sábado, septiembre 04, 2010

Primeros llegaron los Yukpa.



Por: Lusbi Portillo, Sociedad Homo et Natura



Más de mil años tienen asentados los Yukpa/Caribes en la Sierra de Perijá, desde que salieron de “la ribera norte del bajo Amazonas”. (Lathrap, 1970 en Rudddle y Wilbert 1983: 45). Mil años de lucha, y guerras infinitas por un pedazo de tierra como los Palestinos hoy, más las cuatro siglos (Durbin y Seijas, 1975: 74 en Ruddle y Wilbert, 1983: 45) que les antecedieron en su largo desplazamiento de unos 4.000 años aproximadamente del norte del río Amazonas a la Sierra, su piedemonte y sus tierras llanas en ambas vertientes colombo venezolana.


Su historia oral nos habla de sus lucha por la tierra con unos primeros pobladores de las montañas perijaneras, los Manapja talladores de piedras, y la historia escrita ubica su resistencia a mediado de 1600 con la llegada de los conquistadores españoles al piedemonte de la Sierra de Perijá, en especial al Valle de los indígenas Caribe Macoaes o Macuayes, cuya ocupación se inició en firme a mediados de 1733, a partir de la fundación de la Villa del Rosario con familias procedentes de las islas Canarias por el colonizador de la vascongada el Cabo Principal Don Juan de Chourio en 1772 (Matos, 1956: 21). Pero no fue hasta 1872 cuando se logró el desplazamiento de los Yukpa del Valle cuando las tropas de Venancio Pulgar incendiaron la Villa del Rosario y obligaron a los descendientes de los canarios a desplazarse sus hatos al sur y fundar Machiques y a sus moradores indígenas a internarse en la Sierra de Perijá (Matos, 1956: 27).

Luego de la perdida de gran parte de los territorios de los pueblos Barí y Yukpa (1910-1940) por los trabajos de exploración y exploración por parte de las trasnacionales petroleras, en 40 años, desde el río Apón hasta río Zulia, entre los años 1931-1971, los hacendados con la ayuda del Estado gobierno transformaron los bosques de Perijá en potreros. Todo se aceleró, desde el norte cuando los señores Joaquín T. Mac Gregor (Presidente del Banco Maracaibo en el período 1945-1948), Dr. Régulo March, Sr. Levi Romero, Samuel Meléndez y Emilio Socorro se reunieron el 15 de enero de 1931 con el Gobernador del distrito de Maracaibo Coronel Humberto Méndez en su casa para solicitar ayuda económica y política con el fin de explorar y reconocer las tierras llana de la Sierra de Perijá, para “estudiar la región para el desarrollo de la agricultura”. Según la revista Farol “Joaquín Mac Gregor, entusiasta promotor de la civilización de los indios perijaneros, (Creole; 1945).

Estos señores son pioneros del robo de tierras originales del territorio del pueblo Yukpa emprendida por Juan de Chourio en 1722, y asumida a su muerte en 1757 por su heredero Don Manuel García de la Peña (Peña, 1998: 57).

Teodoro de Booy en 1918 afirma que ningún habitante de Machiques se aventura más allá de Los Cañitos, potrero situado en las márgenes derecha del río Yasa, hacia el sur de la ciudad (Booy, 1918: 487). En 1937 Bolinder cuando atravesó la Sierra de Perijá desde Colombia hacia Venezuela a través del río Negro, también asegura que los criollos no habían logrado pasar el río Yaza (Bolinder, 1958: 24).

Gómez le entrega a la familia García las tierras de los Yukpa de río Apón. En plena dictadura, como en aquellos tiempos solía hacerse con los amigos del régimen (Rodríguez, 1983:35), el 18 de agosto de 1920, en Gaceta Oficial Nº 14.142, el Presidente Provisional de los Estados Unidos de Venezuela, Vitorino Márquez Bustillos, le adjudica gratuitamente a los hermanos José Trinidad García y Joviniano García tres lotes de terrenos de 4.500 hectáreas de superficie al este del piedemonte de la Sierra de Perijá con indios, bosques, montañas, fauna y ríos. Son hoy sus descendientes directos los actuales dueños de la hacienda El Capitán (Portillo L. 2001).

Los linderos de la hacienda El Capitán nunca dejaron de “caminar” hacia las tierras indígenas tal como atestigua hoy la cadena predial de dichas hacienda y Helmuth Straka B.: “Vino corriendo un muchacho a avisarnos que los peones de una hacienda vecina, (Aponcito, hoy El Capitán) –otra vez-, adelantan el alambre de púas, para robar así nuevamente tierras a los más puros americanos que existen. Y, naturalmente, sin pagar ni un centavo” (Straka, 1980:20).

Afirman los antropólogos Ruddle y Wilbert “Los ganaderos que anteriormente habían estado guerreando con estos indígenas, siguieron con su colonización de las tierras bajas y, para 1946, habían alcanzado el río Tukuko, antiguo límite meridional del territorio Yukpa” (Ruddle y Wilbert, 1983: 46).

Los Yukpa de la cuenca media del río Yaza, especialmente el subgrupo Parirí perdieron todas sus tierras llanas durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en manos de la familia Vargas.

El 90% del territorio original del pueblo Barí entre 1.910 y 1.983. Entre 1.910-1.940 les despojaron de 6.300 Km2 (16.000 km2 - 9.700 km2) las empresas petroleras trasnacionales SHELL, CREOLE Y COLPET, en sus tierras se fundaron: Los Campos Río de Oro, Casigua, Campo 1, 2 y 3, Rosario, Puerto Barco, Tibú y Alturitas, Caminos, Vías férreas, Oleoductos. Entre 1.940-1.983 les despojaron los hacendados, campesinos y parceleros y ex trabajadores petroleros de 7.800 Km2 (9.700 km2-1.900 km2). Perdieron las tierras en río de Oro, Catatumbo, Socuavo, Tarra, Lora, Tibú, Aricuaizá, Santa Rosa y Negro (Beckerman, S y Lizarralde, R, 1982: 3-53).



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