martes, octubre 25, 2016

Encuentro – conversatorio: “Arco Minero del Orinoco. Extractivismo vs. Ecosocialismo. Huellas sobre la territorialidad”. Naguanagua, Estado Carabobo. Sábado 22 de octubre de 2016.


Por: MSc. Nicanor Cifuentes Gil
Docente Universidad Bolivariana de Venezuela
Eje Geopolítico Cacique Guaicaipuro.



Desde la duda, desde el no saber pero con ganas de aprender es que se inicia esta travesía que junta latencias de la capital venezolana Caracas con el esfuerzo pedagógico popular agroecológico de los compañeros y compañeras de la aldea Héroes de Canaima 4-F. Este, decirlo, sigue siendo una espacialidad de un importante saldo organizativo para la articulación de experiencias vinculadas con la formación sociopolítica y la praxis eco-socialista permanente, pues desde el VI Congreso Venezolano de Diversidad Biológica celebrado en octubre del año 2015, sabemos que esto que se erige, que colectivamente germina en esta aldea es realmente ajeno a retóricas malsanas y sí una demostración de latencias para la creación plural y socialista.

Desde algunas llamadas telefónicas puntuales y con la gana de juntarnos establecimos vínculo con días de antelación para poner en diálogo un debate medular, un debate que no debe ser pospuesto que no es más que el vinculado con el decreto de creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero del Orinoco” (Decreto 2.248), de fecha del 24 de febrero de 2016, publicado en el Nro. 40.855 de la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela del 24 de febrero de 2016. Este tema genera controversia toda vez que está en tensión la visión y praxis del ecosocialismo enunciado desde el proceso revolucionario bolivariano versus esquemas de exploración y explotación minera de alto signo extractivista y con una participación de empresas trasnacionales asociadas a la industria minera de corte capitalista fundamentalmente, las cuales serán convocadas en calidad “socios minoritarios” en un ordenamiento del espacio territorial venezolano así como de las normativas y marcos de entendimiento para avanzar en la explotación de diversos minerales presentes en el “Arco Minero del Orinoco”.

Repasar desde un enfoque integral y no proclive a visiones “quebradas” por diversos intereses este tema obliga a hacer acopio de argumentos, análisis crítico propositivos que permitan enlazar las diversas realidades, los diversos datos que, aún a la fecha de hoy, son desconocidos por la población venezolana, misma que en plena guerra económica y con sacudones violentos provenientes de una incesante guerra de cuarta generación, insiste en que se le consulte este tipo de decisiones que estarían comprometiendo el futuro de generaciones que necesitarán elementos naturales que en interacción ecosistémica permiten que se establezcan importantes ciclos naturales de amplia influencia a escala regional, nacional y planetaria.

En la conversa iniciada a las 9:30 a.m. aproximadamente debimos hacer emocionado y consciente esfuerzo para entendernos desde visiones sobre ecología, de la economía necesaria para avanzar seguros a la materialización del ecosocialismo del siglo XXI y la geopolítica planetaria para no ahondar en el tema minero del sur de nuestra matria, desconectados de latencias, padecimientos y realidades padecidas por los mineros y mineras que hoy en la zona donde se pretender activar esta Zona de Desarrollo Estratégico hace vida y despliegan una “cultura  minera” que no debemos obviar.


Desde un puntual preámbulo histórico que dio cuenta de los imaginarios y padecimientos desencadenados a raíz del encontronazo de culturas desde fines del siglo XV con el arribo a nuestras costas de conquistadores españoles que derivaron un terrible proceso de saqueo, explotación y privatización de nuestros elementos vitales, naturales y culturales. Desde el creciente ego conquistador (Ego conquiro al que hace referencia el maestro filósofo latinoamericano de la liberación Enrique Dussel) que en codicia activo una expoliación que llenó las arcas de un imperio español muy desgastado por ocho siglos de confrontación con el mundo musulmán del norte del continente africano pero que, paulatinamente y con grandes saqueos etno y geocidas, vio una posibilidad histórica para desplegar su visión de mundo cristiano-céntrica, euro-céntrica y colonial patriarcal para erigirse como única manera de entender el mundo y a la par de hacerse de él sin ser sojuzgado pues las armas, el poderío bélico lo tenía en sus manos.

Desde algunas láminas que nos revelaban este avance histórico inter-continental (Europa, África y América) pasamos a entender lo acaecido en nuestra territorialidad desde el siglo XV al siglo XX con el paso por los siguientes aspectos geopolíticos, geohistóricos muy vitales para entender en simultaneidad y con alto rigor los devenires que nos traen a la pugna entre la necesidad de avanzar a estadíos donde el ecosocialismo sea más que significante enunciado y donde el debate minero extractivista todavía ocupa los días del presente nacional. 

Estos temas abordados en detenimiento e hilados como ítemes permitieron un avance cierto para asumir el tema en justa dimensionalidad de aristas y contextos. Pasar en detenido análisis desde el Siglo XV hasta el siglo XXI haciendo transversal la secularización que se hace de la técnica, del saqueo, del extractivismo para la obtención de minerales (preciosos o no) que permitan incrementar el “poderío” de imperios hegemónicos desde la maleva lógica de “acumulación por desposesión” es tarea que no se debe soslayar y sí develar para poder entender qué es lo que estaría moviendo desde la colonialidad del poder y el saber estas incómodas realidades donde sigue pretendiéndose “naricear” a los estados naciones soberanos a seguir esquemas desarrollistas aniquiladores de la vida toda.

Hecho este necesario recuento, el auditorio ensambla una intencionalidad pretérita y contemporánea que justificaría la agresión a lo natural con el objeto hacerse de ganancias que terminan cosificando, mercantilizando la vida e insuflando un ciclo perverso que va mermando las capacidades de carga de los diversos ecosistemas planetarios.

El tema del Arco Minero del Orinoco, la activación de plataformas contrarias a este decreto, la puesta en marcha de un novedoso y no menos polémico ministerio de poder popular para el desarrollo minero ecológico desde el poder ejecutivo nacional habla de un momentum que debe llamarnos como estudiosos del tema ecológico a establecer vías de comunicación efectivas que depuren la toxicidad dialógica con la que se viene encarando este medular tema.

Abordar la línea histórica reciente que en Venezuela, desde la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez Frías se apostó por una refundación de la matria venezolana erigida en colectivo con la participación y el protagonismo del poder constituyente nos permitió, en el espacio tiempo del conversatorio, contrastar la exclusión de las élites gobernantes del país que sometieron al pueblo a políticas de choque neoliberales altamente entreguistas a la banca internacional. El empuje emancipatorio, nacionalista y de empoderamiento de los sectores otrora marginados y no considerados en la construcción de la nación confluyeron en el esbozo de reordenamientos territoriales en procura de hacernos soberanos de los elementos naturales, la energía y los minerales presentes en nuestra matria.

En ese reordenamiento territorial no estuvieron exentas lógicas de potenciación de la tecnocracia y sus narrativas desarrollistas que ven en un “maquillado” extractivismo la única vía (de allí la denuncia argumentada de un discurso y una praxis política moderna) para el alcance de la categoría “país – potencia” (Tercer Objetivo Histórico) que estaría mermando el alcance cierto del Quinto Objetivo Histórico enunciado en el segundo plan socialista para la nación conocido como Plan de la Patria 2013-2017.

Asumir estas contradicciones con praxis argumentada y propositiva, sin zafarnos de análisis críticos y desde una ética capaz de no hacer vulnerable lo alcanzado en los 17 años de construcción plural en Venezuela ha de ser una tarea permanente a considerar toda vez que la geopolítica continental una vez que desaparece físicamente el Comandante Hugo Chávez Frías se inflama de dolencias y quiebres a escala regional – continental – global que parecieran apostar por una restauración del poder conservador y de ultraderecha.

En un diálogo diáfano, con dudas y certezas, con aspectos técnicos abrazados al fraseo de lo popular que nos cruza el alma a la hora de escribir y actuar en salvaguarda de la vida perdurable es que pudimos acentuar y hacer seguimiento colectivo de nudos críticos que debemos reconocer para resolver realmente.

Resolvernos en multitud para propositivamente establecer retícula afectiva que compile y efectivamente comunique exhortos y enmiendas a “entuertos” a la hora de considerar a inversionistas trasnacionales a que participen de este llamado de activación del motor minero, uno de los 15 motores considerados para activar la agenda económica bolivariana.

Sabemos que la información no ha fluido pues se está en etapa proyectiva de esta Zona de Desarrollo Estratégica conocida como “Arco Minero del Orinoco” mas sin embargo en la incertidumbre y en plena guerra de cuarta generación no avanzar con una política comunicacional efectiva, diáfana y no acompasada a los ritmos y lógicas de explotación minera tradicional nos permitiría crecer como sociedad capaz de juzgar las acciones económicas en procura de la defensa de un proyecto país en vías al socialismo.

Nos informamos sobre las dinámicas de la minería y los principales aspectos a considerar cuando se avanza en la exploración y futura explotación minera de oro aluvional, coltán y demás minerales. De igual manera abordamos, desde la proyección de imágenes, las secuelas que la minería lícita e ilícita ha dejado hace décadas en la zona sur (Estado Bolívar) y entendimos los costos que el consumo de agua y energía demanda para esta actividad económica harto conocida (y padecida) en un país con más de cien años explotando (y viviendo de esa explotación) de hidrocarburos.

Analizamos en detenida exposición las visiones que esta política minera estaría haciendo converger desde estamentos con diversos e irreconciliables intereses: ¿qué enfoques, qué realidades desde un análisis de costos – beneficios pudieran estar privilegiándolos siguientes actores sociales sobre esta zona del país: los pueblos originarios, los capitalistas de la minería nacional  y trasnacional, los intereses de ordenamiento territorial del ejército nacional bolivariano, el poder ejecutivo, los ecologistas, los profesionales de la minería?

En este sentido juntos y juntas asumimos la nula o escasa pedagogización del tema por parte de ecologistas y estudiosos de la minería para poder articuladamente entender y revisar las muchas dudas y miedos que pendulan sobre esta zona conocida como “Arco Minero del Orinoco”. 

  • ¿Qué de las ecologías, cosmovisiones, cosmogonías y territorialidades se solapan, se quiebran y se “atizan” desde la activación de este decreto de desarrollo de la actividad minera a grande escala?



  • ¿Qué de nuestro fraseo y nuestra praxis debe hacer deslinde efectivo de deformados enfoques que pretenden reducir este decreto a una “avanzada” del iletrado presidente que desde hace tres años traiciona un legado ecosocialista erigido por el presidente Hugo Chávez?



  • ¿Qué observatorio popular de conflictos socio-ambientales, alimentado por dudas, miedos, datos, imágenes, cantos, testimoniales de hermanos y hermanas indígenas de la zona inserta en el decreto de creación del Arco Minero del Orinoco, pudiera tener cabida con el apoyo de una ciencia liberadora, no maniquea ni prestada a visiones partidistas, mezquinas que en nada resuelven la tensión que deriva de este decreto?



  • ¿Qué rol juegan las universidades y sus escuelas y departamentos de ciencias, estudios jurídicos, antropología, sociología, artes para entender estos temas vitales para el futuro de la matria venezolana y sus generaciones venideras?



  • ¿Qué papel habremos de asumir la militancia del poder popular constituyente ecosocialista venezolano para no dejarnos tutelar ni cooptar por partidos políticos o poderes del estado gobierno y poder entablar diálogo de saberes diáfanos y comunes?



  • ¿Qué acentos damos a la negatividad y a las caricaturescas visiones del tema sin antes acudir a respaldos geográficos, antropológicos y ecológicos que fundamenten como debido es nuestra “visión de los hechos”?



  • ¿Qué pueblos del sur de la matria venezolana no están contemplados en justa y respetuosa consideración en nuestros cálculos urbanos, aislados y distantes de los padecimientos complejos de vieja y nueva data que allí existen?



  • ¿Qué de la cultura tributaria que despunta en el país pudiera paliar en términos presupuestarios nacionales la urgente necesidad de abordar la minería como opción de soberanía económica y geopolítica?



  • ¿Podrá seguir “jalonando” con fuerza nuestra praxis política revolucionaria la cultura de codicia que se sustenta en la explotación de minerales de zonas altamente frágiles en cuanto a bio y sociodiversidad?



  • ¿Qué de la propuesta de reconversión laboral de mineros y mineras que ofrende nuevas y efectivas opciones de vida que desintoxiquen la vida asociada a la expoliación de la tierra y del ser humano en estas zonas donde abundan los minerales preciosos y estratégicos?



  • ¿Qué paradoja ética (si es que acaso la vemos como paradoja ética) se plantea toda vez que el alto porcentaje de ganancia obtenido de esta política minera (60%) va destinado a inversión social?



  • ¿Nuevamente la tierra, el cosmos natural y sociocultural asumiendo silente las externalidades de este experimentar “otras” opciones de desarrollo productivo que sabemos apuesta por nuestra tendencia (impuesta por demás por países hegemónicos) de nación con economía de puerto, de nación desindustrializada y con economía re-primarizada?



Estas dudas, más algunas otras confesiones y análisis humanos estuvieron en la “dermis” de lo conversado en más de cinco horas de encuentro conversatorio donde jóvenes y adultos de diversas profesiones permitieron afectuosamente la creación de un espacio tiempo para sabernos desafiados por un tema, por una ética ecosocialista que demanda contraloría, corresponsabilidad y crítica propositiva ante instancias que la misma institucionalidad política bolivariana a erigido y que la más de las veces solemos desconocer olímpicamente por defecto consciente y/o inconsciente.

Hablamos finalmente de unas ganas de seguir en una itinerancia que nos vaya acercando a temas álgidos como estos para en socialización y vinculación dialógica sabernos “resolver en multitud” sin discriminar opiniones que tributen a ver(nos) en desafío común para salvaguardar la vida de toda estafa, de toda “zancadilla politiquera” que deslegitime una ocupación sentipensante que nos caracteriza.



Finalmente extiendo mi grande agradecimiento a la amiga Violeta Gómez y a los compañeros de la Red de Escuelas Populares Agroecológicas Ezequiel Zamora “Aldea Héroes de Canaima   4–F/Manos a la Siembra Carabobo”: Eduardo Gil, Martha León, Sandra Méndez, Germán Padrón. De igual manera un abrazo solidario al compañero Ángel Moreno (Red de Escuelas Populares Agroecológicas Ezequiel Zamora –REPAEZ- “La Yaguara”/Manos a la Siembra Carabobo) y Armando Rodríguez (REPAEZ “Ovidio Ceballos”/ Manos a la Siembra Carabobo), con quienes esperamos mantener vínculo frecuente desde la praxis educativa popular en clave agroecológica. Sigamos activos que en juntera es que podemos asumirnos capaces de “desfacer entuertos” y salvaguardar dignamente la vida perdurable que merecemos. De igual manera a los colectivos feministas y a las y los "compas" cuya fraterna y atenta escucha me llevaron, nos llevaron a tejer diálogo por más de 5 horas.

Acá algunas imágenes tomadas por mi persona y la compañera Lilia Ana Márquez Ugueto de esta importante jornada de articulación:














Más imágenes de la autoría del compañero militante José Serrano en el siguiente enlace electrónico. Se agradecen siempre todos los comentarios que la nota y sus imágenes puedan derivar: 



jueves, octubre 20, 2016

Articulando con el Organopónico Hugo Chávez Frías en el núcleo Endógeno Fabricio Ojeda, Parroquia Sucre del Distrito Capital.



Texto e imágenes: MSc. Nicanor Cifuentes Gil
Docente P.F.G. Agroecología.
U.B.I.P 1-2.

En la mañana del día jueves 20 de octubre de 2016 definimos una importante etapa en nuestro hacer colectivo desde la Unidad Básica Integradora Proyecto Agroecológico   1-2.  Estudiantes del tramo 1-2 del Programa de Formación de Grado Agroecología con su docente guía acudimos al Organopónico Hugo Chávez Frías del Núcleo Endógeno Fabricio Ojeda ubicado en el oeste de la capital venezolana.

Desde la llegada a esta territorialidad donde el poder popular se “arremanga los pantalones” y logra avanzar en las diferentes dimensiones que caracterizan la vida en revolución bolivariana, se siente el esfuerzo y el saldo organizativo capaz de tributar en colectivo a las comunidades, concejos comunales y comunas insertos en esta territorialidad. Destaca la infraestructura para las misiones educativas y los amplios espacios para las actividades socio-productivas que, ahora más que nunca, desempeñan importante rol cotidiano contra la guerra económica impuesta por factores internos y exógenos confabulados.

La intencionalidad de esta visita fue la de establecer alianza interinstitucional entre la Universidad Bolivariana de Venezuela desde su PFG en Agroecología y el Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda. Articulación necesaria para ensamblar esfuerzos hacia metas comunes que en el campo de la agroecología y el fortalecimiento del poder popular nos demandan estos tiempos de revolución en transición al socialismo del siglo XXI.

Con este desafío enrumbamos desde temprano nuestro destino y logramos entender, en su justa dimensionalidad, lo que representa un decir y un hacer internacionalista y solidario que, desde la hermana República de Cuba, se hermana con la Revolución Bolivariana en Venezuela. Atendidos gentilmente por mujeres trabajadoras dedicadas a la producción de rubros agrícolas totalmente sanos en condiciones de agroecología urbana fuimos luego de la mano de los maestros Julio Guerra y Noel Hernández, investigadores técnicos cubanos de la agroecología con amplia experiencia en este campo.

Sumados a un importante grupo de estudiantes de la Misión Ribas (Catia La Mar) así como de milicianos de las Milicias Bolivarianas del Estado Vargas establecimos un contingente importante que, atenta y serenamente, avanzamos en el recorrido hasta el lugar en el que nos explicaron la elaboración, paso a paso, de compost (compuesto) con fines de mejoramiento del sustrato o suelo a ser usado para la producción agrícola en sectores urbanos y periurbanos.

En un ejercicio altamente sensorial pudimos enlazar saberes ancestrales y los más contemporáneos aspectos científicos técnicos  asociados a un mejor desempeño a la hora de producir, desde un inoculo propicio, un buen  y fértil compostaje. Desde el humor y la solidaridad grupal tomamos apuntes y establecimos diálogo con los facilitadores cubanos abocados a generar conocimiento desde los propios recursos que podemos encontrar en nuestras comunidades o sectores populares.

Crear y ser solidarios desde la creación definieron la jornada que consideramos de altamente provechosa toda vez que fuimos capaces de conciliar tiempos y visiones la más de las veces divorciados por considerarlos o meramente tradicionales o con un componente altamente cientificista y elitesco donde solo acceden a él los profesionales con estudios especiales. En ese hacer y en el compartir pasamos de la praxis a pleno sol, en los espacios abiertos del organopónico Hugo Chávez Frías, pasamos al aula de clase donde gentilmente evaluamos lo realizado y pudimos conversar sobre diversos aspectos de los talleres que, luego de este jueves, estamos invitados a realizar sin falta.

El ingeniero agrícola Noel Hernández con mucho tino pudo hacernos partícipes de los siguientes materiales:

·         Carta escrita desde el año 2070 para luego pasar, una vez insertos en relación senti pensante con la dimensión ecosistémica,

·   Calendario ambiental con las fechas definidas internacional y regionalmente (Latinoamérica y el Caribe) vinculadas a efemérides ecológicas definidas por la Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones regionales.

·         Manual de organopónicos y huertos intensivos. Equipo de investigadores del Instituto de Innovaciones y Fomento de la Agricultura Tropical de Cuba.

·         Video Aló Presidente (2012) relacionado con la necesaria retoma de la praxis agro-urbana en las principales ciudades del país.

·         Apuntes sobre la nutrición orgánica del cultivo y control de plagas (de las autores Marleny González García y Yanilka Pérez Bocourt)

Toda esta iniciación, todo este diálogo plural siempre estuvo atizado por la necesidad de no perder de vista el contexto terrible asociado al uso de agroquímicos provenientes de la Revolución Verde misma que es hija de la industrialización química de la agricultura tradicional, industrialización ésta proveniente de la industria bélica de post guerra. Convocados a destronar esta visión centrada en la técnica exógena que deriva del capitalismo que cosifica la naturaleza y a su vez la expolia y degrada, entendimos por una vía otra la necesidad de seguir debatiendo estos temas con argumentos y potenciados por voluntades políticas que estén a la altura de los pensamientos y haceres bolivarianos, martianos que es como decir en clave contemporánea los ideales de Fidel Castro y Hugo Chávez.

Son pues estos los cambios epocales que protagonizamos desde el pueblo empoderado, pueblo humilde capaz de ceder cuando más se le pretende acorralar para destronarle de sus conquistas revolucionarias, muchas de ellas inéditas en la mayor parte del planeta que habitamos y nos habita.

Ya pasadas las horas del mediodía y hermanados desde el compromiso ético agroecológico compartimos correos para articular desafíos porvenir con la institución que gentilmente nos atendió así como con los compañeros provenientes del Estado Vargas coordinados por el profesor amigo Oscar Medina.


A continuación imágenes de esta grata y plena experiencia agroecológica revolucionaria que ofrendamos para seguir develando lo concreto de la maravilla de estas articulaciones que estamos empeñados en continuar haciendo:

 En la estación metro agua Salud antes de dirigirnos al organopónico Hugo Chávez Frías en el Núcleo Endógeno Fabricio Ojeda.


 Lechoza y quinchoncho asociados.

 Oeste caraqueño.

 Organopónico Hugo Chávez Frías. 

 Aancestralidades heróicas nos preceden.

 Siempre en nosotr@s.

  Organopónico Hugo Chávez Frías. Al fondo silos Gramoven.

  Canteros con diversos rubros agrícolas.





 Con el Ing. Julio Guerra, técnico cubano asesor del Organopónico Hugo Chávez Frías. 

 Los estudiantes toman sus apuntes.


 Se crece el grupo: Estudiantes P.F.G. Agroecología U.B.V., estudiantes Misión Ribas y milicianos bolivarianos. Taller de elaboración de compost.

 Con el Ing. Noel Hernández, técnico cubano asesor del Organopónico Hugo Chávez Frías. 


 Aprendizaje sensorial.

 Preparación del compostaje.


 Están en nosotr@s: Bolívar y Chávez.

 Invernaderos. Organopónico Hugo Chávez Frías. 



 Aula de clase para el aprendizaje. Organopónico Hugo Chávez Frías. 


 En el dialogarnos.

 Estudiantes P.F.G. Agroecología. Tramo 1-2.


 Estudiantes Misión Ribas Catia La Mar y milicianos bolivarianos del Estado Vargas.




jueves, octubre 06, 2016

Una nota sentipensante sobre el conversatorio: “Lecturas del extractivismo desde los territorios: Hacia una geografía de los conflictos ambientales en Venezuela” del joven investigador venezolano Emiliano Terán Mantovani.

 El investigador y compañero Emiliano Terán Mantovani en plena conferencia. Centro de Química IVIC. 



 Texto y fotografías por: MSc. Nicanor Cifuentes Gil
Docente Universidad Bolivariana de Venezuela (U.B.V.). Sede Caracas.
Miembro del Frente de Resistencia Ecológica del Zulia (F.R.E.Z.)


Del conversatorio con el investigador Emiliano Terán Mantovani, celebrado este martes 4 de octubre en las instalaciones del auditorio del Centro de Química del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) son muchas los aspectos a destacar pues, como sabemos, no suelen abundar esfuerzos de investigación y divulgación de los mismos centrados en un discurso por encima del “jaloneo” maniqueo que abunda en nuestra cotidianidad política y social. Con esto quiero decir que se agradece un discurso de altura, respetuoso y regido por importantes niveles de respeto para con el tema tratado como para los que asistimos al conversatorio.

Mapear dolencias, conflictividades, orienta literalmente el rumbo académico pero mucho más la senda que habremos de seguir los que entendemos los decires y enfoques de la ecología política y la militancia ecológica que nos obliga a “caminar la palabra”, a sudar esfuerzos que nos imponen “resolvernos en multitud” de visiones, de seres, de espacios y tiempos para que se materialice un anhelo plural de sana e integral vinculación de nuestra especie humana con las demás pertenecientes a la biodiversidad planetaria.

La territorialidad y sus consabidas dimensiones de apropiación simbólica y fáctica de los territorios por parte de colectivos humanos (pueblos, naciones) se encuentra en notable vulnerabilidad y sometida a imposiciones que el sistema mundo capitalista genera en su máxima esquizoide de afán de lucro y maximización de ganancias de los pocos (pero muy poderosos) sectores económicos del planeta.

En este sentido la investigación del compañero Emiliano nos sitúa en una notable actualización de los conflictos socio-ambientales en nuestra nación, la República Bolivariana de Venezuela, nación caracterizada por la extrema dependencia de la renta petrolera y de la imposición de una economía rentística de puerto desde donde se exportan materias primas (fundamentalmente energéticas) y donde la industrialización y los enfoques de productividad son desplazados por una cultura “rentística”, altamente importadora y parásita de lo que entendemos, dada su particularidad y dependencia con el petróleo, de petro-Estado.

Eco-régimen en la Revolución Bolivariana. Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

Pero el conversatorio no se queda en la exhibición de las unidades de análisis y en los criterios metodológicos que llevaron a compilar la información que da cuenta de los conflictos sociales y ambientales que, a lo largo y ancho, de nuestra matria, develan las tensiones y los pretéritos y muy novísimos ordenamientos territoriales gestados por la lógica económica capitalista a la que no escapa nuestro país. Estas “nuevas fronteras de los commodities que se dibujan en la región norte del continente suramericano y que, desde las zonas de influencia del capital trasnacional sediento de petróleo, oro, coltán, bauxita, agua, así como de genes pertenecientes a especies biológicas de nuestro neo-trópico venezolano[i], se extreman cada vez más con conveniencia o escasa capacidad de control de los estados naciones han generado y generarán tensiones, cicatrices y conflictos en la biogeografía así como en los pueblos y sus cosmovisiones. 

En el entendido que es vital hacer acopio sistemático de lo que se viene suscitando en nuestra región y país sobre estas tensiones, saber de este esfuerzo investigativo de alto rigor académico y no menos sensible y de militancia ecológica, por parte del compañero Emiliano Terán Mantovani, nos desafía a seguir creyendo empecinadamente en la articulación de más voces y sentires de comunidades intelectuales, indígenas, afrodescendientes, campesinas, pesqueras, urbanas que, atizadas por las consideraciones anti-patriarcales y de respeto a la sexo-género-diversidad, nos obligan de continuo a seguir insistiendo en la articulación de nuestros acervos senti-pensantes, que, como poder constituyente eco-socialista, nos caracteriza y enlaza como común y digno punto de encuentro propositivo y post - capitalista.

Más allá de los antecedentes del “intento” de conversatorio en los espacios del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), de innegable y reveladora condición polémica[ii] dado que sabe pulsar puntuales nudos críticos que exacerban y accionan los niveles de ¿auto-defensa? del proyecto entendido como “bolivariano y chavista” en cuanto a la tolerancia a la crítica rigurosa y propositiva de las políticas económicas, ambientales y culturales ejercidas por el Presidente Nicolás Maduro Moros, este espacio – tiempo que nos dimos desde la solidaridad y la gana “martiana” de reconocer lo que somos para resolver lo que seremos como militancia ecológica consciente de los que representan los extractivismos de viejo y nuevo signo, esta postura valiente del compañero Emiliano no debe quedar subsumida por coyunturas de bando y bando (si cabe la expresión) sino que debe generar un punto de inflexión para acercar(nos) desde la idea emancipadora necesarios “vasos comunicantes” para saber qué estamos haciendo como país y con la naturaleza bio-diversa que dentro de él se encuentra.

El manejo investigativo de amplio espectro nacional de los actores involucrados en los conflictos de tipo socio-ambiental, de los habitantes así como de sus tensionados modos de vida ante el enquistamiento de formas de apropiación del territorio (y de sus vidas) configura, a mi humilde entender un valioso e inédito aporte para la ecología política venezolana y suramericana toda vez que da luces muy nítidas de lo que se ha venido gestando- incubando desde el eco régimen que en nuestro particularizado petro – estado sigue manteniendo su tendencia y no pareciera encontrar nuevos esquemas, enfoques, decires ni haceres pese a que ya se ha hecho del común de la población la necesidad de entendernos como una nación en transición al Eco-socialismo (verbigracia el V Objetivo Histórico del Plan de la Patria: Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana).

Centrado en la idea – fuerza del investigador Gudynas, Emiliano nos recuerda que debemos vincular el fenómeno del “extractivismo” como un emprendimiento específico. Es en los territorios donde se da la extracción y de allí que sean (notorios y a momentos no) las nuevas ordenaciones del territorio desde la lógica capitalista. En este sentido la lectura que se hace del extractivismo es desde los territorios y se pretende avanzar hacia una geografía de los conflictos ambientales en Venezuela.

Es revelador saberse inmerso en un país donde, en los actuales momentos en los que se redacta esta nota, en los actuales momentos y “en pleno desarrollo” existen, se configuran emblemáticamente 20 conflictos ecológicos donde sin duda estamos en presencia de un notable y agravado desajuste de distribución económica y ecológica (difícil separar el uno del otro). Entonces es cuando reiteramos, ante la nítida evaluación de estos casos, que el ordenamiento del territorio ha estado y sigue estando en función del extractivismo.

Emiliano Terán Mantovani destaca en un momento de su reveladora conversa que siempre  hay zonas donde hay reservas de “recursos”[iii] naturales y allí se generan “quiebres acumulativos de capital” y que en el caso venezolano están, fundamentalmente remitidos a las zonas del Estado Bolívar (centro sur del país) enmarcadas fundamentalmente con la Faja PetrolíferaArco Minero del Orinoco y  la Sierra de Perijá (noroccidente del estado Zulia) al occidente del país. (En este sentido recomiendo leer la nota: “Los arcos mineros: De Perijá al Orinoco, de mi autoría sobre una luminosa conversa colectiva con el antropólogo y militante en defensa de los derechos humanos y ambientales MSc. Lusbi Portillo)

En el transcurso del conversatorio, pendulamos entre la novedad reveladora y el asombro desafiante que convoca a seguir haciendo más en procura de rigurosas investigaciones académicas así como de diálogos fecundos con las comunidades, con el poder constituyente ecologista (ecología de los pobres). Emiliano ofrenda el siguiente dato: 82 conflictos socio-ambientales presentes en 18 de las 24 entidades político administrativas (estados) de nuestro país. Un mapa de la República Bolivariana de Venezuela cruzado por una línea ecuatorial separa a un país en cuyo norte abundan dinámicas urbanas conflictivas centradas en la “formalidad” que se asocia a la primera industria de extracción petrolera y de refinación petroquímica del país: Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). Hacia el sur de esta línea ecuatorial que el investigador establece, la dinámica conflictiva “en promedio” no es tan formal, no está asociada mayormente a institución pública estatal y es allí donde destaca la minería y extracción maderera ilícita. El solo hecho de esta compilación ya nos orienta sobremanera.

Varios, revela el compañero Emiliano, fueron los criterios, variables a ser considerados, cada uno de ellos con escalas de variado tenor, para así poder destacar el tipo de conflictividad ambiental, la contemporaneidad del mismo, las funciones ecológicas mermadas por  estas dinámicas conflictivas e incluso los niveles alarmantes de militarización de los casos considerados. Esta metodología se asume honesta, no existe en la narrativa del joven investigador la patológica ausencia de reciprocidad que caracteriza a la academia encasillada en el afán de “lucro académico” donde la más de las veces las comunidades en estudio son “saqueadas” son meros objetos de estudio poseedoras de un “lucrativo” conocimiento que habrá de legitimarse en las “honorables” universidades nacionales e internacionales. 

Esto es tan notable y digno de destacar pues ya se configuró un útil Atlas de la Justicia Ambiental[iv] (encabezado por las orientaciones del destacado investigador catalán Joan Martínez Alier) donde Venezuela ya cuenta con una importante actualización de sus conflictos ambientales. De igual manera es vital mencionar el investigador Emiliano Terán Mantovani, siguiendo esquemas metodológicos parecidos a los empleados en la configuración de este Atlas, ofrenda a la comunidad un relevante Dossier – Expediente sobre el Proyecto Arco Minero del Orinoco (A.M.O.).

Tener un mapa para orientarnos a escala nacional es una grande herramienta para orientar articulaciones en el mediano y largo plazo y para que desde la “cartografía del presente” se puedan “otear” vulnerabilidades denunciables, incrementos de la “criminalización de la disidencia” hacia proyectos de mega-minería o mega-infraestructuras que comprometan el derecho que tienen futuras generaciones al disfrute íntegro de la naturaleza.

Saber que son alarmantes las crecientes “Zonas de Sacrificio Ambiental” y que se comienzan a establecer nuevas variables en virtud de los que se viene gestando en la dimensión real, en el pleno desarrollo, de los acontecimientos nos obliga a prestar acuciosa atención de las diversas movilizaciones que, dada su particular tipología, aunado al incremento de los niveles de violencia (¿innegable lucha de clases- intereses económicos?) demandan mayores esfuerzos para la contención integral y colectiva solvencia de los conflictos.

Pasarse por conceptualizaciones y categorías de la ecología política y ver como las mismas se erigen en el plano real, se cartografían y se inflaman a partir de duros testimonios de personas, movimientos ecologistas revela la insoslayable necesidad de emprender creativos insumos para el debate y la acción.

Revela el investigador Emiliano que en un país petrolero como la República Bolivariana de Venezuela, el mayor conflicto socio-ambiental está asociado al “commoditie” oro. Así vemos una linealidad alarmante: Boom (expansión) de los commodities, expansión desarrollista y aumento de los picos de conflicto.

El planteamiento metodológico y propositivo pretendieron revelar (reconociéndonos) desde la pragmática del poder cómo se materializa la categoría petro – Estado y cómo ha venido desplegándose su influencia para contribuir al aumento de una notable acumulación capitalista, de una maximización del discurso (gastado pero siempre relanzándose como “nuevo”) amparado en los objetivos macro-económicos.[v], de una lamentable y esquizoide apropiación de los “recursos” naturales con una evidente asimilación de las posturas críticas a este accionar del petro-Estado a partir de la asimilación y/o cooptación que propicia la política rentística como ética negativa que se ha venido incubando en el país desde que comienza la explotación del petróleo.

Acercarnos, de la mano del propio investigador, en la geografía política de los impactos socio- ambientales nos obligó a revisar cuáles serán las afectaciones de las fuentes de agua, cómo esto tributa, se conecta con presentes y futuros escenarios de inseguridad alimentaria y con una notable pérdida de la biodiversidad. En este mismo reconocimiento “senti-pensante” pudimos enterarnos de conflictos ambientales asociados a exposición a desechos tóxicos de alto impacto poblacional tales como los provenientes del mercurio (Hg), ácido sulfhídrico (H2S) así como coque de petróleo. Saber de este flujo de desechos tóxicos, observarlo en un mapa de escala nacional obliga a trascender el debate y pasar a la acción ecológica militante – propositiva.

Geografía política de los impactos socio-ambientales en Venezuela. Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

Y es entonces cuando la territorialidad se desmembra ante estos conflictos que se erigen a escala nacional y se presenta la “ruptura metabólica”. Pese a ver conflictos de los cuáles es complejo (y hasta inviable) separar lo económico de lo ecológico, es revelador entender cómo comienzan a aparecer en el Alto Caura (Sur del país) una narrativa indígena anti minera toda vez que se acumula un caudal de experiencias, tensiones y alarmante realidades que anhelan contener esta actividad que por los momentos pareciera incontrolable. No obviar que también se han presentado en la zona de El Manteco (2015) protestas de mineros a favor de la actividad minera pero entendemos que esto fundamentalmente se debe a conflictos vinculados a problemas de distribución económica.

Territorialización, des-territorialización y "ruptura metabólica".Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

No requiere de considerables pruebas el hecho de que las rupturas “metabólicas sociales” producto de dinámicas conflictivas fomentan la aparición de patrones de insostenibilidad social, económica y ecológica que deben ser atendidos integralmente por el Estado – Gobierno. Esto viene concomitante con las aseveraciones del compañero Emiliano Terán Mantovani cuando, no nada más cartografiando estas dinámicas conflictivas ambientales sino haciendo seguimiento pormenorizado del tema petrolero nacional – global que apuntan hacia la crisis del petro- estado y el probable agotamiento del eco-régimen asociado a éste.

Saltan ante el auditorio las gráficas sobre rentabilidad del petróleo comparándose a Venezuela con los Estados Unidos de Norteamérica. De igual manera se revela la lámina donde, a partir de declaraciones del actual Ministro del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Eulogio del Pino: “(…) Alrededor del 90% de la extracción del oro en Venezuela proviene de la minería ilegal”. En el caso del oro, el compañero Emiliano destaca que para el año 2009 por la vía de la minería “no formal” se extrajeron de toda Venezuela 12.23 toneladas; en el año 2014 hubo un notable descenso: 1.09 toneladas pero para este año (2016) se proyectan ya de 10 a 15 toneladas anuales de este mineral.

Historia de la producción aurífera en Venezuela. Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.


Al tocar estos temas es impostergable hablar de las mutaciones e hibridaciones (legal – ilegal/ formal –informal/ capital privado – capital público/ militares – mafias mineras) que nos llevan a replantear, a re-elaborar un nuevo sentido de la gobernanza en estas zonas del conflicto ecológico donde se establecen las duras apropiaciones de los elementos naturales apetecibles para el capital trasnacional capitalista.

En cuanto a las tendencias y conclusiones, me sirvo de fotografías de las importantes láminas presentadas por Emiliano Terán Mantovani para someter a debate, a riguroso, argumentado y propositivo debate esta creciente elevación de la injusticia ambiental a escala nacional que nos atiza, que nos remueve y que nos desafía a emprender, insistir siempre en ello, a “resolvernos en multitud” para que no haya patria “desarrollada” con elevados niveles de exclusión y desconocimiento de las cosmovisiones otras a las que abundan en los centros urbanos, consumistas “petrolizados” del norte costero del país que habitamos y nos habita.

Destaco, antes de insertar las imágenes de las láminas una consideración del compañero Emiliano afín a lo anteriormente dicho en las líneas anteriores: “Se crean condiciones para una ambientalización de las luchas populares, incluyendo en las ciudades”. Yo añado y recalco que es este, no lo dudemos, el acervo del poder constituyente ecosocialista que debe ser capaz de, trabajando por la salvaguarda de la vida perdurable[vi], ecologizar la revolución. En relación a esto último que se plantea recomiendo leer la nota de mi autoría: ¿Seremos capaces de ecologizar la Revolución Bolivariana? 

A continuación las láminas de la autoría de Emiliano Terán Mantovani con algunas tendencias y conclusiones:

Algunas tendencias y conclusiones (I). Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

Algunas tendencias y conclusiones (II). Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

Algunas tendencias y conclusiones (III). Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.


Finalmente el respetable y reconfortante debate así como la interacción despertada al cierre de la conferencia: “Lecturas del extractivismo desde los territorios: Hacia una geografía de los conflictos ambientales en Venezuela” del investigador y compañero Emiliano Terán Mantovani nos lleva, a mi humilde juicio, a no perder de vista que:

  • Debemos seguir indagando, “oteando” la conflictividad tensionante que se genera cuando en un país como Venezuela, se propicia desde el petro–Estado, desde su eco-régimen (sometimiento de la naturaleza con fines de expoliación extractivista) una notable re-primarización y una notable desindustrialización.
  • Los extractivismos acá trabajados en la conferencia están ampliamente asociados con el extractivismo minero energético sin embargo no debe perderse de vista que existen diversos extractivismo (pesquero, agrícola, urbano, etc.) y diversos conflictos asociados a éstos.
  • En cuanto a la gobernanza territorial: ¿Cuál es el rol o papel de los diversos actores?
¿Ausencia de Estado?, ¿Hacia nuevos regímenes de gobernanza? Lámina autoría de Emiliano Terán Mantovani.

  • Los actores ecológicos a ser considerados en el mapeo de conflictos ecológicos: El pueblo afro-descendiente (verbigracia lucha ecológica difusa (ecologismo de los pobres) pero real asociada a la Laguna de Tacarigua, estado Miranda así como la población de El Callao, estado Bolívar al sur del país).

  • El replegamiento hacia el “centro ¿geográfico?, ¿administrativo?” de las políticas de inversión – atención social del gobierno bolivariano indudablemente, dado el descenso del ingreso petrolero, Las poblaciones han quedado “en suspensión”. Estas políticas de “inversión social” replegadas obligan a las poblaciones en estados “de sobrevivencia” a procurarse los medios de vida (“por un gramo de oro”) y terminan insertos en la depredadora lógica de la minería ilegal.

  • Ante la necesidad de uno de los asistentes a la conversa de “tomar en cuenta al habitante que necesita sobrevivir en las territorialidades de conflicto ecológico (Zonas de Sacrificio Ambiental) para que hablen los habitantes y no nada más los datos compilados y filtrados para ser “cartografiados”, el compañero Emiliano respetuosamente comenta que como investigador él está vinculado al estudio de las estructuras del poder pues interesa entender el “sujeto” más allá de lo privado y lo público. Sabemos y entendemos que es menester saber cómo luchan los “sujetos ambientales” en estos conflictos sin embargo es clave no perder de vista que casualmente por ser esto un mapeo de las dinámicas conflictivas ecológicas se requiere no visibilizar toda la información por resguardo básico y altamente entendible de los sujetos, movimientos y del propio investigador. Añade más el investigador Emiliano: “Debemos pensar el Estado más allá de su materialidad para avanzar hacia lo fenomenológico, es decir, hacia la determinación de las relaciones (diversas por demás) con el Estado.



* * *

Más información sobre el compañero investigador Emiliano Terán Mantovani así como de insumos para el debate ecológico político de su autoría (fuente Rebelión) revisar: http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Emiliano%20Teran%20Mantovani&inicio=0


Más imágenes de la conferencia:


Presentación inicial por parte de la Dra. Eglee Zent. Centro de Antropología IVIC.

En el debate colectivo luego de la conferencia del investigador. 

Cierre de la conferencia. Se encienden los desafíos colectivos.




6 de Octubre de 2016.
El Amarillo, Estado Miranda. 10:21 a.m.






Notas:
[i] Nunca obviemos la bio-prospección y la bio- piratería como estrategias de saqueo o versiones más sofisticadas, pero igual de nefastas, del esquema de “acumulación por desposesión” que hacen los países hegemónicos del Norte de los países del Sur.

[ii] Tantos los antecedentes como el conversatorio.

[iii] Nosotros, los ecologistas los entendemos como elementos.

[v] ¿Cuándo posicionaremos la exigencia de cumplimiento de objetivos macro-ecológicos?  Ver en clave crítica: Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas O.N.U. y planteamientos asociados a considerar a la Madre Tierra (Pachamama) como sujeto de derecho. 


Ver la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia / Título II: Medio Ambiente Recursos Naturales, Tierra y Territorio (2009) y la Constitución de la  República de Ecuador, Capítulo Séptimo (2008). 

 

[vi] Manejo esta "categoría" en contraposición poética y militante versus la idea fuerza (estafa) del desarrollo sustentable-sostenible. La misma está asociada a la poética del venezolano Aquiles Nazoa, impecable ser sensible de nuestra nación.