Celebrado en los espacios del Organopónico Hugo Chávez del Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda (Catia, Municipio Libertador) taller de aislamiento y propagación del hongo Trichoderma. Hacia la consolidación del segundo laboratorio artesanal de bio-insumos agroecológicos. (PFG Agroecología – UBV) Caracas, 26 de julio de 2018.
En
los jueves de Proyecto Académico Comunitario (PAC) continuamos con la
planificación centrada en la articulación de esfuerzos que, desde la dimensión
agroecosistémica tributen a la organización y a la praxis productiva emancipadora
y no dependiente ni de recetas ni de enfoques provenientes de la racionalidad
explotadora y agresora de la naturaleza.
En ese sentido el jueves 26 de
julio, a la par de la conmemoración de un año más de la revolución cubana
adelantada por el luminoso y valiente pueblo revolucionario hijo de Fidel y los
“barbudos cubanos”, nos acercamos a los espacios del Organopónico Hugo Chávez
Frías para asistir a un taller de aislamiento
y propagación del hongo Trichoderma
como un paso importante más que se suma a los que semanas atrás dimos hacia la
consolidación del segundo laboratorio artesanal de bio-insumos agroecológicos
en este espacio del poder popular productivo.
Es importante destacar que este
espacio de organización comunitario se encuentra inserto en el Núcleo de
Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda en la localidad de Catia del Municipio
Libertador y es aquí donde convergieron compañeros agroproductores invitados
provenientes del Conuco Bucarito ubicado en el Valle – Longaray (Parroquia El
Valle) junto con los estudiantes de las secciones 3 – 2 y 4-1 de el Programa de
Formación de Grado en Agroecología de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Esta necesidad de articulación nos lleva a trascender espacios meramente
formativos anclados en teorías y retóricas nada ajustadas a los tiempos que
vivimos donde el asedio imperial se manifiesta e una incesante y
desmoralizadora guerra no convencional que ha develado las fuertes dependencia
que como país amparado en la renta proveniente de la extracción y exportación
de petróleo tenemos como nación.
En este sentido desde la
pedagogía y esfuerzo humano de la profesora y amiga Lisbeth Gallardo y con la
anfitrionía del coordinador del Organopónico Hugo Chávez, el compañero
agroproductor Jesús Méndez pudimos encontrarnos en las aulas de la escuela
primaria para desplegar el taller que pretendió fundamentalmente en dotarnos de
experiencias para lograr aislar y finalmente propagar (de manera eficiente,
económica y agroecológica) el hongo benéfico del género Trichoderma presente en la localidad para apuntalar paulatinas y
robustas relaciones simbióticas (micorrizas) entre el hongo y las raíces de
especies vegetales sembradas en el organopónico y en las casas de invernadero.
Desde un instrumental altamente
artesanal mismo que puede lograrse con mínimo esfuerzo y con mucha gana de
perseverancia como comunidad de aprendizaje asumimos el “paso a paso” de la
experiencia con ánimo de aclarar las dudas que cada acción pudiera generar así
como las maneras de darle solvencia una vez que se generase alguna contingencia
o dificultad logística.
Es así como guiados por la
profesora y agroecóloga Gallardo (egresada de la UBV) pudimos hacer:
1)
La
toma (representativa) de las muestras de suelo del Organopónico Hugo Chávez.
2)
La
preparación del medio de cultivo con insumos económicos que no significaron
erogar grandes sumas de dinero ni de un sofisticado instrumental de
laboratorio.
3)
La
dilución de la muestra de suelo en agua destilada para el aislamiento del hongo
del género Trichoderma.
4)
El
inoculo de esta muestra de suelo previamente diluida en el medio de cultivo
preparado por los estudiantes e invitados agroproductores a la experiencia.
Más allá de las dificultades
pudimos entender lo importante de este esfuerzo de “poner el cuerpo, la mente y
el corazón” en sintonía efectiva para poder conocer la ciencia que está detrás
de la necesidad de aislar y propagar este hongo benéfico y así tributar al
ensanchamiento de la productividad de la siembra de este espacio de trabajo
agroecológico. Sin dependencias a enfoques ni a “recetas” no pensadas por
nosotras y nosotros pudimos hacer una ciencia participativa, des-institucionalizada
y vinculada a la organización productiva del poder popular mismo que está
llamado a empoderarse y sumar grandes hazañas heroicas para levantar nuestra
cosecha de hortalizas y legumbres así como rubros proteicos animales a escala
nacional.
Así, desde un aporte centrado en
la alfabetización ecológica afectiva y efectiva, logramos insistir, en dar un
paso más para que el logro del segundo laboratorio artesanal de bioinsumos no
quede en anhelo que se pospone y sí que sea un desafío que nos lleve a seguir
articulando asombros, tareas y seres resueltos en organicidad colectiva ganados
para la grande tarea de contribuir desde el conocimiento y las ciencias al
despliegue de los poderes creadores del pueblo.
El afecto que se imprimió a este
evento ayudó a avanzar cada una de estas fases que se propusieron desde un
principio para que el objetivo general del taller se diese por completo. Los
estudiantes se complementaron con los agroproductores comunitarios (adultos
mayores en su mayoría) y el coordinador del Organopónico pudo ver que nuestro
ánimo no decae y que estamos colectivamente resueltos a dar respuestas a las
duras coyunturas que nos desafías de seguido.
Con un enfoque robinsoniano de “aprender
haciendo” pudimos en comunidad entre – ayudarnos y potenciar conocimiento
cónsono con nuestras actuales posibilidad y así poder multiplicar lo aprendido
en otros espacios y tiempos con la intencionalidad de derrotar la cultura de
muerte amparada en el uso de agroquímicos y de economías especulativas
destinadas a implosionar el mundo posible que estamos llamados a erigir sin
demora.
Sirvan pues esta nota hecha con
intencionalidad de socialización de esta experiencia y las imágenes fotográficas
que hacen registro de la actividad como un aporte a la construcción y apoyo de
una ciencia popular venezolana/nuestramericana que sea capaz de rescatar
acervos, experiencias de ensemillamiento, cuido y cosecha de rubros agrícolas
que, desde la sabiduría ancestral y contemporánea de nuestros y nuestras
maestros y maestras pueblo, sepa ver que es este el más importante insumo ético
para no desmayar en el objetivo fundamental del Programa de Formación de Grado
en Agroecología de la Universidad Bolivariana de Venezuela que no es más que
impulsar el diálogo de saberes y al pueblo emancipado que “desde abajo” en su
gesta de construir lógicas y realidades
revolucionarias alejadas de la racionalidad expoliadora y de muerte del sistema
capitalista neoliberal cosificador de la vida diversa.
Una experiencia de taller, una
lección que desde la simbiosis que se da en la micorriza nos convoca al trabajo
articulador del pueblo organizado y la universidad popular para erigir una
ciencia que asuma el cúmulo de conocimientos, el grande acervo tecnológico
capaz de potenciar la vida, la productividad hacia la soberanía alimentaria y
hacia la organización del poder popular revolucionario bolivariano y chavista,
es que ofrendamos esta nota para seguir dando humilde testimonio de esfuerzos
que la más de las veces quedan invisibilizados por la vorágine y turbulencia de
estos días, semanas, meses y años de desafío histórico profundo.
Encuentro entre los integrantes tanto del Conuco Bucarito (Longaray, Parroquia El Valle), los estudiantes del PFG Agroecología de la UBV (Secciones PAC 3-2 y 4-1) y el coordinador del Organopónico Hugo Chávez, Jesús Méndez.
La compañera y docente Lisbeth Gallardo ofrenda las primeras indicaciones previas al inicio del Taller.
Toma de las muestrasde suelo con la intención de colectar esporas del hongo benéfico del género Trichoderma.
Una vez hechas las tomas de muestras de suelo procedemos a iniciar la conversa del Taller.
Acá parte del instrumental de vidrio esterilizado que se empleará para contener el medio de cultivo para inocular al hongo del género Trichoderma.
En la cocina organizamos la metodología de elaboración del medio de cultivo. Se toman apuntes para no perder detalle alguno.
Elaboración artesanal del medio de cultivo para inocular la muestra de suelo con el hongo del género Trichoderma diluida en agua destilada.
Los participantes nos encontramos aprendiendo y actuando. En la imagen la compañera María Meneses (Conuco Bucarito) vierte el medio de cultivo en los contenedores de vidrio donde inocularemos la muestra de suelo diluida con agua destilada.
Volvemos al aula de clase para repasar el protocolo (o "paso a paso"). Ya hemos elaborado el medio de cultivo y procedemos a entender cómo se efectúa la dilución de los 10 gramos de muestra de suelo en varias fases hasta lograr una dilución propicia.
La compañera y docente Lisbeth Gallardo explica el protocolo para entender y efectuar la dilución de la muestra de suelo en el agua destilada. En primer plano la estudiante Yngrid Ruíz lleva adelante las diluciones.
Hechas las diluciones volvemos nuevamente a la cocina para aplicar la dilución de la muestra de suelo en agua destilada en los frascos donde vertimos el caldo de cultivo que propiciaría el crecimiento de los hongos del género Trichoderma.
Atentas y atentos hacemos las anotaciones de cada uno de los pasos efectuados.
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