Encuentro – conversatorio: “Arco Minero del Orinoco. Extractivismo vs. Ecosocialismo. Huellas sobre la territorialidad”. Naguanagua, Estado Carabobo. Sábado 22 de octubre de 2016.
Por: MSc. Nicanor Cifuentes
Gil
Docente Universidad Bolivariana de
Venezuela
Eje Geopolítico Cacique Guaicaipuro.
Desde
la duda, desde el no saber pero con ganas de aprender es que se inicia esta
travesía que junta latencias de la capital venezolana Caracas con el esfuerzo
pedagógico popular agroecológico de los compañeros y compañeras de la aldea Héroes de Canaima 4-F. Este, decirlo, sigue siendo una espacialidad de un
importante saldo organizativo para la articulación de experiencias vinculadas
con la formación sociopolítica y la praxis eco-socialista permanente, pues
desde el VI Congreso Venezolano de Diversidad Biológica celebrado en octubre
del año 2015, sabemos que esto que se erige, que colectivamente germina en esta
aldea es realmente ajeno a retóricas malsanas y sí una demostración de
latencias para la creación plural y socialista.
Desde
algunas llamadas telefónicas puntuales y con la gana de juntarnos establecimos
vínculo con días de antelación para poner en diálogo un debate medular, un
debate que no debe ser pospuesto que no es más que el vinculado con el decreto
de creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero del
Orinoco” (Decreto 2.248), de fecha del 24 de febrero de 2016, publicado en el
Nro. 40.855 de la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela del
24 de febrero de 2016. Este tema genera controversia toda vez que está en
tensión la visión y praxis del ecosocialismo enunciado desde el proceso
revolucionario bolivariano versus
esquemas de exploración y explotación minera de alto signo extractivista y con
una participación de empresas trasnacionales asociadas a la industria minera de
corte capitalista fundamentalmente, las cuales serán convocadas en calidad
“socios minoritarios” en un ordenamiento del espacio territorial venezolano así
como de las normativas y marcos de entendimiento para avanzar en la explotación
de diversos minerales presentes en el “Arco Minero del Orinoco”.
Repasar
desde un enfoque integral y no proclive a visiones “quebradas” por diversos
intereses este tema obliga a hacer acopio de argumentos, análisis crítico
propositivos que permitan enlazar las diversas realidades, los diversos datos
que, aún a la fecha de hoy, son desconocidos por la población venezolana, misma
que en plena guerra económica y con sacudones violentos provenientes de una
incesante guerra de cuarta generación, insiste en que se le consulte este tipo
de decisiones que estarían comprometiendo el futuro de generaciones que
necesitarán elementos naturales que en interacción ecosistémica permiten que se
establezcan importantes ciclos naturales de amplia influencia a escala
regional, nacional y planetaria.
En
la conversa iniciada a las 9:30 a.m. aproximadamente debimos hacer emocionado y
consciente esfuerzo para entendernos desde visiones sobre ecología, de la
economía necesaria para avanzar seguros a la materialización del ecosocialismo del
siglo XXI y la geopolítica planetaria para no ahondar en el tema minero del sur
de nuestra matria, desconectados de latencias, padecimientos y realidades
padecidas por los mineros y mineras que hoy en la zona donde se pretender
activar esta Zona de Desarrollo Estratégico hace vida y despliegan una
“cultura minera” que no debemos obviar.
Desde
un puntual preámbulo histórico que dio cuenta de los imaginarios y
padecimientos desencadenados a raíz del encontronazo de culturas desde fines
del siglo XV con el arribo a nuestras costas de conquistadores españoles que
derivaron un terrible proceso de saqueo, explotación y privatización de
nuestros elementos vitales, naturales y culturales. Desde el creciente ego conquistador
(Ego conquiro al que hace referencia
el maestro filósofo latinoamericano de la liberación Enrique Dussel) que en
codicia activo una expoliación que llenó las arcas de un imperio español muy
desgastado por ocho siglos de confrontación con el mundo musulmán del norte del
continente africano pero que, paulatinamente y con grandes saqueos etno y
geocidas, vio una posibilidad histórica para desplegar su visión de mundo
cristiano-céntrica, euro-céntrica y colonial patriarcal para erigirse como
única manera de entender el mundo y a la par de hacerse de él sin ser sojuzgado
pues las armas, el poderío bélico lo tenía en sus manos.
Desde
algunas láminas que nos revelaban este avance histórico inter-continental
(Europa, África y América) pasamos a entender lo acaecido en nuestra
territorialidad desde el siglo XV al siglo XX con el paso por los siguientes
aspectos geopolíticos, geohistóricos muy vitales para entender en simultaneidad
y con alto rigor los devenires que nos traen a la pugna entre la necesidad de avanzar
a estadíos donde el ecosocialismo sea más que significante enunciado y donde el
debate minero extractivista todavía ocupa los días del presente nacional.
Estos temas abordados en detenimiento e hilados como ítemes permitieron un avance cierto para asumir el tema en justa dimensionalidad de aristas y contextos. Pasar en detenido análisis desde el Siglo XV hasta el siglo XXI haciendo transversal la secularización que se hace de la técnica, del saqueo, del extractivismo para la obtención de minerales (preciosos o no) que permitan incrementar el “poderío” de imperios hegemónicos desde la maleva lógica de “acumulación por desposesión” es tarea que no se debe soslayar y sí develar para poder entender qué es lo que estaría moviendo desde la colonialidad del poder y el saber estas incómodas realidades donde sigue pretendiéndose “naricear” a los estados naciones soberanos a seguir esquemas desarrollistas aniquiladores de la vida toda.
Estos temas abordados en detenimiento e hilados como ítemes permitieron un avance cierto para asumir el tema en justa dimensionalidad de aristas y contextos. Pasar en detenido análisis desde el Siglo XV hasta el siglo XXI haciendo transversal la secularización que se hace de la técnica, del saqueo, del extractivismo para la obtención de minerales (preciosos o no) que permitan incrementar el “poderío” de imperios hegemónicos desde la maleva lógica de “acumulación por desposesión” es tarea que no se debe soslayar y sí develar para poder entender qué es lo que estaría moviendo desde la colonialidad del poder y el saber estas incómodas realidades donde sigue pretendiéndose “naricear” a los estados naciones soberanos a seguir esquemas desarrollistas aniquiladores de la vida toda.
Hecho
este necesario recuento, el auditorio ensambla una intencionalidad pretérita y
contemporánea que justificaría la agresión a lo natural con el objeto hacerse
de ganancias que terminan cosificando, mercantilizando la vida e insuflando un
ciclo perverso que va mermando las capacidades de carga de los diversos
ecosistemas planetarios.
El
tema del Arco Minero del Orinoco, la activación de plataformas contrarias a
este decreto, la puesta en marcha de un novedoso y no menos polémico ministerio
de poder popular para el desarrollo minero ecológico desde el poder ejecutivo
nacional habla de un momentum que
debe llamarnos como estudiosos del tema ecológico a establecer vías de
comunicación efectivas que depuren la toxicidad dialógica con la que se viene
encarando este medular tema.
Abordar
la línea histórica reciente que en Venezuela, desde la llegada al poder del
Presidente Hugo Chávez Frías se apostó por una refundación de la matria
venezolana erigida en colectivo con la participación y el protagonismo del
poder constituyente nos permitió, en el espacio tiempo del conversatorio,
contrastar la exclusión de las élites gobernantes del país que sometieron al
pueblo a políticas de choque neoliberales altamente entreguistas a la banca
internacional. El empuje emancipatorio, nacionalista y de empoderamiento de los
sectores otrora marginados y no considerados en la construcción de la nación
confluyeron en el esbozo de reordenamientos territoriales en procura de
hacernos soberanos de los elementos naturales, la energía y los minerales
presentes en nuestra matria.
En
ese reordenamiento territorial no estuvieron exentas lógicas de potenciación de
la tecnocracia y sus narrativas desarrollistas que ven en un “maquillado”
extractivismo la única vía (de allí la denuncia argumentada de un discurso y
una praxis política moderna) para el alcance de la categoría “país – potencia”
(Tercer Objetivo Histórico) que estaría mermando el alcance cierto del Quinto
Objetivo Histórico enunciado en el segundo plan socialista para la nación
conocido como Plan de la Patria 2013-2017.
Asumir
estas contradicciones con praxis argumentada y propositiva, sin zafarnos de
análisis críticos y desde una ética capaz de no hacer vulnerable lo alcanzado
en los 17 años de construcción plural en Venezuela ha de ser una tarea
permanente a considerar toda vez que la geopolítica continental una vez que
desaparece físicamente el Comandante Hugo Chávez Frías se inflama de dolencias
y quiebres a escala regional – continental – global que parecieran apostar por
una restauración del poder conservador y de ultraderecha.
En
un diálogo diáfano, con dudas y certezas, con aspectos técnicos abrazados al
fraseo de lo popular que nos cruza el alma a la hora de escribir y actuar en
salvaguarda de la vida perdurable es que pudimos acentuar y hacer seguimiento
colectivo de nudos críticos que debemos reconocer para resolver realmente.
Resolvernos
en multitud para propositivamente establecer retícula afectiva que compile y
efectivamente comunique exhortos y enmiendas a “entuertos” a la hora de
considerar a inversionistas trasnacionales a que participen de este llamado de
activación del motor minero, uno de los 15 motores considerados para activar la
agenda económica bolivariana.
Sabemos
que la información no ha fluido pues se está en etapa proyectiva de esta Zona
de Desarrollo Estratégica conocida como “Arco Minero del Orinoco” mas sin
embargo en la incertidumbre y en plena guerra de cuarta generación no avanzar
con una política comunicacional efectiva, diáfana y no acompasada a los ritmos
y lógicas de explotación minera tradicional nos permitiría crecer como sociedad
capaz de juzgar las acciones económicas en procura de la defensa de un proyecto
país en vías al socialismo.
Nos
informamos sobre las dinámicas de la minería y los principales aspectos a
considerar cuando se avanza en la exploración y futura explotación minera de
oro aluvional, coltán y demás minerales. De igual manera abordamos, desde la
proyección de imágenes, las secuelas que la minería lícita e ilícita ha dejado
hace décadas en la zona sur (Estado Bolívar) y entendimos los costos que el
consumo de agua y energía demanda para esta actividad económica harto conocida
(y padecida) en un país con más de cien años explotando (y viviendo de esa
explotación) de hidrocarburos.
Analizamos
en detenida exposición las visiones que esta política minera estaría haciendo
converger desde estamentos con diversos e irreconciliables intereses: ¿qué
enfoques, qué realidades desde un análisis de costos – beneficios pudieran
estar privilegiándolos siguientes actores sociales sobre esta zona del país:
los pueblos originarios, los capitalistas de la minería nacional y trasnacional, los intereses de ordenamiento
territorial del ejército nacional bolivariano, el poder ejecutivo, los
ecologistas, los profesionales de la minería?
En
este sentido juntos y juntas asumimos la nula o escasa pedagogización del tema
por parte de ecologistas y estudiosos de la minería para poder articuladamente
entender y revisar las muchas dudas y miedos que pendulan sobre esta zona
conocida como “Arco Minero del Orinoco”.
- ¿Qué de las ecologías, cosmovisiones, cosmogonías y territorialidades se solapan, se quiebran y se “atizan” desde la activación de este decreto de desarrollo de la actividad minera a grande escala?
- ¿Qué de nuestro fraseo y nuestra praxis debe hacer deslinde efectivo de deformados enfoques que pretenden reducir este decreto a una “avanzada” del iletrado presidente que desde hace tres años traiciona un legado ecosocialista erigido por el presidente Hugo Chávez?
- ¿Qué observatorio popular de conflictos socio-ambientales, alimentado por dudas, miedos, datos, imágenes, cantos, testimoniales de hermanos y hermanas indígenas de la zona inserta en el decreto de creación del Arco Minero del Orinoco, pudiera tener cabida con el apoyo de una ciencia liberadora, no maniquea ni prestada a visiones partidistas, mezquinas que en nada resuelven la tensión que deriva de este decreto?
- ¿Qué rol juegan las universidades y sus escuelas y departamentos de ciencias, estudios jurídicos, antropología, sociología, artes para entender estos temas vitales para el futuro de la matria venezolana y sus generaciones venideras?
- ¿Qué papel habremos de asumir la militancia del poder popular constituyente ecosocialista venezolano para no dejarnos tutelar ni cooptar por partidos políticos o poderes del estado gobierno y poder entablar diálogo de saberes diáfanos y comunes?
- ¿Qué acentos damos a la negatividad y a las caricaturescas visiones del tema sin antes acudir a respaldos geográficos, antropológicos y ecológicos que fundamenten como debido es nuestra “visión de los hechos”?
- ¿Qué pueblos del sur de la matria venezolana no están contemplados en justa y respetuosa consideración en nuestros cálculos urbanos, aislados y distantes de los padecimientos complejos de vieja y nueva data que allí existen?
- ¿Qué de la cultura tributaria que despunta en el país pudiera paliar en términos presupuestarios nacionales la urgente necesidad de abordar la minería como opción de soberanía económica y geopolítica?
- ¿Podrá seguir “jalonando” con fuerza nuestra praxis política revolucionaria la cultura de codicia que se sustenta en la explotación de minerales de zonas altamente frágiles en cuanto a bio y sociodiversidad?
- ¿Qué de la propuesta de reconversión laboral de mineros y mineras que ofrende nuevas y efectivas opciones de vida que desintoxiquen la vida asociada a la expoliación de la tierra y del ser humano en estas zonas donde abundan los minerales preciosos y estratégicos?
- ¿Qué paradoja ética (si es que acaso la vemos como paradoja ética) se plantea toda vez que el alto porcentaje de ganancia obtenido de esta política minera (60%) va destinado a inversión social?
- ¿Nuevamente la tierra, el cosmos natural y sociocultural asumiendo silente las externalidades de este experimentar “otras” opciones de desarrollo productivo que sabemos apuesta por nuestra tendencia (impuesta por demás por países hegemónicos) de nación con economía de puerto, de nación desindustrializada y con economía re-primarizada?
Estas
dudas, más algunas otras confesiones y análisis humanos estuvieron en la
“dermis” de lo conversado en más de cinco horas de encuentro conversatorio
donde jóvenes y adultos de diversas profesiones permitieron afectuosamente la
creación de un espacio tiempo para sabernos desafiados por un tema, por una
ética ecosocialista que demanda contraloría, corresponsabilidad y crítica
propositiva ante instancias que la misma institucionalidad política bolivariana
a erigido y que la más de las veces solemos desconocer olímpicamente por
defecto consciente y/o inconsciente.
Hablamos
finalmente de unas ganas de seguir en una itinerancia que nos vaya acercando a
temas álgidos como estos para en socialización y vinculación dialógica sabernos
“resolver en multitud” sin discriminar opiniones que tributen a ver(nos) en
desafío común para salvaguardar la vida de toda estafa, de toda “zancadilla
politiquera” que deslegitime una ocupación sentipensante que nos caracteriza.
Finalmente
extiendo mi grande agradecimiento a la amiga Violeta Gómez y a los compañeros
de la Red de Escuelas Populares Agroecológicas Ezequiel Zamora “Aldea Héroes de
Canaima 4–F/Manos a la Siembra
Carabobo”: Eduardo Gil, Martha León, Sandra Méndez, Germán Padrón. De igual
manera un abrazo solidario al compañero Ángel Moreno (Red de Escuelas Populares
Agroecológicas Ezequiel Zamora –REPAEZ- “La Yaguara”/Manos a la Siembra
Carabobo) y Armando Rodríguez (REPAEZ “Ovidio Ceballos”/ Manos a la Siembra
Carabobo), con quienes esperamos mantener vínculo frecuente desde la praxis
educativa popular en clave agroecológica. Sigamos activos que en juntera es que
podemos asumirnos capaces de “desfacer
entuertos” y salvaguardar dignamente la vida perdurable que merecemos. De igual manera a los colectivos feministas y a las y los "compas" cuya fraterna y atenta escucha me llevaron, nos llevaron a tejer diálogo por más de 5 horas.
Acá algunas imágenes tomadas por mi persona y la compañera Lilia Ana Márquez Ugueto de esta importante jornada de articulación:
Más imágenes de la autoría del compañero militante José Serrano en el siguiente enlace electrónico. Se agradecen siempre todos los comentarios que la nota y sus imágenes puedan derivar:
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