Dibujando nuestro ecosocialismo
Por: Nicanor A. Cifuentes Gil
De los más
grandes desafíos del tiempo presente que movilizan a pensadores del mundo
científico especializados en el entendimiento de la naturaleza frágil que aún
pervive en el planeta es la salvaguarda de la diversidad biológica.
Asombra
gratamente la participación de la organización popular en estos temas,
definiendo y trazando estrategias junto a la academia universitaria, junto a
ministerios otrora solitarios con esta “licencia” de saber y legitimar lo que
en términos ecosistémicos y de diversidad biológica se revisaba en nuestra
patria.
Y este asombro
no es casual sino más bien obra tenaz de la democratizadora gestión de trabajo
colectiva asumida por la Oficina de Diversidad Biológica del Ministerio del Poder Popular para el
Ambiente que supo tantear y lanzarse sin demora a la labor socialista bien
entendida, para cimentar un esfuerzo teórico y práctico que desde ya hace
cuatro congresos enorgullece a los y las que creemos en una matria saneada de
zarpazos desarrollistas y tecnocráticos lesionando a nuestros ecosistemas
frágiles y diversos biológicamente.
Ya no nada más
es la ocupación por entender cómo están nuestros espacios naturales; ya no nada
más se legitima la investigación de la academia y su “eco sordo” en laberintos
solitarios, abunda en estos espacios el desafío de la Comuna
y de la verdadera comunidad.
En Paraguaná,
Estado Falcón hemos visto del 23 al 28 de junio, iluminados y bañados de viento,
a la patria consciente defendiéndose
de burocracias malsanas, opinando, liberando su voz y cuerpo para evidenciar
que otros sistemas de valores, que otras movilidades y acuerdos colectivos son
los que realmente se requieren para trascender en verdad el modelo rentista, el
modelo minero extractivista que desde fortísimas inercias y agudas carestías de
creatividad siguen definiendo el destino de esta matria que habitamos.
Ya no asombra
y sí compromete entender la literatura de la madre tierra comentada por
campesinos sonrientes que es lo mismo a sentir y ver a la esperanza creyendo en
el trueque que ya levanta un sistema nacional donde el capital no encuentra
fisura para enturbiar la vida.
Asisten al IV Congreso Venezolano de Diversidad
Biológica aproximadamente cuatro mil almas que, desde diversos puntos
geográficos, desde diversas experiencias agroecológicas, desde diversas luchas
y militancias ecológicas consolidan en el conversar(nos) y en el hacer(nos) del
Congreso una fuerte apuesta por una país ajeno realmente a los intereses de
multinacionales de la biotecnología invasiva (alimentos transgénicos) y de los agroquímicos.
Atentos a la
batalla por la desmercantilización de la naturaleza y en el pleno ejercicio de
la libertad vale mencionar que ya se ha venido tejiendo en colectivo el tapiz
multicolor, biodiverso de la Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica
2010 – 2020 y su Plan de Acción
que alimenta plenamente la posibilidad de recuperar el vínculo con la
naturaleza y garantizar el Vivir Bien
en la Venezuela
que nos incluye a todos y todas.
Publicado en la columna La Mancha como Siempre del periódico Ciudad CCS: http://www.ciudadccs.info.ve/?p=449729
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