De nuevo Sabino va Caracas para vigilar el juicio de los imputados por su asesinato
.terrible cuando dispara complicidad y olvido la burocracia.
Sociedad Homo et Natura
Deyanira Nieves, magistrada de la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia radicó el juicio en Caracas por petición del
Ministerio Público para llevar a juicio a los imputados del asesinato de “quien
en vida respondía al nombre de Sabino Romero Izarra, en un hecho en el que
además resultaron lesionados su esposa e hijo” (www.panodi.com).
Hasta ahora nadie sabe cómo se
llaman los presuntos verdugos y sus amos, pareciera ser un silencio cómplice de
Estado. Consideramos que si pudiesen los asesinos y los señores financistas los llevaran con sus dólares
encapuchados, perdón con sus rostros, para que nadie los vea, y por tanto los
llamarán por otros nombres en el juicio y en las informaciones de prensa.
Ocho asesinatos de dirigentes
Yukpa - el primero el padre de Sabino, el viejo José Manuel, varios de los
hijos de Carmen Fernández y de su hermana, y por último el Cacique Sabino
Romero Izarra - fue el costo de los indios Caribe para llevar a la sala de
juicio a quienes les despojaron de su territorio original trayendo así hambre,
enfermedades y miseria con el siempre apoyo del Estado venezolano, así como hoy
insisten sus instituciones judiciales en un salto en el vacío seguir alargando
el tiempo para que no se sepan sus nombres y se inicie lo más tarde posible el
juicio, o nunca comience.
Por todo esto y por lo que se ve venir, raya en el
ridículo comparar este caso con la
inmediata detención en el 2009 de Sabino y Alexander por parte del CICPC y el
inmediato inicio del juicio por parte del Ministerio Público y el comienzo de
un proceso racista y clasista de criminalización mediática contra Sabino,
Alexander y sus familias.
Hoy todos los presuntos implicados andan libres
caminando por las calles de Machiques y Maracaibo. Si pudieran cambiar el
Código nunca serían detenidos y no irán a la cárcel como fueron los dirigentes
Yukpa antes de iniciarse el juicio, siendo inocente y tipificado por la Constitución su caso
como juicio indígena y no ordinario.
Es una acción burlesca tomando en cuenta
la deuda histórica con los pueblos indígenas que el juicio para encarcelar al
Cacique Sabino iniciara y se procesara con una eficiencia extraña del sistema jurídico
venezolano y para determinar los culpables de su asesinato y condenarlos se
regodee la justicia de esta manera tan grosera, pues van a lograr lo que
verdaderamente quieren: que se vuelen los autores intelectuales y encarcelar a
quienes dispararon. Una revolución que no precise a sus enemigos históricos de
clase más que una revolución es una sociedad de cómplices.
Por todas estas razones ya
Sabino está en Caracas para poder leer si hay trampas jurídicas,
contradicciones e inconsistencias en el expediente que permita a sus abogados
al final del juicio la puesta en libertad de los imputados, así como estar muy
pendiente para denunciar una vez más a fiscales y jueces, a poderosos y
políticos montando conversas complacientes con los poderosos de GADEMA.
Vienen
momentos difíciles, los ganaderos juraron vender las bienhechurías de sus
haciendas, para salir bien parados al final del túnel.
Estamos entrando a otra
fase de la historia de la lucha de los pueblos indígenas o de los humildes
contra el poderoso que está más cerca del Estado hecho a su imagen y semejanza.