Acusan al Gobierno de usar a los indígenas e irrespetar sus derechos

Tomado de: Diario La Verdad. Maracaibo. Estado Zulia.
Republica Bolivariana de Venezuela.
http://laverdadzulia.com/detnotic.php?CodNotic=24634
Sociedad Homo et Natura
Ayer (24 de noviembre de 2009) en horas de la tarde la sala dos del tribunal de control del estado Zulia conoció y decidió desfavorablemente a la apelación introducida por la defensa de Sabino Romero y Alexander Fernández, argumentando como lo ordena la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas con base a la Constitución Bolivariana que los delitos imputados a estos ciudadanos indígenas deben ser conocidos por la jurisdicción especial indígena misma que consiste en un proceso judicial de acuerdo a sus costumbres y cultura, en manos de las autoridades que tradicionalmente administran justicia en su pueblo y con penalidades aplicadas de acuerdo a sus constumbre sin extrañarlos de su territorio cultural y social.
Este beneficio no era en primera instancia ni en la apelación una opción de los jueces, lo que se solicitaba er el reestablecimiento de los derechos que les da a los indígenas el estado de derecho. Los hechos juzgados ocurrieron entre indígenas del mismo pueblo y en territorio indígena.
El reestablecimiento de este derecho beneficiaba a todos los involucrados en los sucesos del 13 de octubre, incluido Olegario Romero, quien especificamente pidió respeto por su justicia propia, negándose a declarar ante lo tribunales penales y los funcionarios “watias” que lo imputaban.
Además se exigía la anulación de las decisiones que en materia penal se había dictado en primera instancia por no estar ajustadas a derecho , sin base en prueba alguna suficiente aún por la jurisdicción penal ordinaria. Dichas actuaciones arbitrarias, en desconocimeinto de la ley, acarrean responsabilidades civiles y penales para jueces y funcionarios involucrados.
La sala de apelaciones lo que hizo fue hacerse cómplice de los desafueros de la instancia inicial, dejando la causa para la jurisdicción ordinaria con la insuficiencia probatoria inicial. Es decir dió como apropiada una decición sin testimonios, ya que fueron anulados todos, por ausencia del Ministerio Público en las actuaciones del CICPC donde incluso la propia jueza de la causa ha ordenado una investigación por denuncias de torturas de dos de los interrogados (Sabino Romero Izarra y Alexander Fernández), y con dos pruebas relativas como la planimetría y la prueba de la pólvora, insuficientes en una reyerta y en una zona rural donde todos son cazadores.
Denunciamos a las instancias judiciales involucradas por hacerse cómplices de lo que hasta ahora es la criminalización de dirigentes indígenas en su lucha por la tierra, para ocultar la responsabilidad de quienes evidentemente ordenan estas decisiones desde los ministerios más importantes del ejecutivo nacional y anunciamos la voluntad de la defensa de agotar las instancias legales para buscar justicia para los indígenas yukpas criminalizados y secuestrados por el estado-gobierno, con la esperanza de que por fin se restablezca el estado de derecho.
Desde temprano ayer se hacia plantón de solidaridad con los yukpas imputados, activistas de la Sociedad Homo et Natura, del Movimiento Estatuista de Maracaibo y del Núcleo Endógeno Cultural Capirugente, algunos familiares de Sabino Romero que pudieron llegar por su cuenta ante la precariedad de recursos y pese a las enfermedades que aquejan a su comunidad Chaktapa, como lo constató una misión médica que acudió en socorro este fin desamana al rio Yaza. También había estudiantes y profesores universitarios de distintas casas de estudios de la región.
En horas del mediodía se presentó un grupo de familiares de Olegario Romero a las puertas del palacio de justicia zuliano traidos por la dirgente yukpa Amalia Pérez, quien es responsable entre los yukpas de inicar la calumnia de abigeato que originó en enfrentamiento del 13 de octubre, operadora conocida del Ministerio del Interior y de la Viceministra Tamara Duque, coordinadora del plan yukpa y del plan de seguridad integral de frontera.
Exaltados y llenos de dolor como le sucede a los familiares de todos los involucrados, gritando a favor de “que se aplique la ley criolla (watia)” y “que los que están presos se queden presos”, “así Olegario se quede preso” y acusando a los activistas y familiares de Sabino de asesinos y cómplices del cacique. La experiencia, el dolor compartido y la condición de conocer desde muchos años el hacer solidario de los activistas con su causa originaria evitó enfrentamientos para los que fueron tristemente provocados y traidos.
Semejante manipulación vergonzosa y evidente del dolor de los deudos de las víctimas no es nueva y funcionarios de la burocracia ministerial de Ambiente, Pueblos Indígenas e Interior y Justicia vienen trabajando esta matríz de criminalización para ocultar tras el velo de las calumnias y el histórico enfrentamiento entre indígenas y terratenientes, la intención de no entregar las tierras autodemarcadas por los indígenas de acuerdo a las leyes y la Constitución de la Patria, para favorecer los negocios de la minería que un sector poderoso de la burocracia tiene con el capital transnacional.
Para Sabino Romero y sus compañeros de lucha y de reclusión parece evidente que no habrá justicia ni derechos indígenas, porque un Estado ajeno a los mandatos de las leyes preso de los grupos de interés corporativo, pretende convertirlo en un ejemplo nacional de lo que les sucede a los que piden justicia, dignidad y derechos frente a los atropellos de un estado gobierno en el cual hemos puesto esperanzas de cambio pero que lamentablemente actúa ajeno y contrario al interés social de quienes lo legitimamos en el poder.
A Sabino Romero como como lo cuenta el documental del jucio al dirigente mapuche Pascual Pichún, le será impuesto un castigo ejemplar, por atreverse a luchar por los suyos, como le sucedé también a Carlos Chancellor y a Rubén Gonzalez en Guayana, como le sucedió a Los hermanos Pérez en Lara, a Argenis Vásquez en Sucre, La Comuna Tierra y Hombre libres en Lara y a ya cientos de trabajadores y campesinos en toda Venezuela, en casos donde la impunidad y lo hechos señalan la terrible y dolorosa complicidad e incluso responsabilidad del estado.
Algunos resienten la acusación directa que hacemos al estado gobierno y a su funcionarios, porque esta involucra al presidente de la República, a ellos les decimos que hemos compartido las esperanzas y la acción para que este gobierno capitalice y haga de la esperanza una realidad.
Pero tal ha sido la coherencia con que un ámplio sector de la burocracia del ejecutivo, junto con el poder judicial han actuado en detrimento de los derechos indígenas, tal ha sido el silencio cómplice de los otros poderes, salvo muy pequeñas y honorables excepciones. que es nuestra responsabilidad como oganización de derechos de señalar las cosas tal como son y los hechos tal como sucedieron y suceden para no ser cómplices por vacilaciones de la invisibilización que desde el poder y los medios públicos y privados se hace de esta causa por la tierra de los indígenas de Perijá.
Nunca en treinta años de acompañamiento a la causa indígena y ecologísta en la Sierra de Perijá hemos vacilado, entre el poder y las comunidades, ese es y será nuestro camino y ese es el camino de cualquier organización de lucha por los derechos, tener confrontaciones de este tipo con el estado gobierno y las corporaciones. No entendemos porque se piensa que tiene que ser distinta nuestra actuación ahora, y porque tendríamos alguna razón para no continuar nuestra militancia social en forma menos consecuente con los yukpas.
Habida cuenta del sin número de violaciones acumuladas sin respuesta a ningún nivel en este caso en los últimos años, y cerradas por decisión del mismo, al menos hasta ahora, todas las posibilidades de diálogo con el Ejecutivo Nacional después de años de informarle debidamente lo que sucede en Perijá desde nuestra experiencia y desde la voz de las comunidades.
Mientras hicieramos silencio, los planes de “ayuda” de los ministros de marras, seguirían obrando con la ya evidente intención de dividir a las comunidades, incluso a costa de lesionar su cultura ancestral y quebrar o criminalizar la resistencia.
Tal es la madeja de complicidades y la gravedad de las conspiraciones, los crímenes cometidos, tal es la agenda del genocidio, que solo tiene salida con una victoria popular y de las comunidades indígenas expresada en una rectificación honrosa por parte del Presidente de la República, con la destitución de todos los funcionarios altos y medios involucrados, incluidos los ministros del Ambiente, del Interior y justicia y de Pueblos Indígenas y la devolución del poder de autodemarcación a las propias comunidades cumpliendo la ley cabalmente. Aún así no pedimos grandes victorias, esa sería una mínima garantía de justicia para las comunidades.
Convocamos a los luchadores sociales de todo el país a seguir movilizados en favor de la esperanza de justicia y soberanía popular, que Sabino sea un ejemplo para todos de consecuencia y dignidad, no el ejemplo del miedo que nos quieren enseñar desde el poder. Que no se traicione la esperanza, la lucha y la movilización son la única garantía soberana.
tierra indígena, sin minas, sin hacendados y sin mafias burocráticas,
libertad para Sabino y los demás yukpas secuestrados por el Estado-Gobierno.
Hacia la gran Caravana por la Tierra y la Dignidad de los Pueblos
SABINO SOMOS BASTANTES
Estimados amigos
Aprovechando el lanzamiento de mi libro en Venezuela extendí mi visita para poder comprender mejor el conflicto, con el que nos comprometimos, de la lucha del pueblo yukpa junto con otros pueblos (Wayuu y Barí) de la Sierra de Perijá. Anexo les hago llegar el documento producido en el encuentro que tuvimos con los indígenas y otros movimientos sociales en Maracaibo además de un artículo que, creo, nos ayuda a entender la complejidad de las contradicciones de la “revolución bolivariana” y las dificultades con las que se enfrenta para dar cuenta de la justa lucha indígena.
En verdad, amigos, la lucha de los pueblos indígenas de la Sierra de Perijá pone al desnudo el histórico carácter rentista-extractivista del Estado venezolano al exponer que el problema de fondo de la Sierra de Perijá no está en la superficie de la tierra pero sí en el subsuelo, en virtud del peso que el sector extractivo petrolero, estatizado en los años setenta, tiene en el conjunto de la economía y la sociedad de todo el país. Esto permite una retórica radicalizada anticapitalista frente a una burguesía frágil; retórica que, sin embargo, no toca el pilar estructural de la sociedad de clases venezolana, donde el sector militar cumple un papel estratégico en la conducción de “los intereses nacionales”, sea lo que eso signifique, aunque los indígenas tienen muy claro lo que ha significado para ellos. En este sentido, la explotación del subsuelo es el punto neurálgico donde la revolución bolivariana encuentra sus límites, hasta porque esta burocracia por su formación colonial, continúa desconfiando de los indígenas y, además, manteniendo concesiones a transnacionales chinas, brasileras (como a la Compañía minera Vale do Río Doce y Odebrecht), rusas, europeas y también estadounidenses, para la explotación del subsuelo.
De este modo, el cacique Sabino Romero se ha constituido en un obstáculo para estos objetivos y, por eso mismo, está preso (dicho sea de paso, sin que hasta el día viernes 13/11 pasado cuando regresé del país, un mes después de su prisión, ni siquiera su abogado había podido tener acceso al cacique de Chaktapa Sabino Romero conforme a la informado por el Dr. Ricardo Colmenares en la reunión en la que participamos. En fin, la prisión completamente ilegal y violando los más legítimos derechos humanos no ha sido inconsistente con las propias acusaciones que le fueron formuladas después de 14 días estando en tratamiento hospitalario en un cuartel militar). Tal vez, el hecho más evidente de todas estas contradicciones sea que, la derecha del Zulia se ha mantenido en el más completo silencio frente a un hecho que, políticamente, podría rendirles buenos frutos en su antichavismo al que estamos acostumbrados a ver de forma maniqueista la realidad venezolana. Sin embargo, este silencio dice mucho acerca de que la resistencia indígena expone el carácter extractivista y del desarrollismo del proyecto bolivariano: es que la derecha también tiene interés en no demarcar las tierras indígenas, ya sea porque sus haciendas están siendo preservadas en las propuestas de demarcación, ya sea porque tienen intereses en los negocios estratégicos (sic) del estado (sic) nacional (sic) venezolano. Este silencio de las oligarquías, sobre todo del Zulia, me llamó la atención y me ayudó a tener la convicción de todo lo que hoy les digo en este mensaje.
La Sierra de Perijá, en la frontera con Colombia, tiene pueblos indígenas de la misma etnia a ambos lados de la frontera, que por su fuerza moral y lucha histórica contra el despojo de sus territorios, constituyen la única posibilidad concreta de introducir una visión no militarizada en el debate que se instaura con la ampliación de la presencia militar estadounidense que, por su parte, refuerza la visión militarizada del lado venezolano y, detrás de esta visión militarizada están los intereses concretos de explotación minera en la Sierra de Perijá (carbón y uranio).
La revolución bolivariana despertó los más profundos y legítimos intereses de la sociedad venezolana, como los indígenas, campesinos y de los pobres urbanos del país que reivindican las conquistas constitucionales que reconocen sus derechos y que, sin embargo, no consiguen reivindicarse a no ser marginalmente. Por ejemplo, el cacique Sabino Romero se reivindica chavista y revolucionario y, no obstante, está preso. Los discursos de Chávez son explícitos: “hay una revolución y no tengan dudas: en este gobierno, entre hacendados e indígenas, estamos con los indígenas”. Hay que pasar del discurso a la práctica, de la intención al gesto. En fin, que la revolución no sea meramente retórica.
Por eso, amigos, de esta reunión surgió la propuesta de realizar de manera menos apresurada, un seminario en la última semana del mes de marzo de 2010 por lo que nos piden que concordemos con esa fecha para las providencias de organización. Tendríamos, los dos primeros días, un seminario académico en la Universidad del Zulia de Maracaibo y, después, una reunión con los indígenas en la Sierra de Perijá. El título provisional del seminario académico sería: “Por una integración latinoamericana desde abajo: nuevas territorialidades en curso”. Esto, porque todo este conflicto en la Sierra de Perijá es parte del proyecto IIRSA que, como sabemos, fue propuesto en el año 2000 por Fernando Henrique Cardoso como base logística para el ALCA y ahora se ha convertido en “eje de integración” de los gobiernos “progresistas” como los “ejes de desconcentración del desarrollo” de Chávez, o como el PAC –Proyecto de Aceleración del Crecimiento- de Lula da Silva en el Brasil.
He aquí mis primeras aproximaciones.
¡Libertad para Sabino!
¡No a la persecución contra los que apoyan la legítima causa indígena!
¡Todo el apoyo a la auto-demarcación de los territorios indígenas yukpa, barí y wayuu de la Sierra de Perijá. Sin minas ni hacendados!
¡Que se pague las bienhechurías a los hacendados y se salde esa deuda histórica con los pueblos que siempre han luchado contra los invasores!
Un amigo y fuerte abrazo, esperando su pronunciamiento a esta causa y sobre la propuesta de seminario a fines de marzo de 2010.
carlos porto - goncalves durante una entrevista que le realizó elpueblosoberano.net
Erick Gutiérrez (”Morocho”) *
* M.Sc., Abogado indígenista, miembro del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas “José Manuel Romero”.
A Lusbi Portillo lo conocí antes de los años noventa. Ya en esa época difícil por la represión de la Cuarta República que sufríamos todos los que estábamos ya entonces comprometidos con las luchas de nuestros Pueblos, pude conocer de su militancia a favor de los indígenas. Lo que ahora es reconocido en la Constitución Bolivariana y en distintas Leyes que les favorecen, entonces era parte de nuestra utopía de lucha.
Siempre fuimos vistos como aliados y como hermanos en la lucha, por los indígenas con cuya causa nos solidarizamos, sea en el Zulia o en cualquier otra parte del país. Para aquél momento, podíamos contabilizar con facilidad a la gente mestiza bien involucrada en el área indígena, pues lamentablemente no siempre han abundado las solidaridades reales y concretas (más allá de las simples palabras bonitas) de nosotros los indomestizos a favor de nuestros hermanos y hermanas étnicos.
Mantener la perseverancia en el compromiso social y político es algo que fortalece los sentimientos de quienes lo practican, toda vez que muchos en el camino se quedan, y algunos desertan y no vuelven jamás, y otros (y otras) hasta despotrican de las luchas en las que supuestamente militaban. También hay de los que nunca han militado en nada ni se han solidarizado con nada que no sean ellos mismos. También hay de los que hacen de la criítica malsana, el sectarismo, el egocentrismo, la mezquindad, y la codicia, su norte político (en este grupo es donde he conocido de cerca y reconocido a mucha de la gente que difama a Lusbi Portillo). Muchas veces mezclado todo esto con ignorancia, tanto de quién es realmente Lusbi, como de las realidades indígenas y ambientales que él ha dado a conocer durante muchísimos años.
Todavía no conozco a nadie que haya refutado ni tan siquiera uno solo de los múltiples argumentos que Lusbi ha expuesto públicamente en todas las tribunas en las que ha participado. Todo lo que hacen sus detractores es rebajarse al nivel de los simplistas ataques personales (idéntico a como lo hacen los medios “escuálidos” contra nuestro Presidente Chávez), tratando de sacarle relativo provecho a sus “errores” mediáticos (como por ejemplo, escribir en muy reducidísimas ocasiones en medios donde escriben opositores políticos del Gobierno, pero donde también – cabe recordarlo – representantes del mismo han tenido su espacio), cuando sinceramente muy preocupado por la gravedad que toman en muchas ocasiones las situaciones sociales y humanas en las comunidades indígenas de la Sierra de Perijá, les son cercenadas las tribunas mediáticas revolucionarias.
Para nadie es un secreto que, a menos que ocurra algo muy pero muy grave, la realidad de las comunidades indígenas no es noticia para los grandes medios nacionales, la cual queda permanentemente invisibilizada en las visiones etnocéntricas de sus editores o directores. A pesar de ello, recuerdo que Lusbi Portillo siempre ha estado pendiente de que la situación que padecen nuestros hermanos y hermanas indígenas de la Sierra no se olvide, que siempre esté en el tapete mediático. Algo que en tiempos de la Cuarta República siempre le agradeció muchísima gente que, como en mi caso, no siempre podíamos estar enterados de lo que ocurre en una zona tan senteptrional de nuestro país.
Pero hoy parece que a alguna gente, sobre todo perteneciente a algunos medios de difusión, esto les molesta enormemente, les resulta intolerable. Ni siquiera se atreven a confrontarlo “cara a cara” en un debate abierto, para ventilar ante todo el mundo las verdades de la situación. La injuria parece más fácil. O más conveniente. Pareciera existir gente en diferentes ámbitos o niveles, que no está interesada en que el resto de los venezolanos y venezolanas sepamos que está ocurriendo realmente en Perijá, y nos contentemos simplemente con versiones interesadas sobre los hechos que allí ocurren. Incluso por allí un viceministro planteó recientemente la conveniencia del aislamiento de los yukpas, cual si fueran “ghettos” de nuevo cuño (¿será qué ocultan algo que no quieren que los demás veamos ni nos demos cuenta?), como si tanto los indígenas como el resto de la población venezolana no tuviéramos derecho a interactuar intercultural y solidariamente entre nosotros mismos, como lo ordena la Constitución Bolivariana; o derecho a hacer contraloría social como lo ordenó nuestro Comandante- Presidente.
Que yo sepa (cosa que además me consta) lo único que he visto realizar durante al menos veinte años al Profesor Lusbi Portillo es llevar y traer información, tanto a los indígenas como al resto de la población venezolana – en la que me incluyo- sobre los megaproyectos de Estado para el estado Zulia (y Sierra de Perijá) y las realidades sociales, ambientales y culturales de las mismas (o los riesgos potenciales de aquéllos en éstas). Ahora resulta que después del cacique yukpa Sabino Romero, el Profesor Portillo parece ser enemigo número de la Nación, incluso para gente que está en el Proceso revolucionario que me consta que lo conocieron y trataron durante años.
Todos conocen aquella frase del Ché Guevara que dice que revolucionario es quien se indígna ante cualquier injusticia en el mundo. Igualmente nuestro Comandante- Presidente no se cansa de denunciar las injusticias cometidas por el imperialismo en cualquier parte del mundo, y nos insta a solidarizarnos con los Pueblos oprimidos (incluso se ha solidarizado él mismo con el Pueblo yukpa en agosto del año pasado). Si solidarizarse con la lucha de los indígenas de la Sierra de Perijá conlleva el riesgo del señalamiento por el “dedo” poderoso o la “tribuna mediática” de quien sea, muchísimos asumiremos ser enemigos números uno no de nuestra Nación (por demás, multiétnica y pluricultural), pero sí de todas las injusticias que veamos a nuestro alrededor, y particularmente, la realizada históricamente en contra de nuestros ancestros indígenas.
He tenido la oportunidad de compartir con caciques yukpas en distintos espacios, y corroboran la visión que Lusbi Portillo nos ha dado durante años de la situación indígena y ambiental del pueblo yukpa. Sólo que alguna gente (incluso yukpas que sus propios parientes ya no les parece que piensan como yukpas) están defendiendo intereses muy distintos a las luchas territoriales históricas de sus pueblos. Lamentablemente, malinches han existido en todas las épocas (y también “conquistadores” de nuevo cuño).
Dudo mucho que alguien que (como Lusbi) lleva la vida modestamente, y que vive en una humilde vivienda, que trata de ser coherente con lo que cree, tenga todo el “poderío” o “malignidad” que algunos quieren construir alrededor de él, para estigmatizarlo no sólo a él, sino a la legítima y justa lucha a la que le ha dedicado (como no han hecho nunca sus detractores) la mitad de su vida. Nunca he hablado con él de esto, lo confieso, pero tiendo a creer que la critica férrea que hace de las políticas gubernamentales hacia la zona, se basa en profundas convicciones de izquierda (posiblemente troskistas o anarquistas, pero siempre, repito, de izquierda). En todo el tiempo que le conozco, nunca le he visto dar virajes ideológicos, siempre se ha mantenido coherente políticamente (no puedo decir eso de sus detractores). Tiene derecho a pensar diferente, siempre desde el lado izquierdo de espectro ideológico-político. Sus motivaciones son por lo tanto, humanistas y socialistas.
Por cierto, al cacique Sabino Romero lo conozco gracias a Lusbi Portillo. Tuvo la amabilidad de presentármelo una vez que los yukpa vinieron a Caracas a protestar la dilación eterna del proceso de demarcación territorial yukpa. En esa ocasión Sabino me invitó a visitar su comunidad (Shaktapa) y un fin de semana que tuve posibilidades, me fui hasta allá. Pude conocer de la riqueza humana y cultural de su gente, en medio de carencias materiales de todo tipo (producto de la opresión histórica ejercida por la sociedad “watía” sobre su pueblo). Pude también saber de la podredumbre humana y social de sus adversarios locales, rodeados de abundancias económicas latifundistas. Ví a Sabino y a su familia sembrando piñas, y luego haciendo su casa, bajo el modelo arquitectonico ancestral yukpa. Percibí el manejo irregular que tiene del idioma castellano, pero la gran claridad de ideas que – desde su mentalidad e idioma indígenas- tiene sobre lo que debe ser la recuperación territorial y cultural yukpa. Me di cuenta del alto grado de inseguridad personal en el que viven (por la presencia de actores armados irregulares en la muy cercana frontera) que los obliga a estar armados, para proteger sobre todo a sus familias. Conocí algo de la historia yukpa, del cruel despojo territorial del que han sido objeto, y de sus inmensas ganas de reverenciar a la naturaleza y a la tierra de sus “atancha” (ancestros o ancianos). De su inmenso deseo de compartirlo todo, a diferencia de quienes lo adversan (que quieren quitarle todo a los yukpa, hasta su cultura indígena).
Una vez presencié un debate fuerte entre Sabino y Lusbi, que me permitió corroborar que – al contrario de lo que los detractores de ambos dicen – los yukpa toman sus propias decisiones con sus propias reflexiones, y no se dejan manipular ni usar (como malintencionadamente, desde una mirada colonialista, tutelar, paternalista y despreciativa de lo indígena, pretenden hacer ver algunos). En esa ocasión, comprendí algo que ahora presenciaron los abogados de Sabino durante el juicio irrito que la sociedad “watía” (blanca) ha incoado ilegalmente en contra de él: la grandeza del personaje. Sabino Romero al hablar me hizo evocar las referencias que uno ha tenido respecto al indio Guaicaipuro. Ví en Sabino la Resistencia Indígena milenaria hecha persona. Es el indígena que no se entrega, que no se vende, que no renuncia, que no desfallece, que no traiciona a su pueblo, que no teme las consecuencias de su lucha. Por eso expulsó de su comunidad a aquel alto funcionario que quiso recientemente comprarlo con “espejitos” modernos. Eso es lo que no le perdonan. Por eso días después de esto, el día de la “resistencia indígena”, se negó junto con otros indígenas dignos y revolucionarios, a participar del “sainete” de ese día (es pertinente señalar que prácticamente todos los yukpa de la zona apoyan a Chávez y al proceso revolucionario, se puede afirmar lo contrario de los detractores de Sabino). Ya a su cabeza le habían puesto precio millonario, sus enemigos.
Y para bochorno y vergüenza de nuestra nacionalidad indomestizada, la verdadera resistencia heroica de los yukpa es violentada de la manera más atroz, y dos de sus protagonistas llevados a enfrentarse mortalmente entre sí, para beneplácito del poder ganadero latifundista y minero transnacional (en suma, capitalista). Seguida luego de la estigmatización (de Sabino y de sus aliados) y la criminalización (de sus justas luchas), muy parecidas a las que en su momento sufrieron Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, por los oligarcas de su tiempo.
La pesadilla que ha sucedido después, donde se quiere fraguar la definitiva derrota histórica de una digna lucha indígena milenaria, tiene como escenario un tribunal de la sociedad watía (blanca). ¿De qué sirve que la revolución haya parido cuatro leyes vigentes, donde se reconoce que – en éste caso y otros semejantes – los yukpas pueden juzgar a los yukpas conforme a sus propias formas yukpa de hacer justicia; si en la práctica tales leyes quedan sin efecto, por la fuerza de las instituciones de la sociedad hegemónica que estigmatizan, sancionan y aíslan al débil jurídico, social y político, consolidando de éste modo la situación histórica de dominio, subordinación y colonización sociocultural?.
Les sugiero que busquen en la web y lean la autodefensa que Sabino hizo en el tribunal de control de Machiques, de su lucha por la tierra, y seguro a algunos les vendrá a la mente – salvando las diferencias de lenguaje, cosmovisión y época – los discursos de cualquiera de los “Martires de Chicago” o de “Sacco y Vanzetti” durante sus respectivos juicios. El carácter contrarrevolucionario de todo el proceso contra Sabino, se observa cuando ingenuamente sus perseguidores y acusadores piensan que deteniendo al hombre podrán detener el curso de la historia. Ignoran que la lucha que Sabino representa ha podido resistir más de 500 años. Que por eso habrán muchos más “Sabinos” (indios o no).
Ignoran que si la lucha de los indígenas se pierde, el Planeta también lo perderemos, y con ello, perderemos todos (el clima mundial nos lo está gritando silenciosa pero implacablemente). La lucha de Sabino Romero es una llamada urgente de la vida ancestral a la conciencia humana toda. Y contraria a ella, la mezquindad. arrogancia y ceguera de ciertos humanos con poder de decisión. Como decía alguna vez Mahatma Gandhi: “Las riquezas del mundo sirven para satisfacer las necesidades de todos, pero no la codicia de algunos”.
Una decena de miembros de la agrupación Homo et Natura se agolparon a la entrada del edificio judicial en el casco central de la capital zuliana portando dos grandes pancartas que reprochaban “el secuestro” del cacique por parte del Gobierno nacional y demandaban el enjuiciamiento en un consejo de caciques yukpas tanto de Sabino como del otro jefe aborigen involucrado en los hechos, Olegario Romero.
Lusbi Portillo, profesor universitario y director de la ONG, detalló que Romero se encuentra actualmente detenido en el Fuerte Macoa de la región perijanera. Denunció que soldados lo acosan de manera constante advirtiéndole que no lo dejarán ir jamás del recinto castrense.
Este lunes y martes desde las nueve de la mañana continuaran las manifestaciones pacíficas o plantones convocados por Homo et Natura, el núcleo endógeno cultural Capirugente y el Movimiento Estatuista de Maracaibo.
Si hay algún fantasma recorriendo América Latina, por recuperar la célebre frase que encabeza el Manifiesto Comunista, es el de la resistencia india comunitaria, en sierras y selvas, y ahora muy especialmente en
Todos recordamos la masacre de Bagua (Perú), donde miles de indígenas resistieron en nombre de la vida, eso que nosotros llamamos naturaleza, hace ya cuatro meses, la política oficial de promover la explotación de
A fines de septiembre se registró un nuevo levantamiento indígena en Ecuador, esta vez en defensa del agua, amenazada por la minería a cielo abierto. Las organizaciones indias se enfrentaron ahora a un gobierno que se proclama antineoliberal, partidario del “socialismo del siglo XXI” y que impulsa una “revolución ciudadana”, que ha hecho aprobar
El 13 de octubre, el conflicto que involucra a comunidades indígenas yukpa en la cuenca del Río Yaza, estado de Zulia, se saldó con dos muertos. Ganaderos y mineros vienen despojando a los indígenas de sus tierras y forzando su desplazamiento, avalados por el manejo irresponsable de funcionarios con competencias en materia de ambiente, tierra y pueblos indígenas, según denuncian organizaciones venezolanas. Según un comunicado, estos “se han encargado de fragmentar a las comunidades mediante el manejo clientelar de los programas de vivienda, compra de camiones, y otorgamiento de créditos para los Consejos Comunales que son parte del Plan Yukpa, con la finalidad de lograr su apoyo incondicional para la firma de unas propuestas de demarcación” de las tierras que “constituyen una manera de mantener la presencia y privilegios de hacendados y parceleros condenando a los indígenas a la exclusión”.
En el fondo de estos conflictos laten dos modos de estar en el mundo. El concepto de ‘desarrollo’, tan apreciado por las izquierdas, no pertenece al universo conceptual de los pueblos originarios del continente. Se trata de una propuesta neocolonial que busca atrapar los bienes comunes para convertirlos en mercancías. En efecto, el modelo extractivista les resulta ajeno, entre otras razones porque sólo reciben los perjuicios materializados en al destrucción del medio donde viven.
Pero hay algo más, sumamente importante. El Estado-nación es una construcción de Occidente que nada tiene que ver con las tradiciones indígenas. ¿Existe alguna relación entre el extractivismo y los estados? Creo que un país, un Estado-nación, tiene una lógica por la cual no puede carecer de un modelo de producción que le garantice estabilidad, previsibilidad, garantías de poder cumplir con su objetivo central que es la reproducción del Estado, o sea de las relaciones sociales que podemos llamar estatalidad. Los estados, como toda institución, son relaciones, modos de hacer; no cosas u objetos. De modo que el objetivo de cualquier Estado es seguir siendo Estado, reproducir las relaciones sociales que hacen a la estatalidad. Son profundamente conservadores, y eso es intrínseco al Estado.
En las tradiciones indias no hay Estado –salvo el impuesto por los conquistadores, muchas veces asumido por los conquistados- sino comunidad, que funciona en base a una lógica totalmente opuesta. No es ni mejor ni peor, sencillamente diferente. Desde el punto de vista de la emancipación, la comunidad puede ser tan opresiva como el Estado. En todo caso, vale preguntarle a las mujeres y los jóvenes. Una diferencia clave es que el Estado-nación es una relación social capitalista; la comunidad no es capitalista, es comunidad. El Estado existe para la acumulación de capital; la comunidad para la comunidad, o sea para perpetuar el tipo de relación entre sus miembros y, por tanto, con el llamado entorno. El Estado sobrevive depredando el entorno; la comunidad sólo sigue siendo si lo conserva.
Desde el momento en que el socialismo del siglo XXI es un socialismo estatal, o como se quiera denominar a un régimen de Estado, es naturalmente opuesto y antagónico a la lógica comunitaria, o sea india. Esto es algo que todos los partidarios del socialismo deberían reflexionar, desde los bolivarianos hasta las FARC. La lógica estatal, en su formato partido, sindicato o el que sea, es incompatible no sólo con los modos de vida indígenas, sino también con el medio ambiente y con la vida humana medianamente libre. En ese sentido, las comunidades indias no necesitan la minería ni la explotación de hidrocarburos; sólo necesitan controlar que los depredadores del medio ambiente y de los seres humanos, no se pasen de la raya. Pierre Clastres, el antropólogo que vivió con los guayakis, fue muy claro cuando comprendió que toda la energía de la tribu estaba destinada a impedir que los jefes -que siempre los hay- tengan poder. Cuando los jefes adquieren poder, se instala una lógica de separación en la cuál los seres se convierten en medios en vez de seguir siendo fines.
En buen romance, quiero trasmitir la idea que socialismo y Estado son antagónicos. La comunidad es socialismo-comunismo; el capitalismo sólo sobrevive gracias al pulmón Estado. Los partidarios del socialismo deberíamos reflexionar que no se trata de mayor o menor radicalidad de los procesos; que no se trata de más reformas, de más nacionalizaciones, etc. Sino de alfombrar el camino del socialismo con otros tapices que no estén tejidos con las hebras estatales. Esto, sí, sería una revolución, cultural, social, política, paradigmática….estética. Ah: no es un debate teórico; por lo menos en América Latina es parte de nuestras realidades.
.yukpa somos.
.para libertades que vendrán.
Amigos, hermanos de la causa indígena, presentes o invisibles del DERECHO a la DEFENSA.
Saludos.
Hoy, trece (13) de Noviembre del 2009, se cumple un mes de haberse producido los hechos lamentables y luctuosos en la comunidad Yukpa de Guamo-Pamocha de la cuenca del rio Yaza en la sierra de Perijá del Estado Zulia, y siendo apenas las 2.10 pm llegué a la sede del 121 Batallón de Infantería Venezuela, en la ciudad Ganadera de Machiques de Perijá, a cinco (05)cuadras de la sede de la Asociación de Ganaderos de Machiques (GADEMA), donde fui recibido con mucho respeto y cordialidad de parte del ST/1RA(Ejército) ARGENIS MOLERO, nativo del Saladillo de Maracaibo y Estudiante de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre, inmediatamente me pidió que me trasladara al Bohío de recepción en compañía de mi amigo GIOVANNI ROBLES, todo se desarrolló con mucha responsabilidad y diligencia, sin embargo al poco instante hizo acto de presencia un joven militar con el rango ST/3RA(Ejército) MANUEL BASTIDAS, quién me solicitó mi identidad como Abogado Defensor del lider Yukpa SABINO ROMERO y ALEXANDER FERNANDEZ, privados inconstitucionalmente de su libertad y derechos indígenas propios; cumpliendo este viernes treinta (30) días, aquellos hechos impulsados por la canalla irónica del destino y la utopía de la comisión regional de demarcación de los habitat y tierras indígenas de los hermanos Yukpa y Bari, habitantes ancestrales del macizo o cordillera de Perijá, fuente de cauce natural de sesenta (60) ríos y afluentes que mantienen vivo al reservorio de agua dulce más grande de america del sur (LAGO DE MARACAIBO), sin embargo, pronto estuve en presencia de la dignidad hecha persona del cacique SABINO ROMERO IZARRA, después de aquel martes trece(13) su verbo encendido y su igual discurso de ser inocente y estar preso por culpa de los Ganaderos, me disparó inmediatamente la frase que han de esculpir las rocas que rodean el Fuerte Macoa de Machiques: "…cuando salga de aquí, sigo luchando por la tierra, todos los amigos mios tienen derecho a visitar a Sabino…” …"al Profesor Lusbi, que siga peleando por nosotros”…conocer el espíritu de resistencia del pueblo Yukpa, significa entender la capacidad de vanguardia del Cacique SABINO ROMERO IZARRA, su fuerza moral y psíquica sigue indoblegable como el grito guerrero de Guaicaipuro, …cuando muera regresaré convertido en millones… Aqui Sabino resiste a la humillación de ser un detenido del Estado-Gobierno, su único delito pedir la demarcación de las tierras Yukpa que la Constitución Bolivariana le ordenó en el Articulo 119 al 126, finalmente sometido al consumo de agua no apta para los humanos y la actual alimentación vulnera y pisotea su cultura Yukpa, nuestra despedida y análisis de los derechos humanos la produce la presencia de mi colega y amigo Doctor Ricardo Colmenares, quien recorrió gran parte del Fuerte Macoa para ejercer el sagrado derecho a la defensa y los principios étnicos que componen la vigencia de la JURISDICCION ESPECIAL INDÍGENA y el ejercicio del derecho indígena propio que los Watia niegan a SABINO, ALEXANDER y OLEGARIO. La justicia indígena nace de la fortaleza y resistencia del pueblo Yukpa y Bari…
Siempre, atentamente.
LEONEL GALINDO
Abogado Co-Defensor de Sabino Romero y Alexander Fernandez.
Penalista. Derechos Humanos.
Activista Indigena-Sociedad Homo et Natura.
sabino romero martínez. 2do. cacique. indoblegable.
Convocados por la urgencia de los graves acontecimientos ocurridos en la Sierra de Perijá en los que, dos indígenas yukpa perdieron la vida, otros resultaron heridos y por lo que de manera injusta se encuentra prisionero el líder Sabino Romero de la comunidad de Chaktapa, una representación de los pueblos barí y yukpa, así como miembros del movimiento campesino Jirajara del Estado Yaracuy, del movimiento popular de Caracas, y movimiento estudiantil de la ULA Mérida y de la Universidad del Zulia, comunicadores populares de todo el país, acompañados por académicos de Venezuela y Brasil hemos sostenido este primer diálogo de los movimientos sociales por el derecho a la tierra y por la dignidad de los pueblos en Venezuela.
Ha quedado suficientemente clara la posición de las comunidades indígenas en cuanto a su rechazo al incumplimiento por parte del Estado de la debida demarcación de sus espacios territoriales y su exigencia del cumplimiento constitucional del derecho a la demarcación de sus tierras ancestrales y tradicionales.
La defensa de la Comunidad yukpa de Chaktapa y la libertad inmediata para el Cacique Sabino Romero de la ilegal detención a la que está siendo sometido por el gobierno nacional. Asímismo, exigimos las comunidades indígenas y los movimientos sociales el fin de la política de criminalización de los luchadores sociales aliados de las comunidades en la lucha por sus territorios. Exigen el cese al hostigamiento al profesor Lusbi Portillo y a la Sociedad Homo et Natura comprometidos aliados de las comunidades indígenas del Zulia y el país.
Las comunidades indígenas rechazan la farsa en la que se convirtió el acto de entrega de títulos a las comunidades yukpa de Aroy, Sirapta y Tinacoa a quienes luego del acto de entrega los funcionarios les quitaron nuevamente los títulos pues no estaban debidamente concluidos. Las comunidades rechazan además, la obligación a convivir con terceros que les pretende imponer la Comisión Nacional de Demarcación, esta condición ya ha sido rechazada por los indígenas Kariña quienes han regresado los títulos que les entregó el Presidente Chávez el pasado 12 de octubre.
Las comunidades indígenas rechazan la intervención de los Ministerios del Poder Popular para las Relaciones Interiores y de Justicia, del Ministerio de la Defensa y del de los Pueblos Indígenas quienes han venido desarrollando una política que tiende a dividir a las comunidades y destruir sus propias organizaciones.
El movimiento popular aquí reunido a partir de este momento inicia un proceso de diálogo para reconocerse en la lucha, dando comienzo a la coordinación de las comunicaciones y las movilizaciones en contra de todos los planes imperialistas y de sus representantes en Venezuela. Rechazando y enfrentando a los planes de la IIRSA, los proyectos de explotación minera en la Sierra de Perijá y en la región de Guayana. Las bases militares norteamericanas en Colombia pero también las bases militares en territorios indígenas de la Sierra de Perijá (Tukuko y Toromo) que no juegan otro papel que el de la contención de la legítima resistencia indígena antes que la necesaria defensa de la soberanía nacional cada vez más amenazada por la ofensiva imperial, narcotraficante y paramilitar contra Venezuela. Debemos expresar que ciertamente el imperio norteamericano amenaza a Venezuela, que ya tiene instalado desde Colombia su mecanismo de intervención y que no vacilará en invadirnos si considera que está amenazado el suministro de petróleo desde Venezuela.
Este encuentro de movimientos sociales exige el cese de la impunidad ante los crímenes cometidos en contra de luchadores y líderes campesinos y obreros en el país. Hasta el momento han sido asesinados un total de 222 campesinos entre los que se destacan el más reciente asesinato de Nelson López del Movimiento Campesino Jirajara de Yaracuy y el repudiado asesinato del dirigente obrero Argenis Vásquez vocero principal de los trabajadores de la Toyota y fundador del Consejo Regional de Trabajadores del Estado Sucre. Nombres que se suman a una lista larga de dirigentes sindicales asesinados: Luis Hernández, Carlos Requena, Richard Gallardo Secretario General de la UNT-Aragua, José Marcano y Pedro Suárez trabajadores de la Mitsubichi.
Exigimos la libertad inmediata para Carlos Chancellor alcalde electo del municipio Sifontes del Estado Bolívar, detenido por acompañar la lucha de mineros e indígenas en contra de la transnacional Cristalex, secuestrado desde hace mas de tres años en las cárceles de Guayana.
Los movimientos sociales aquí reunidos deciden iniciar una serie de acciones para profundizar este diálogo en función de la unidad total del movimiento popular venezolano en su lucha por la verdadera transformación social del país y de la construcción de una sociedad verdaderamente democrática, libertaria y plural, donde todas las comunidades puedan ejercer su participación autónoma y su dignidad empezando por la recuperación de cada uno de los territorios de vida del pueblo indígena, el obrero, el pueblo representado en nuestras mujeres y nuestros niños que no se merecen vivir bajo la infamia genocida del capitalismo actual y tampoco manipulados y explotados por una casta burocrática y militarizada que pretende robarse los sueños de nuestros pueblos a nombre de su propia liberación. No lo lograrán, aquí estamos nosotros para cuidar de la dignidad de nuestros libertadores y todos los luchadores sociales que a lo largo de la historia han dado su vida por la justicia y la dignidad.
En función de ello:
Invitamos a todas las comunidades y movimientos sociales presentes, a que en cada una de sus regiones tomen iniciativas en función de:
Pronunciamientos y actividades permanentes de movilización en el Zulia y en toda Venezuela, así como actividades de solidaridad en el continente y en el mundo.
Gran Marcha-Caravana Nacional por la Territorialidad, la Dignidad y la libertad de los Pueblos a realizarse aproximadamente la última semana del mes de febrero de 2010.
Encuentro de Comunidades de la Sierra de Perijá con el Pensamiento Crítico Latinoamericano que realizaremos para la última semana del mes de Marzo.
Se asume la página elpueblosoberano.net como un medio de todos los movimientos aquí presentes para difundir las ideas de todos en esta lucha.
Trabajar en función de una reunión nacional indígena.
26 de noviembre Promoción de la Misión Cultura en el Centro de Arte de Maracaibo -Lía Bermúdez cuyo padrino de honor ha sido nombrado Sabino Romero Izarra.
profesor vladimir aguilar castro. abogado y politólogo. universidad de los andes.
voz del brasil nuestramericano. pensamiento aliado. carlos walter porto goncalves.
roland denis. de la urbe caraqueña que se abraza en posibilidades.
.así, juntos. mostrándonos en dolor y alegría digna.