domingo, septiembre 24, 2023

Credo


@koketit



Creo como niño silente en toda la luz que me confunde en gozo.

Creo y potencio la porfía en lo vivo desde la vida digna como si se tratase de abrir una pesada y desvencijada reja tras la cual está la risa, tantas veces pospuesta, del vivir.

Creo en los atardeceres de cielo color vainilla con soles de naranja puntuales en la tarde del puerto Maracaibo.

Creo en la certeza de la paz alcanzada luego de las tensiones de lo cotidiano.

Creo en la celebración cuerpo de esa voz que ríe y celebra el acople con una madurez que despierta como flor.

Creo en las ternuras que me ofrendan las plantas que he regado con agua y sol.

Creo en mis gatas y en mis gatos y su pelaje ronroneante, su áspera lengua que lame mis heridas y lágrimas del humano sin maullido que sigo siendo.

Creo en los lápices que no usé hasta el final, en el olor del celofán que es preámbulo de lo novísimo y de las ofrendas familiares.

Creo en el Pesebre Patio de Canchancha donde mis abuelos paternos crearon desde 1958 un universo con figuras de cinco continentes para conmemorar el nacimiento del niño Jesús, su madre María y su padre José perseguidos por el imperialismo romano y los dogmas patriarcales del judaísmo.

Creo en el gentío amoroso que pobló y puebla las convocatorias a los Calendarios de Abrazo que insurgen en este patio pesebre que somos al norte de la árida Maracaibo.

Creo en la poesía como torrente creativo que no nada más se escribe o lee, que no nada más se recita sino que despliega su fuego y danza, su carne y certeza en las militancias para allanar las duras texturas de un mundo inflamado y doliente.
Creo en caminar la palabra…sudando la camiseta.

Creo en las conciencias y corazones ensanchados de común unidad en la geografía viva, en la educación del pueblo creador que puede.

Creo en la edad bicentenaria que desde Venezuela insiste en la revolución tejiendo, por entre ráfagas de odio terco liberal burgués, la felicidad como gerundio colectivo.

Creo en la duda joven y en la brillantez madura del bailarín Simón Bolívar, padre Libertador asombrado todavía en El Chimborazo ante el manto iris en su delirio y certeza.

Creo en la insurgencia de los subalternos y enmudecidos de todas las edades, creo en su oralitura, en sus voces calladas en sus manos callosas.

Creo en la vida perdurable que no requiere de tecnocracia ni de farsalia para sostenerse y sustentarse.

Creo, como las y los hermanos indígenas aymaras quechuas del Estado Plurinacional de Bolivia, que el Desarrollo es una mala palabra.

Creo aún en el buen gobierno zapatista al sur del continente de colores y sabores que es México.

Creo en lo que despiertas como luz humana poeta de la contundencia política, estratega de lo libertario, ternura con olor a tierra enlluviada… te creo y busco en porfía insondable, honda. Te sé poeta del “por ahora”, arañero y amorista: Hugo Rafael Chávez Frías.

Amparado creo en mi madre de risa e inteligencia inmensa. Amparo Gil Vanegas: Desde tu amor militante y literario ya los cuentos de hadas no son lo mismo en mi devenir de peatón del Sur Global. Eres mi vela encendida.

Creo en el teatro otro (Teotro) de mi dramaturgo padre poeta Nicanor Cifuentes Gómez. Tu hacer de cuerpo, palabra y memoria trenza el universo que vivo y el porvenir.

Creo en la valentía de mis hermanas Coralia y Aura Elena, porfiadas, lacias y de risa abrazo mujer.

Creo en los libros profundos y en las escenas del cine inteligente que eternizan momentos para no desfallecer entre saltos de angustia y horror. 

Sigo allí... en la rafaga de emociones de Cinema Paradiso, en el llanto preciso, limpio, sanador del maduro Toto en esa sala de cine viendo el regalo de Alfredo hecho cine y beso censurado.

Creo en la perseverancia que de lejos percibo y amo de la literatura, el fútbol y el rock argentino.

Creo en la cualidad aérea de un niño afroestadounidense que nació en Indiana y que ante los rigores del espectáculo supo danzar en epifánica levedad como ninguno, siendo fiel al canto llanto del blues de las plantaciones de algodón del Sur esclavizado de Estados Unidos.

Creo en la ternura y en los aprendizajes que me han ofrendado las mujeres que han dejado huella en mi existencia.

Creo en Juan Felix Sánchez y en Epifania, crísticas piedras, neblina amor, ternura de frailejón páramo.

Creo en mi silencio y en la autosuficiencia de mis instintos que tallan rigores para no ceder ante tanto huracán y coyuntura precarizante. Creo en la urgencia de hacer tangible las ternuras que prodigué y, sin falsas modestias, merecemos.

Creo en el estallido intempestivo de la risa diáfana, torrente carcajada para que la pena vuele y la oquedad se quede quieta. Charlot Chaplin, Bip Marceau, Cantinflas Mario Moreno, Joselo Díaz van conmigo…siempre.

Creo en Chico Mendes, seringueiro sabio, en Sabino Romero Izarra indígena yukpa de claridad y valor inmensos, Creo en Berta Cáceres hecha río y piedra curva… gritos de un mismo continente Sur, de una misma fronda y oxígeno necesarios en la certeza de una ecología política desde abajo.

Creo en las ciencias y tecnologías humanas capaces de dar respuesta a la contingencia, labrando culturas, geohistorias sin competir con la avasallante y violenta ciencia hegemónica que corroe y erosiona el saber al convertirse en brazo cognitivo de la guerra imperial. 

Creo en Ibrahím López García y su giróscopo y pastor de nubes. Creo en Arístides Bastidas y su ciencia amena, creo en la arquiternura de Fruto Vivas. Creo en Carl Sagan y su poética del asombro en clave astrofísica…religiosa.

Creo en mi familia colombiana abrigo ternura, militancia clara, poesía y calor de fogón. 

Creo en la bonitura, en la trova rasgada de guitarra, en la canta necesaria y en las ternuras del padre cantor Alí Primera y del siempre querido Víctor Jara.

Creo en las certezas e influencias, en los colores y pinturas, en los códigos y datos, en las tonadas y rocíos, en los pétalos y hondonadas de humedad y gracia que seguramente se reiteran para recordarnos la vida que somos… la vida que NOS hace.

Creo en el vacío y en el secreto de los ceros, creo en los horizontes más allá de todo agujero negro. 

Creo como sinónimo de celebración de ser humano y ser vivo
Celebro mis creencias.

Nicanor A. Cifuentes Gil.
Domingo 9 de Julio 2023.
Quinta Crespo, 
Parroquia Santa Teresa, Caracas.

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No hay palabras para expresar el orgullo y placer de haber conocido a este hombre y no solamente eso haber compartido un aula de clases abrazos camarada su Compa Gilberto Diaz

11:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que belleza... gracias Nicanor !!!

12:01 p. m.  
Anonymous Clorofilazul said...

Bonitura Gilberto. Abrazo fraterno. La amistad y los asombros cotidianos poéticos nos religan. Agradezco siempre el diálogo y la buena vibra. Déjenme sus nombres y señas para el abrazo. #Sigamos

12:16 p. m.  
Anonymous Nehemías said...

Y nosotros creemos en vos, fruto vivo de Amparo y Nicanor y misil certero de nuestras luchas por la vida y la Pachamama... 💚🤝🏽

1:25 p. m.  

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