Insistimos, Carbozulia miente mil veces!!!
Adjunto breves notas, sobre el eterno debate entre capitalismo vs. ecología. La intención no es abonar más esta polémica, no cabe la "discusión bizantina" cuando ya el planeta, sus ecosistemas y quienes estamos insertos en él, somos más guerra y sordera, más extinción y agonía lenta.
En el Zulia - Venezuela, arremete con furia el cuerpo de "la bestia que come dinero". Los encargados de la alimentación del "bicho" suicida son aplaudidos en eventos onerosos de ninguna utilidad real (léase el más reciente evento disque en favor de la Cuenca del Lago de Maracaibo, celebrado en el Hotel del Lago Intercontinental y convocado por el ICLAM).
Condenados los pueblos pareciera, a seguir a la sombra peligrosa de esta bestia hiperquinética y perfumada de frenesí neoliberal.
Con pruebas y verdades, los que creemos en la vida mostramos, a los que por esta página electrónica deambulan, la grave lógica que siguen vomitando los conspiradores de todas las horas en estas nuestras zonas de combate valiente.
Mientras implosionan la vida y la llenan de bitumen y sangre, ellos, los tecnócratas, con sus pulcras escamas hablan de hospitales y camioncitos cisternas de agua.
Cuando la acidificación de los ríos ya no puede controlarse en el desorden ambiental que han creado en sus minas de carbón a cielo abierto, los ostrones y marmoleados seres, los tecnócratas, hablan de reforestación y verdor.
Falsa reforestación que emplea árboles exóticos condenados a fenecer en "escombreras" calientes de tanta combustión.
Cuando hablan desde su lógica mercadotécnica (de target publicitario del más insolente panfletarismo desarrollista) de "0" horas sin accidentes, los publicistas lacayos de estos grises tecnócratas obvian la muerte que viaja en gandólas transportadoras de carbón.
Estos lacayos obvian la asfixia y el polvillo que estos armatostes dejan (cual estela de muerte) a través del corredor letal que han diseñado hasta llegar a sus muelles en aguas del Lago de Maracaibo.
A las pruebas nos remitimos. A continuación insertamos una imagen digitalizada de un documento que circuló a escala regional, intitulado: "2004-2005, La Nueva Carbozulia. Primer Aniversario", en la página 3 vemos que:
Ya bien lo ha señalado el lúcido y consciente Leonardo Boff, en su ensayo La contradicción capitalismo vs. ecología:
"Un análisis incluso superficial entre ecología y capitalismo identifica una contradicción básica.
Donde impera la práctica capitalista se envía al exilio o al limbo la preocupación ecológica. Ecología y capitalismo se niegan frontalmente.
No hay acuerdo posible.
Si, a pesar de ello, la lógica del capital asume el discurso ecológico... o es para obtener lucro, o para espiritualizarlo y así vaciarlo, o simplemente para imposibilitarlo y, por tanto, para destruirlo.
El capitalismo no sólo quiere dominar la naturaleza, sino arrancar todo de ella, depredarla.
[...] Se plantea así una bifurcación: o el capitalismo triunfa al ocupar todos los espacios como pretende, y entonces acaba con la ecología y pone en riesgo el sistema-Tierra, o triunfa la ecología y destruye al capitalismo, o lo somete a tales transformaciones y reconversiones que no pueda ya ser reconocible como tal.
Esta vez no va a haber un arca de Noé que nos salve a algunos y deje perecer a los demás. O nos salvamos todos o pereceremos todos".
Sin disfraces y a todo pulmón seguimos insistiendo en la rapiña del proyecto liberador y endógeno que tantas veces han reclamado las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes de nuestra bioregión, el Estado Zulia.
Basta ya de logotipos y procederes de fantoche por parte de Corpozulia y Carbozulia.
Acusamos por esta "electrónica tribuna" el saboteo a la verdad; el derroche de energías y dinero desde "corporaciones del Estado", en vanas ilusiones de desarrollismo.
Acusamos el empantanamiento de tanta verdad indígena ancestral con falsas estadísticas y comprados estudios de impacto ambiental".
Acusamos y proponemos, denunciamos y seguimos en juntez con las comunidades dignas en la tarea de horadar tanta farsalia que nos han querido vender estos grises directivos, como si fuésemos clientes o mercaderes similares a su egoísmo.
Somos seres de agua y como tales declaramos nuestra ferviente fe en la vida.
Basta Ya!!!
Nicanor Alejandro Cifuentes Gil
En el Zulia - Venezuela, arremete con furia el cuerpo de "la bestia que come dinero". Los encargados de la alimentación del "bicho" suicida son aplaudidos en eventos onerosos de ninguna utilidad real (léase el más reciente evento disque en favor de la Cuenca del Lago de Maracaibo, celebrado en el Hotel del Lago Intercontinental y convocado por el ICLAM).
Condenados los pueblos pareciera, a seguir a la sombra peligrosa de esta bestia hiperquinética y perfumada de frenesí neoliberal.
Con pruebas y verdades, los que creemos en la vida mostramos, a los que por esta página electrónica deambulan, la grave lógica que siguen vomitando los conspiradores de todas las horas en estas nuestras zonas de combate valiente.
Mientras implosionan la vida y la llenan de bitumen y sangre, ellos, los tecnócratas, con sus pulcras escamas hablan de hospitales y camioncitos cisternas de agua.
Cuando la acidificación de los ríos ya no puede controlarse en el desorden ambiental que han creado en sus minas de carbón a cielo abierto, los ostrones y marmoleados seres, los tecnócratas, hablan de reforestación y verdor.
Falsa reforestación que emplea árboles exóticos condenados a fenecer en "escombreras" calientes de tanta combustión.
Cuando hablan desde su lógica mercadotécnica (de target publicitario del más insolente panfletarismo desarrollista) de "0" horas sin accidentes, los publicistas lacayos de estos grises tecnócratas obvian la muerte que viaja en gandólas transportadoras de carbón.
Estos lacayos obvian la asfixia y el polvillo que estos armatostes dejan (cual estela de muerte) a través del corredor letal que han diseñado hasta llegar a sus muelles en aguas del Lago de Maracaibo.
A las pruebas nos remitimos. A continuación insertamos una imagen digitalizada de un documento que circuló a escala regional, intitulado: "2004-2005, La Nueva Carbozulia. Primer Aniversario", en la página 3 vemos que:
Ya bien lo ha señalado el lúcido y consciente Leonardo Boff, en su ensayo La contradicción capitalismo vs. ecología:
"Un análisis incluso superficial entre ecología y capitalismo identifica una contradicción básica.
Donde impera la práctica capitalista se envía al exilio o al limbo la preocupación ecológica. Ecología y capitalismo se niegan frontalmente.
No hay acuerdo posible.
Si, a pesar de ello, la lógica del capital asume el discurso ecológico... o es para obtener lucro, o para espiritualizarlo y así vaciarlo, o simplemente para imposibilitarlo y, por tanto, para destruirlo.
El capitalismo no sólo quiere dominar la naturaleza, sino arrancar todo de ella, depredarla.
[...] Se plantea así una bifurcación: o el capitalismo triunfa al ocupar todos los espacios como pretende, y entonces acaba con la ecología y pone en riesgo el sistema-Tierra, o triunfa la ecología y destruye al capitalismo, o lo somete a tales transformaciones y reconversiones que no pueda ya ser reconocible como tal.
Esta vez no va a haber un arca de Noé que nos salve a algunos y deje perecer a los demás. O nos salvamos todos o pereceremos todos".
Sin disfraces y a todo pulmón seguimos insistiendo en la rapiña del proyecto liberador y endógeno que tantas veces han reclamado las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes de nuestra bioregión, el Estado Zulia.
Basta ya de logotipos y procederes de fantoche por parte de Corpozulia y Carbozulia.
Acusamos por esta "electrónica tribuna" el saboteo a la verdad; el derroche de energías y dinero desde "corporaciones del Estado", en vanas ilusiones de desarrollismo.
Acusamos el empantanamiento de tanta verdad indígena ancestral con falsas estadísticas y comprados estudios de impacto ambiental".
Acusamos y proponemos, denunciamos y seguimos en juntez con las comunidades dignas en la tarea de horadar tanta farsalia que nos han querido vender estos grises directivos, como si fuésemos clientes o mercaderes similares a su egoísmo.
Somos seres de agua y como tales declaramos nuestra ferviente fe en la vida.
Basta Ya!!!
Nicanor Alejandro Cifuentes Gil
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