animales y la siembra. Si por alguna razón fuese posible practicarle la prueba de A.T. D a todos los habitantes de la Sierra de Perijá es altamente probable que todos, excepto los niños muy pequeños, salgan positivo, sería extraño otro resultado, dado que la cacería con armas de fuego constituye en este contexto una forma para procurar el sustento.

El segundo “elemento de convicción” es el testimonio de Eddy Romero Romero, un joven de 16 años, quien ha declarado en dos oportunidades mostrando un alto nivel de contradicción. La primera declaración la hace el 14 de octubre de 2009 (al día siguiente de los sucesos) y la segunda la hace en el proceso de audiencias en la ciudad de Trujillo el día 30 de noviembre de 2009.


Veamos las contradicciones del joven Eddy:

1) En la declaración del 14-09-09 dijo que Alexander Fernández actuó por determinación propia en contra de Mireya Romero. Luego de la preparación que le hicieron los funcionarios del CICPC el testimonio cambia radicalmente. Según el acta del día 30-11-09 Alexander actúa bajo las órdenes del Cacique Sabino Romero, quien le ordenó que matara a su esposa y a su hijo y éste acató sin ningún conflicto.

2) El Joven Eddy en la primera declaración explica que Evert Romero (fallecido) intenta detener a Alexander Fernández de que matara a su esposa embarazada y que para apartarlo le disparó hiriéndolo, sin embargo, en la segunda declaración no aparece ningún disparo con excepción del que dio en el pecho de su propia esposa para quitarle la vida.

3) El testimonio del menor Eddy Romero constituye la única versión en todo el expediente de un testigo presencial que coincide con la versión de los hechos imputados descrito por los fiscales, eso implica, que la acusación a Alexander Fernández y por ende a Sabino Romero se fundamenta sobre las declaraciones de un testigo menor de edad que contradice todas las demás versiones de los hechos incluyendo la de sus familiares, así como con los análisis balísticos y la necropsia practicada a Mireya Romero (ver reflexión de la nota III).


Es importante destacar la relevancia que tiene en el caso el testimonio de Eddy Romero dado que es el principal fundamento para acusar a Alexander Fernández y al Cacique Sabino Romero por los delitos más graves presentados en la acusación, es evidente dado, el nivel de contradicciones en el contenido de las declaraciones que la información fue preparada y montada por el CICPC, los representantes del Ministerio Público y el sector ganadero. Este nivel de incongruencia entre el documento de la acusación, las actas de entrevistas y los análisis de los expertos hace de este proceso jurídico un circo de injusticias y trampas legales orquestadas torpemente desde el Poder.

martes, enero 04, 2011

Agredida nuevamente la compañera Frezia Ipinza


tomado de el pueblosoberano.net.

Hoy al finalizar la primera audiencia del año, en el juicio penal que se le sigue en Trujillo a los hermanos yukpa, Sabino Romero, Alexander Fernández y Olegario Romero, la hermana de Olegario Romero, Yoleida Romero junto a un grupo de descontrolados familiares del procesado, volvió a agredir verbal y fisicamente a los amigos, testigos y veedores de descargo de Sabino y Alexander. La Agresión física se materializó en el intento de golpear en el rostro a la Abogada Fresia Ipinza, veedora por AIPO (Anticorrupción e Interpelación Popular Organizada), quien de inmediato colocó la denuncia por escrito ante el comisario generl del CICPC, Lic. Daniel Quintero, Director General de ese cuerpo policial en el estado Trujillo.

Entre los signos resaltantes de la escala de tensiones que caracterizan la etapa final del juicio a los yukpas pudimos observar que el guarda espalda y chofer que trajo hoy desde el Zulia al abogado ganadero Alfonso Chacín tenía una chaqueta que decía: Fiscalía Militar del Estado Zulia y el Fiscal Américo Rodriguez, lider del grupo de siete fiscales que el estado tiene en la causa contra Sabino, portaba una pistola Glock en el cinto del lado derecho.

Olegario, desde el inicio del juicio radicado en Trujillo aceptó la oferta de los ganaderos de GADEMA (Asociación Ganadera de Machiques) de pagarle una defensa privada a cambio de un acuerdo de restitución de las tierras ocupadas por el en la cuenca del Yaza.

Yoleida hace parte de una veintena de familiares de Olegario, encabezados por Deisy, esposa de Olegario, que estan viviendo desde hace mas de dos meses en el terminal de pasajeros de Valera en condiciones muy precarias y lamentables que han sido noticia y preocupación de las autoridades locales, Los carros de los ganaderos, con el Abogado terrateniente Alfonso Chacín y sus espalderos, llegan el martes y los recojen en Valera y los llevan a Trujillo donde agreden a los familiares de Sabino que logran con los escasos recursos de la solidaridad llegar a acompañarlo a prestar terstimonio, tratan de intimidar inutilmente a los abogados de la defensa y a los veedores y activistas de organizaciones populares y revolucionarias que hacen permanente solidaridad en las audiencias.

El acelerado deterioro de la dignidad moral de este grupo familiar procedente de Guamo Pamocha, Cuenca del Yaza, se ha agrabado con la permanencia en situación de mendicidad en la ciudad de Valera, y por ser precisamente el grupo a ratos usado por los ganaderos para sumar calumnias a la lucha de Sabino Romero y a ratos por la Ministra Nicia Maldonado y el Ministro Tareck El Aisami para criminalizar y condenar a Sabino Romero, dar un “castigo ejemplar” con el, en función de imponer una propuesta de demarcación distinta a la de los pueblos yukpa, para dejarle el camino abierto a la mineria transnacional de la cual son lacayos por debajo de la alfombra.

Los familiares y compañeros de Sabino Romero declararon para nosotros que no cederán a los intentos de amedrentamiento y lamentan el deterioro de la moral y el abandono de la lucha por aceptar regalos y promesas de ganaderos y burócratas. Sabino esta preso porque no aceptó nada de eso.

La agresividad de estos hermanos indígenas contra sus hermanos y compañeros del movimiento popular se ha acrecentado motivada muy probablemente por los desaciertos en la estrategia de la defensa encabezada por el Abogado Chacín, La próxima audiencia fue fijada para en 11 de enero en la Sede del Circuito penal de Trujillo.

lunes, enero 03, 2011

Ni el Gobierno ni los ganaderos de GADEMA desean llegar a la verdad y aplicar justicia en el juicio contra los Yukpa.

Por: Sociedad Homo et Natura

Alfonso Chacín abogado de los ganaderos y ahora de Olegario


En las audiencias de la Sala 2 del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo borraron las relaciones de tiempo, lugar y modo de cómo, en verdad, ocurrieron los hechos aquel martes 13 de octubre de 2009. Todo ha sido un montaje, un juicio simulado/tutelado para condenar a Sabino, y con él a Alexander Fernández Fernández.

Con un expediente elaborado por la Fiscalía sobre la base de un ensarte de pruebas mal recogidas y de una versión interesada de una sola familia interrogada por agentes del CICPC (algunos torturadores de Alexander y otros hoy en la cárcel) por un lado, y por otro, con la presentación de varios testigos preparados con falsos testimonios buscando así ocultar la verdad material de los hechos e impedir la aplicación final de la justicia ordinaria, por ello la imperiosa necesidad hoy de la reconstrucción de los hechos.

Para imponer la justicia del Estado Nacional u ordinaria, el Gobierno ha negado sistemáticamente en los circuitos judiciales penales de La Villa del Rosario y en la Audiencia Preliminar de Trujillo en la fase del juicio, en sus respectivas Sala de Apelación y en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la aplicación del artículo 240 de la Constitución relacionado con la aplicación de la justicia especial indígena. Argumentos inconstitucionales han sido esgrimidos para cumplir con el formato de la condena a priori para Sabino por haberse dignamente revelado contra el proceso gubernamental de demarcación de tierra impuestos en su territorio y decidido por cuenta propia, sin pedir permiso para aplicar justicia indígena a través de la ocupación de sus tierras invadidas por ganaderos durante la dictadura de Pérez Jiménez en la cuenca del río Yaza. Pase de factura.

A través de la división por odio y selectivas dádivas se logra (por encargo) el enfrentamiento, muertos y heridos, la posterior detención (al no matarlo), el encierro, el juicio simulado y la posterior búsqueda para este mes de enero 2011 la condena prevista y monitoreada desde Caracas. Un castigo ejemplar para indio rebelde.

gris ganadero señala al indígena, a su tierra. estatuismo viviente que denuncia en la calle.

Muchos “Sabinos”, llevamos ya 15 meses en Maracaibo, Trujillo y Caracas desenmascarando paso a paso esta agresión material y jurídica contra un dirigente y defensor de los derechos humanos y territorial del pueblo Yukpa por parte del Gobierno secundada por los ganaderos de GADEMA: Sabino y su amigo Alexander; también defendemos al cacique Olegario Romero pese a que el miércoles 28 de julio del año pasado por su cuenta prefirió dar la orden de retirada de sus familiares de la tomas de las puertas del TSJ y volver con los ganaderos/Gobierno; es de recordar ese día la presencia de la operadora Amalia Pérez y de varios empleados de los Ministerios Indígena y de Relaciones de Interior y Justicia. El 24 de agosto de 2010 se presentan en el Circuito Judicial Penal de Trujillo los abogados de los ganaderos Alfonso Chacín y Luis Paz Caicedo a “defenderlo”, e inician el juicio con la nefasta estrategia de culpar a Sabino con testigos preparados de antemano y las agresiones verbales contra su familia y la de Alexander y los veedores aliados, así como las maniobras acusatorias contra los testigos presenciales familiares de Sabino y Alexander por parte del acusador de indio Américo Rodríguez Fiscal Nacional del Ministerio Público.

Queda el amañado juicio encerrado en Venezuela al decidir el TSJ (a los cuatro meses luego de tomarse sus puertas por parte de las tres familias de los dirigentes indígenas detenidos y el movimiento nacional "Sabino somos muchos") la inadmisibilidad del Amparo Constitucional introducido por los abogados de Sabino y Alexander, asegurando el máximo tribunal que puede plantearse la competencia de la jurisdicción indígena en la fase inmediata, es decir al entrar en el juicio; pero al ser introducido el escrito por los abogados defensores la Corte de Apelación de Trujillo afirmó que éste en verdad puede hacerse pero después de la sentencia. ¡Qué le parece!

Con este exabrupto jurídico del TSJ el Gobierno logró en ese momento no ser demandado internacionalmente en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pues se requiere agotar las instancias nacionales. Pero seguro, una vez introducido dicha competencia jurídica en Trujillo pos-condena a Sabino y Alexander, la Sala de Apelación dirá seguramente de otra manera la negación de la competencia de la jurisdicción indígena, posteriormente luego de varios años de introducido el Recurso de Amparo en el TSJ se dirá lo mismo, y es en ese lejano momento cuando los abogados Colmenares y Galindo tendrán libertad de recurrir al CIDH; esto es simplemente una trampa más del Gobierno. Estamos descifrando la salida justa.

Están pillaos, no se saldrán con la suya Gobierno y ganaderos. Resistiremos hasta conseguir la libertad de los dirigentes indígenas detenidos: Sabino y Alexander, incluso de Olegario Romero. Ellos serán juzgados por la justicia especial del pueblo Yukpa. Construiremos día a día un Estado Venezolano Plurinacional con Pluralidad Jurídica y verdaderas relaciones interculturales.

http://www.elpueblosoberano.net/2010/12/ni-el-gobierno-ni-los-ganaderos-de-gadema-desean-llegar-a-la-verdad-y-aplicar-justicia-en-el-juicio-contra-los-yukpa/

http://laclase.info/comunidades-indigenas/ni-el-gobierno-ni-los-ganaderos-de-gadema-desean-llegar-la-verdad-y-aplicar-j-0

http://www.aporrea.org/regionales/a114950.html