jueves, julio 18, 2013

Dibujando nuestro ecosocialismo


 Por: Nicanor A. Cifuentes Gil


De los más grandes desafíos del tiempo presente que movilizan a pensadores del mundo científico especializados en el entendimiento de la naturaleza frágil que aún pervive en el planeta es la salvaguarda de la diversidad biológica. 

Asombra gratamente la participación de la organización popular en estos temas, definiendo y trazando estrategias junto a la academia universitaria, junto a ministerios otrora solitarios con esta “licencia” de saber y legitimar lo que en términos ecosistémicos y de diversidad biológica se revisaba en nuestra patria.

Y este asombro no es casual sino más bien obra tenaz de la democratizadora gestión de trabajo colectiva asumida por la Oficina de Diversidad Biológica del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente que supo tantear y lanzarse sin demora a la labor socialista bien entendida, para cimentar un esfuerzo teórico y práctico que desde ya hace cuatro congresos enorgullece a los y las que creemos en una matria saneada de zarpazos desarrollistas y tecnocráticos lesionando a nuestros ecosistemas frágiles y diversos biológicamente.

Ya no nada más es la ocupación por entender cómo están nuestros espacios naturales; ya no nada más se legitima la investigación de la academia y su “eco sordo” en laberintos solitarios, abunda en estos espacios el desafío de la Comuna y de la verdadera comunidad.

En Paraguaná, Estado Falcón hemos visto del 23 al 28 de junio, iluminados y bañados de viento, a la patria consciente defendiéndose de burocracias malsanas, opinando, liberando su voz y cuerpo para evidenciar que otros sistemas de valores, que otras movilidades y acuerdos colectivos son los que realmente se requieren para trascender en verdad el modelo rentista, el modelo minero extractivista que desde fortísimas inercias y agudas carestías de creatividad siguen definiendo el destino de esta matria que habitamos.

Ya no asombra y sí compromete entender la literatura de la madre tierra comentada por campesinos sonrientes que es lo mismo a sentir y ver a la esperanza creyendo en el trueque que ya levanta un sistema nacional donde el capital no encuentra fisura para enturbiar la vida.

Asisten al IV Congreso Venezolano de Diversidad Biológica aproximadamente cuatro mil almas que, desde diversos puntos geográficos, desde diversas experiencias agroecológicas, desde diversas luchas y militancias ecológicas consolidan en el conversar(nos) y en el hacer(nos) del Congreso una fuerte apuesta por una país ajeno realmente a los intereses de multinacionales de la biotecnología invasiva (alimentos transgénicos) y de los agroquímicos.

Atentos a la batalla por la desmercantilización de la naturaleza y en el pleno ejercicio de la libertad vale mencionar que ya se ha venido tejiendo en colectivo el tapiz multicolor, biodiverso de la Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica 2010 – 2020 y su Plan de Acción que alimenta plenamente la posibilidad de recuperar el vínculo con la naturaleza y garantizar el Vivir Bien en la Venezuela que nos incluye a todos y todas.

 Publicado en la columna La Mancha como Siempre del periódico Ciudad CCS: http://www.ciudadccs.info.ve/?p=449729