miércoles, abril 25, 2007

Mirar un poco eso que llaman Corporaciones.




Repasar, recordar, revisar tanta información de lo acontecido en la dimensión socioambiental y económica de nuestros países resulta ser tarea harto difícil pues lo que más abunda es el desconocimiento a la dignidad, lo que más abunda es el oprobioso avance de las corporaciones por entre los espacios y los tiempos nuestros.

Como si se tratara de una irracional epidemia que todo a su paso acaba, la maldición de no reconocernos especie natural que no ha de estar por encima de ninguna otra es lo que ha llevado a vendernos como mercancía y a descuidar los más básicos principios que nos definían como colectivo con un futuro común.

En este proceso de dolor y saqueo, cuando más exprimidos nos encontrábamos surgen luces de interesante fulgor que iluminan alternativas para terminar de zafarnos de estos procederes cimentados en el egoísmo y la acumulación irracional de más capital.

Las alternativas huelen a sudor y a colectividad digna. Paridas las palabras y las acciones que habrán de emanciparnos comienza el discurso y el accionar liberador, incluyente y verdaderamente endógeno, cifrado en las glorias y errores del pasado y el presente compartido.

La humanidad se limpia sus lágrimas, se mira el sur su dolido vientre y se levanta por entre las miserias que le han conferido los opulentos ostrones del norte "desarrollado" y comienza la balanza a dirigir su peso hacia lo justo, lo colectivo, lo común.

El país que habito, Venezuela, inicia una senda que alumbra oscuranas en un continente saquedo y de venas abiertas. Duro el trayecto, sudada la senda, creada "la pica" nos vemos aruñazos del camino emprendido y nos regocijan vitales construcciones del pueblo que otrora burlado y desconocido era.

Siguen las opciones inciertas, amenazas van y vienen y, sin ánimo de agotar el debate sobre lo que se habrá de hacer para pluralizar la alegría y para dignificar el vuelo hacia el país que merecemos, el continente que merecemos, es necesario reconocernos, insisto, en los dolores que nos inflingen las corporaciones de signo perverso y excluyente para reconocernos víctimas de un mismo recetario maligno, de una misma y homogenizante tendencia a lo perverso.

Vernos para aprendernos. Ver la comuna, el país, la patria grande hecha girones ubica el alma en la beligerancia digna y en la creación de imaginarios plurales para que el cuerpo comience a zafarse de la modorra que el oropel labró en la dermis del alma.

Un nuevo vídeo para limpiar la mirada colectiva, para entender cómo la dignidad planetaria se erige por encima de los armatostes "pulcros" de las corporaciones. Aprendamos de los compañeros indígenas de Cochabamba (Bolivia).

Actualizemos el latido en relación al tema de las tecnologías transgénicas que transfieren cada vez más poder y riqueza a empresas biotecnológicas antes que a los campesinos y a las sociedades que de la tierra hacen su cosmovisión más plena.

Para sabernos ciudadanos del mundo antes que simples consumidores o mercancías moldeadas desde la publicidad, aconsejo revisar este video que es fragmento del largometraje "La corporacion: Patologia del comercio".

La democracia es verdadera emancipación, participación protagónica activa y sustentada por la historia en cada uno de los actos cotidianos. Gobernemos nuestros asuntos. Ese es el desafío supremo para la convivencia digna.

El fragmento del largometraje se centra puntualmente en esto:

* Veremos el problema del agua en Bolivia (se privatizó hasta el agua de la lluvia)
* Michael Moore (cineasta estadounidense) nos dará a conocer el caso de un afiliado a un seguro social que no le querían hacer (aseguradora Humana) un transplante de páncreas, se verá el problema del deshielo de los glaciares.
* La biopirateria, y las patentes absurdas y la defensa desde la India que recuerda al eterno Ghandi.

La atención debida para entender qué somos en medio de estos testimonios.

Mi agradecimiento por mirar un poco eso que llaman Corporaciones.

Insisto, serían buenos los comentarios.

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sábado, abril 14, 2007

Para celebrarte en tu día, Madre Tierra, quiero saber antes de tus dolores y venas abiertas!!!

Sobre el racismo ambiental o cómo seguimos pareciéndonos en el despojo.

"[...]es una forma de discriminación ocasionada por las políticas públicas o privadas, que se manifiesta en la intención de que los costos ambientales sean asumidos por un grupo determinado de la población o en la exclusión manifiesta de este grupo en la toma de decisiones que afectan sus vidas"

Alfredo Seguel, Argentina.

Argentina, Chile, Perú, México... La ocupación de territorios indígenas: política de Estado en América Latina

| Publicado en el suplemento Ojarasca del diario mexicano La Jornada.


Cambian las etiquetas, los lineamientos locales, los detalles cartográficos. En su médula, el continente se encuentra a merced de los cuatro jinetes del mercado: privatización territorial, enajenamiento de recursos naturales, acaparamiento genético y racismo ambiental. Un trasfondo muy perturbador para esos gobiernos latinoamericanos que se jactan hoy de "populares", "democráticos" y relativamente "independientes" del gobierno estadunidense y la globalización.

Congresos como el mexicano alfombran el camino a la intervención extranjera en nuestros recursos genéticos con la iniciativa (aprobada ya por el senado) de Ley federal para el acceso y aprovechamiento de los recursos biológicos y genéticos; más la "ley Monsanto". Presidentes como el peruano, el chileno y el argentino expulsan ahora mismo a los pueblos aymará, mapuche y wichi de sus tierras originarias. Y como en Brasil, Bolivia, Venezuela, Colombia y Ecuador, los poderes judiciales están al servicio de todo lo anterior.

El analista Alfredo Seguel, quien ha trabajado largamente con los mapuche en la agrupación de técnicos y profesionales de Temuko- Konapewman, reflexiona en un ensayo reciente sobre el racismo ambiental que sufren hoy los indígenas del extremo sur: "Es una violación de derechos humanos, y una forma de discriminación causada por gobiernos y políticas del sector privado, prácticas, acciones o inacciones, que intencionalmente o no, agreden el ambiente, la salud, biodiversidad, la economía local, y la calidad de vida".

Apunta que el análisis "a las políticas públicas de tierras no se puede limitar exclusivamente a las acciones u omisiones dentro de su legislatura 'indigenista'". La política de los Estados está estrechamente ligada a la globalización económica, cuyos impactos repercuten principalmente en los territorios de sectores sociales vulnerables, como los indígenas. Así, "la territorialidad, no entendida como aspecto simbólico sino como el soporte material y espiritual para la existencia del pueblo mapuche, ha sido víctima de políticas locales y globales con graves consecuencias ambientales, culturales y económicas".

El pueblo mapuche reivindica el derecho "a ejercer un control efectivo sobre sus territorios en Chile y Argentina y establecer su propio desarrollo, principalmente ante la desprotección de su territorialidad, que ha llevado a la privatización de derechos de agua, del mar y borde costero, la expansión de plantaciones forestales, la constitución de concesiones mineras y explotación de hidrocarburos, el patentamiento de germoplasma, grandes obras viales, industriales, energéticas, turísticas, la instalación de vertederos". Todo, a nombre de un modelo de desarrollo y progreso "que en realidad es 'crecimiento económico' en beneficio directo de grandes compañías y transnacionales, en desmedro de una larga lista de comunidades que han tenido que sacrificar la calidad de vida, su ambiente y arriesgar su salud y su seguridad".

El racismo ambiental, insiste Seguel, "es una forma de discriminación ocasionada por las políticas públicas o privadas, que se manifiesta en la intención de que los costos ambientales sean asumidos por un grupo determinado de la población o en la exclusión manifiesta de este grupo en la toma de decisiones que afectan sus vidas". Considera fundamental la erradicación de este tipo de prácticas, junto con la transformación de las actuales relaciones sociales e institucionales, cuyas bases se siguen proyectando en materia de comercio e inversiones a la luz de la negación continua de los derechos, títulos y jurisdicción del pueblo mapuche y sus comunidades.

Ilustra el caso de la empresa Repsol/ypf, que durante la última década sacó millones de barriles de crudo de la provincia de Neuquén (Argentina), y dejó una grave contaminación del suelo, aire y agua, además del impacto sociocultural sobre las comunidades. Hoy, 25 familias de Kaxipayiñ y Paynemil deben convivir con 65 pozos en su territorio, ductos y mecheros de venteo de gas. Sus efectos se asocian ya con casos de anancefalia, crías animales con malformaciones, familias enteras envenenadas por materiales pesados (plomo, cadmio, arsénico, níquel, aluminio, manganeso). Todo, a causa de la explotación de hidrocarburos, principalmente en Loma de la Lata.

Seguel menciona también el Complejo Turístico Chapelco, dedicado al esquí, que ha provocado la contaminación del agua de las comunidades mapuche Curruhuinca. La concesión del cerro Chapelco recae en empresarios "amparados por el poder político local y provincial". También en Argentina, las empresas que explotan minas de oro y que contaminan gravemente el ambiente con cianuro, ponen en riesgo a las familias mapuche en la provincia patagónica de Chubut, hecho que se repite en Puelmapu. La empresa canadiense Meridian Gold, que intenta explotar minas de oro en la Patagonia, ha encontrado "una importante resistencia de la población".

En Chile, la compañía española Endesa, aliada con los gobiernos de Frei y Lagos, "sumió a la población mapuche-pewenche de Alto Bio Bio en la más grave división interna que ha vivido desde la conquista, hoy trastocada y dislocada para la inundación de una represa hidroeléctrica con una inversión de 570 millones de dólares y un embalse de mil 222 metros cúbicos, afectando la biodiversidad del Alto Bio-Bio, y terminando con las comunidades".

En la Araucanía, "más del 70 por ciento de los recintos de basura se encuentran en comunidades mapuche", mientras la globalización forestal agudizó los conflictos territoriales entre las comunidades y las compañías, a causa de los impactos negativos de la industria forestal, además de la imposición de monocultivos exóticos (pino y ecucalipto), plaguicidas, sequía, pérdida de suelos e introducción de transgénicos.

Por su parte, Fortunato Escobar, de la Corporación para Infraestructura Socio Económica y Transformación Agropecuaria y miembro del Consejo Indio de Sudamérica, denunció el 29 de abril que el Decreto Supremo para crear en Perú la reserva nacional Ayamara Lupaqa "no es otra cosa que una estretegia de ocupación de tierras indígenas" promovida por el presidente Alejandro Toledo.

Con una área de 300 mil hectáreas, la nueva "reserva" afecta los distritos de Capaso, Condoriri y Masu Cruz (provincias de El Collao y Chucuito). Igualmente la zona de amortiguamiento afecta a los distrito de Pizacoma, Huacullani, Zepita y Desaguadero.

"¿En que medida es verdad el discurso de conservación, y eso de que las comunidades campesinas/ indígenas 'no saben conservar' los recursos naturales? ¿En qué medida las comunidades indígenas campesinas saben si esto será beneficioso o contradictorio?", se pregunta Escobar, para concluir que los pueblos pasarán a ser "inquilinos" de sus tierras, pues el gobierno "será libre de concesionar u ordenar el trasvase de aguas, tal como quiere hacer actualmente con las comunidades alto andinas de Puno. Libre de concesionar a personas o entidades cuando los crea conveniente, o expulsar a los que son dueños".

Algunos de los comuneros afectados manifiestan que "nunca fueron consultados, sólo mencionan haber asistido a algunos talleres de capacitación con prebendas clientelares". Ni siquiera se conocen los estudios de impacto ambiental.

Un caso más es el que enfrenta la comunidad wichi de la reserva General Pizarro en Salta (Argentina), a la que primero se le enajenó una "reserva" y luego se vendió. En 1995 se declaró "area protegida", pero en 2004 se puso a la venta mediante licitación pública. Everest sa, la empresa compradora, pretende desmontar la antes protegida reserva salteña.

Según el sitio Ecoportal.com, la comunidad denuncia que el proceso "viola directamente sus derechos constitucionales a participar en la gestión de sus recursos naturales y demás intereses que los afecten: la tierra, la protección del medio ambiente, su identidad e integridad cultural". (HB)

Ojarasca, La Jornada: SUPLEMENTO MENSUAL - NÚMERO 97 MAYO 2005

Tomado de Radio Mundo Real FM

A continuación un importante documental sobre las luchas y la historia de la comunidad WICHI, al norte de la Argentina. Realizado por Emilio Cartoy Diaz. Diez minutos y medio para sabernos hijos del mismo dolor. Impresionante muestra de dignidad indígena que en esta oportunidad dedico a las etnias yukpa, barí y wayuú de la Sierra de Perijá (Zulia-Venezuela).



La Lucha en Venezuela por la demarcación de los territorios indígenas sigue. El pueblo barí, yukpa y wayuú en el Estado Zulia (noroccidente de Venezuela) está atento a cualquier desvío, a cualquier obstáculo que trunque la verdad y que desconozca, alegando derechos de terceros, la presencia ancestral de los compañeros indígenas antes que el propio Estado.

Sigamos viendo nuestro latido continental, nuestros dolores para así abrazar la alegría con mayor entusiasmo.

Somos el mismo clamor que se opone a los armatostes y planes de infraestructura paridos desde otras visiones y asfixias. Tierra, Agua y Dignidad!!! No más a la Iniciativa de la Integración de la Infraestructura de la Región Suramericana (IIRSA)!!! No más al Plan Panamá Puebla!!! Integración desde los pueblos no desde las infraestructuras economicistas!!!

Veamos y actuemos en consonancia.

Latinoamérica sigue con venas abiertas!!!

lunes, abril 09, 2007

Colectivo Mafias Verdes del Estado Zulia (noroccidente venezolano) devela "trampa periodística" del Diario Panorama.

Irresponsabilidad mediática del Diario Panorama ante el
tema de la explotación irracional y ecocida del carbón

Por: Colectivo Mafias Verdes. 09/04/07


Diario Panorama del Estado Zulia sesga información en contadas oportunidades y se hace abiertamente cómplice de la manipulación de Corpozulia en relación al tema del carbón en el piedemonte de Perijá.

Once días de lucha. Crónica colectiva de la irresponsabilidad mediática del Diario zuliano Panorama ante el tema de la explotación irracional y ecocida del carbón con minas a cielo abierto. Cinco partes para entender un poco lo acaecido, cinco momentos de dolor y esfuerzo, cabalgando por sobre la farsalia que los tecnócratas de siempre quieren imponer como norma de vida.

Más información de la crónica colectiva en:

http://www.soberania.org/Articulos/articulo_3083.htm



Mina Paso Diablo (Guasare, Municipio Mara, estado Zulia).

martes, abril 03, 2007

Rotundo éxito en Zulia la consulta para sustituir modelo carbonífero por modelo endógeno.

Por: Aporrea.org
Fecha de publicación: 03/04/07

Líderes indígenas Barí, Yukpa, Japreria y Wayúu del Socuy, Maché y Cachirí de nuevo entierran el carbón haciendo uso de la palabra ante las instancias ministeriales del Ambiente e Indígena presentes en la consulta pautada para recoger las distintas propuestas de las comunidades indígenas alternativas al modelo minero de enclave exportador, el pasado jueves 29 de marzo en las instalaciones del Destacamento 36 de la Guardia Nacional del municipio Machiques de Perijá.

De manera masiva centenares de dirigentes de cuatro etnias indígenas del Zulia expusieron ante los representantes gubernamentales a viva voz y acompañados de propuestas escritas las razones por las cuales el gobierno de Chávez no debe abrir nuevas minas de carbón en noroeste y suroeste del estado Zulia, en el piedemonte de la Sierra de Perijá, desde el norte del río Socuy en el municipio Mara hasta el norte de Río de Oro en el municipio Jesús María Semprún, y la necesidad de sustituir en estos espacios dados en concesión carboníferas en la cuarta república por un modelo de desarrollo endógeno en armonía con el ambiente y las diferenciaciones culturales de los pueblo originarios amerindios que allí habitan.

Los representantes de Carbozulia y Corpozulia presentes en la consulta del jueves 29, así como dirigentes indígenas de Mara y Páez afectos a Corpozulia en ningún momento abrieron la boca para defender su posición, salvo a través de un remitido pagado al diario Panorama y en dos declaraciones a través de las páginas del mismo diario los días jueves y sábado.

Declaran los miembros de Sociedad Homo et Natura del Zulia que lo extraño del caso está en que las empresas multinacionales carboníferas no son las que declaran públicamente, sino que envían al sindicato y a dirigentes vecinales que se hacen pasar por “coordinadores de la junta parroquial del sector Paraíso, en Cachirí”.

Insisten los de la Sociedad Homo et Natura que los operadores de las empresas multinacionales de carbón en Venezuela, de Corpozulia y Carbozulia deben respetar la orden presidencial de no abrir nuevas minas de carbón en el Zulia, no ampliar las Minas Norte y Paso Diablo, y disponerse a construir, donde se han entregado tales concesiones, junto con los moradores de los Municipio Páez, Mara, Machiques de Perijá y Jesús María Semprún, un plan alternativo de desarrollo endógeno al carbón, de lo contrario, se colocarían al margen de las decisiones del Estado Venezolano y del Gobierno Nacional, para beneficiar intereses imperiales ajenos a la soberanía del país.

Corpozulia, los representantes irlandeses de la empresa Carbonífera Caño Seco, los ingleses de la Anglo American, los norteamericanos de la Peabody, Inter-American Coal-Chevron y la Compañía Vale do Rio Doce deben acogerse a las decisiones asumidas por el Presiente Chávez y el Ministerio del Ambiente desde mediados del año 2005 de detener toda actividad tendiente a la apertura de nuevas minas de carbón en estado Zulia, finalizaron diciendo los miembros de la
Sociedad Homo et Natura.

Más información en: Aporrea.org (fuente original) y Soberania.org ("En Machiques volvimos a enterrar al carbón").

A continuación un resúmen en imágenes de lo acontecido el día jueves 29 de marzo de 2007 en el destacamento 36 de la Guardia Nacional (Machiques, Municipio Rosario de Perijá).