El conflicto en Perijá es por el derecho indígena a sus tierras ancestrales
La Unidad Académica de Antropología, adscrita al Departamento de Ciencias Humanas de la Facultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia, se pronuncia sobre los sucesos ocurridos en Perijá el pasado 13 de octubre, que han causado la muerte de dos indígenas Yukpa y heridas de bala a otras cinco personas de la misma etnia:
1. La Región de Perijá ha sido poblada durante siglos por las etnias Yukpa y Barí, y por los grupos indígenas que les antecedieron. Desde las primeras décadas del siglo XX se inició un proceso de despojo de estos territorios indígenas ancestrales, por parte de ganaderos, terratenientes y empresas petroleras extranjeras. En este despojo fueron asesinados centenares de indígenas, y los sobrevivientes debieron replegarse a las montañas de la Sierra de Perijá. Para la década de 1960 los Barí y los Yukpa se habían reducido a pocas decenas de familias, como producto de este genocidio cometido por los ganaderos y las empresas petroleras.
2. Desde el punto de vista antropológico, y que es además reivindicación principal del movimiento indígena, la posesión de la tierra está indisolublemente ligada a la supervivencia de las culturas indígenas. El artículo 119 de la Constitución Bolivariana reconoce “la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida...”. Sin tierras no pueden existir los pueblos indígenas. Dejamos claramente establecido que tanto los Yukpa como los Barí son pueblos agricultores que habitaban tierras bajas, nunca habitaron en las montañas, salvo cuando tuvieron que huir para no ser exterminados por completo a lo largo del siglo XX.
3. Durante las décadas de 1980 y 1990 se revitalizó en el Zulia la lucha de las comunidades indígenas por recuperar sus territorios ancestrales. Prácticamente todas las haciendas ganaderas de Perijá fueron originalmente territorios ancestrales de los Yukpa y Barí1. Desde el 2008 varias comunidades Yukpa han ocupado parte del territorio de varias haciendas que pensaba expropiar el IAN desde 1997. Es de resaltar que si bien se ha producido en Venezuela a partir de 1999 una reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas, alcanzando rango constitucional como en ningún otro país del mundo, estos derechos no se han traducido en la devolución de los territorios indígenas ancestrales. Por lo menos en el Estado Zulia, que posee el 70 % de la población indígena nacional, apenas este 12 de octubre se entregaron títulos a cuatro comunidades yukpa de Perijá, títulos que no satisfacen los requerimientos mayoritarios de los pueblos Yukpa y Barí. Por una parte, se ha entregado tierras a una minúscula fracción de las 160 comunidades yukpa de Perijá. Además, la exigencia indígena ha sido que se les otorguen títulos sobre el territorio ancestral completo, y no sobre pequeñas parcelas como si fueran campesinos y no pueblos indígenas.
3. La inoperancia de la comisión de demarcación gubernamental ha dejado el campo libre para que las comunidades Yukpa actúen ocupando sus territorios ancestrales. Consideramos que esta práctica de las comunidades Yukpa es totalmente legítima ante la incapacidad demostrada por el estado Venezolano que en diez años no ha podido cumplir los mandatos de la constitución de 1999. Dejando claro que estas ocupaciones los yukpa las han venido realizando en forma pacífica, y que la violencia manifestada en el último año ha partido del sector ganadero y de las fuerzas armadas. Esta violencia causó en 2008 la muerte de José Manuel Izarra, padre del cacique yukpa de Chaktapa, Sabino Romero, hoy detenido e implicado en los sucesos ocurridos el pasado 13 de octubre de 2009.
3. Denunciamos la campaña de criminalización que el estado venezolano, los medios de comunicación privados y los sectores ganaderos vienen realizando en contra de la justa lucha de los Yukpa por la recuperación de sus tierras ancestrales. Esta campaña macabra, urdida entre sombras y cuyos autores intelectuales no dan la cara, ha propiciado que mediante diferentes tipos de ofrecimientos y recompensas, se ha incitado al enfrentamiento armado entre dos comunidades yukpa que originalmente estaban aliadas en la lucha por la tierra, Chaktapa y Guamo-Panocha. Específicamente se le ha puesto precio a la vida del cacique Sabino Romero, al mismo tiempo que se ha descalificado por diferentes medios a las organizaciones y luchadores sociales que acompañan la lucha de los yukpa, como es el caso del profesor Lusbi Portillo, docente de nuestro Departamento de Ciencias Humanas y consecuente luchador por la causa indígena desde hace casi tres décadas.
4. Luego de los acontecimientos del 13 de octubre se produjo la detención del cacique yukpa de Chaktapa, Sabino Romero, quien recibió tres impactos de bala en la espalda,en esos sucesos. Sabino Romero fue virtualmente secuestrado por las fuerzas armadas venezolanas y el CICPC durante dos semanas, y actualmente, luego de un procedimiento judicial viciado, ha sido detenido y se encuentra incomunicado en el Fuerte Macoa, principal instalación militar de Machiques. El caso de Sabino Romero ha violado todo el ordenamiento legal vigente en Venezuela, y el estado de derecho ha sucumbido ante la fuerza fáctica de la alianza ganaderos-gobierno nacional-gobierno regional-medios privados.
3. Detrás de los acontecimiento en Perijá se mueven poderosos intereses económicos que buscan no sólo garantizar la propiedad de la tierra a los ganaderos de la región, sino que también apuntan a la explotación de carbón, petróleo, uranio y otros minerales que se encuentran en la Sierra, y cuya extracción se vería dificultada si se llegase a concretar el reconocimiento de las tierras ancestrales a los Yukpa y Barí.
Ante esta realidad, los profesores miembros de la Unidad Académica de Antropología de la FEC-LUZ exigimos:
1. Solicitar al presidente Chávez la destitución de todos los integrantes de la actual comisión de demarcación, y designar otra considerando las propuestas de las propias comunidades Yukpa y Barí, y de las organizaciones sociales defensoras de los derechos indígenas.
2. Solicitar la inmediata liberación de Sabino Romero, desistiendo del amañado procedimiento judicial que se realiza en su contra, considerando la última propuesta hecha por la parte acusadora, el cacique Olegario Romero, quien solicitó a la fiscalía que el problema debía solventarse entre las propias comunidades indígenas, sin intervención de terceros (dado que son delitos comunes).
3. Solicitar a las autoridades cesar el hostigamiento contra el defensor de derechos humanos y profesor de la Universidad del Zulia Lusbi Portillo, hostigamiento que también existe contra todas las organizaciones sociales que expresan su solidaridad con la lucha del pueblo yukpa.
4. Solicitar al gobierno nacional cesar la campaña de criminalización a las iniciativas indígenas en la Sierra del Perijá que presionan por una adecuada demarcación de tierras y rechazan la explotación de carbón y otros minerales en la zona.
5. Solicitar al gobierno nacional que anule todos los proyectos de extracción de recursos de hidrocarburos y minerales a desarrollarse en territorios indígenas o que impacten comunidades aborígenes en Perijá.
6. Concretar las compras de las bienhechurías de las haciendas recuperadas, demanda recurrente de las comunidades Yukpa y orden presidencial desde agosto de 2008.
7. Incluir a las autoridades ancestrales y tradicionales del Pueblo Yukpa en la toma de decisiones de los asuntos que les afecten directamente como pueblo, en consonancia con la democracia participativa y protagónica expresada en la Constitución. El gobierno nacional debe dejar de hablar a nombre del pueblo yukpa, el cual tiene sus propias voces en los caciques de las respectivas comunidades.
8. Garantizar que la demarcación cumpla con los criterios de “Tierras saneadas, sin hacendados ni minas” que ha sido la solicitud expresa y permanente de las comunidades Yukpa.
Maracaibo, 30 de octubre de 2009.
· Msc. Roberto López Sánchez. Coordinador de la Unidad Académica de Antropología. Coordinador del Diplomado en Consejos Comunales y del Diplomado en Formación Sindical y Consejos de Trabajadores. LUZ.
· Msc. Johnny Alarcón Puentes. Director del Laboratorio de Arqueología. Coordinador de la Licenciatura en Antropología. Facultad Experimental de Ciencias. LUZ.
· Msc. Jorge Hinestroza. Coordinador del Proyecto de Servicio Comunitario “Winkaa”, “Apoyo a las comunidades indígenas del Río Guasare, afectadas por la explotación de carbón”. FEC-LUZ.
· Msc. Morelva Leal Jerez. Coordinadora del Laboratorio de Antropología Social y Cultural. Coordinadora del Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Facultad Experimental de Ciencias. LUZ.
· Msc. Carmen Laura Paz. Profesora del Departamento de Ciencias Humanas. Unidad Académica de Antropología. FEC. LUZ.
· Msc. Zaidy Fernández. Profesora del Departamento de Ciencias Humanas. Unidad Académica de Antropología. FEC. LUZ.
· Msc. Ernesto Mora Queipo. Profesor del Departamento de Ciencias Humanas. Unidad Académica de Antropología. Coordinador de Estudios Universitarios Supervisados en la Facultad Experimental de Ciencias LUZ.
1 Según investigaciones del antropólogo de la Universidad de los Andes, Roberto Lizarralde.
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