El pueblo quiere poder
“No podemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni becarios que vivan al amparo del presupuesto"
Sin tanto análisis. Con el dolor más sincero por la patria herida en este reciente proceso eleccionario, nos toca revisar tanta alienación que nos aleja de la posibilidad de tener la patria grande.
Articular tanta poesía colectiva, comunitaria. Enhebrar el tejido sin tanto burócrata que juega de intermediario.
Denunciar tanta mediocridad, tanta canalla enquistada que no deja emprender el vuelo.
De este revés insistir en la victoria que necesitamos construir desde las manos y las voces de todos los ahora dolidos, los plenos de verguenza y gallardía.
El pueblo sabio, la voz mujer denuncia con toda la razón tanto sueño pospuesto por el embrollo, el fascismo mediático y el triunfalismo que nada construye.
El Pueblo salva al pueblo si se deslastra de la inocencia que no lo mata, pero tampoco lo salva.
Despertar a los dolores, mirar las cicatrices, entender los tiempos y encontrar los espacios para hacer de esta invención nuestramericana la más robusta, la más plural, la más plena de este orbe vapuleado, herido de tanta maledicencia, miedo y egoísmo.
Sin tanto análisis adjunto este vídeo de la autoría de "camilocesarino". El pueblo le habla al Presidente desde el Palacio de Miraflores; 3 de diciembre: 4:00 pm.
El que tenga oidos que oiga. El que tenga ojos que vea. El que tenga despierto el sentido más pleno del ser revolucionario que atisbe las claves en este material audiovisual inspirador para transformar la realidad.
Ahora más que nunca, Revolución en la Revolución.
Etiquetas: camilocesarino, chávez, lecciones, Miraflores, mujer venezolana, Pueblo, Reforma Constitucional
posted by Cano at 10:40 p. m.
2 Comments:
Saludos Amigo Nicanor
"Somos complice de la palabra"
De este mensaje, en algo estoy de acuerdo, la revolución no es de una sola persona, juntos debemos construirlas. Dejar a un lado tanto personalismo. La vida cotidiana se construye con la palabra sencilla en colectivo. Debemos mirarnos adentro primero, luego seguirnos mirando y luego mirarnos, si hay alguien a quien juzgar, primero a nosotros mismos. Como bien lo dijo Chavez, no hay que juzgar a nadie, somos todos responsables de esta transformación. La palabra, el pensamiento o la ideología se hacen primero escuchándonos, luego haciendo; primero nuestros pequeños mundos, nuestros pueblos, luego más allá de donde nuestras sensaciones alcanzan, desde lo que se ve, se huele, se siente, se escucha, se degusta.
La revolución es hacer, escuchar y compartir.
Siento mucho las lagrimas de las compañeras en el video, estoy en una de sensibilidad, todo me hace llorar. Pero, es preocupante, pienso que los que somos un poco más calmados debemos comenzar la travesía del diálogo, a los compañeros que no fueron a votar preguntarles por qué la abstención, pero más allá del hecho de la elección, qué está pasando, los compañeros en el video están haciendo una serie de denuncias que deberían ser tomadas en cuenta. ¿En manos de quién está la revolución, del PSUV o de todo el pueblo?
Nos vemos pronto para conversar mejor.
Quien te aprecia
Maryluz
Estimada Mary:
Un fortísimo abrazo. Me disculpo por el retardo en la respuesta. Debo decir desde mi más sincero latido que es pertinente asumir lo que señalas con toda la madurez y el esfuerzo posible.
La Revolución no es un significante vacío (o vaciado), la revolución implica todo un proceso que llama a enfrentarnos a nuestros apegos y a nuestros imaginarios más cercanos con la idea de transformarlos en una intención, en una energía de vida que sea capaz de no nada más entender las realidades duras, sino transformarlas.
Hablamos de humanismo, hablamos de diálogo, hablamos de movilizar el cuerpo y el alma tras los sueños plurales, tras la verdad negada durante tantos siglos de oprobio y maledicencia. Ya el niño, el joven y el hombre de Nazareth que fue Jesús lo decía y hacía.
Espero tu llegada, al igual que la de Ángel para iniciar fraseos y para hacer del verbo "articular" la más plena realidad que termine de juntar nuestros asombros y nuestras creaciones.
Seguimos activos y soñando,
Cano.
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