lunes, julio 25, 2005

Llorar Luz Bolívar




Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire de toda nuestra extensa latitud silenciosa, todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:tu apellido la caña levanta a la dulzura, el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar, el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar, la patata, el salitre, las sombras especiales, las corrientes, las vetas de fosfórica piedra, todo lo nuestro viene de tu vida apagada, tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios, tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.
Tu pequeño cadáver de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma, de pronto salen dedos tuyos entre la nieve y el austral pescador saca a la luz de pronto tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.
De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos? Roja será la rosa que recuerde tu paso. Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.Y cómo es la semilla de tu corazón muerto? Es roja la semilla de tu corazón vivo.
Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti. Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella, y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.Y otra mano que tú no conociste entonces viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya: de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro, de la cárcel, del aire, de los muertos de España llega esta mano roja que es hija de la tuya.
Capitán, combatiente, donde una boca grita libertad, donde un oído escucha, donde un soldado rojo rompe una frente parda, donde un laurel de libres brota, donde una nueva bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora, Bolívar, capitán, se divisa tu rostro. Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado. Los malvados atacan tu semilla de nuevo, clavado en otra cruz está el hijo del hombre.
Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra, el laurel y la luz de tu ejército rojo a través de la noche de América con tu mirada mira.Tus ojos que vigilan más allá de los mares, más allá de los pueblos oprimidos y heridos, más allá de las negras ciudades incendiadas, tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:tu ejército defiende las banderas sagradas: la Libertad sacude las campanas sangrientas, y un sonido terrible de dolores precede la aurora enrojecida por la sangre del hombre. Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos. La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron, de nuestra joven sangre venida de tu sangre saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.
Yo conocí a Bolívar una mañana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,Padre, le dije, eres o no eres o quién eres? Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".

Pablo Neruda, poeta chileno.
De Canto General, 1950.



Llorar Luz Bolívar


Saberte tan de piel y equivocación hermosa
saberte en la luz del primer día
con el olor del barro andino
con la fiebre de tantas llanuras recorridas
en la desnudez y el cóndor que mis ojos ya han visto

Tan Continente eres de tanto oleaje y sangre
que no alcanzan los abrazos para acercarme a tu palabra libre
a tus ideas de clamor y posibles verdades

Hermoso Bolívar jamás de efeméride
sigue naciendo en este inmenso río de risas que es tu América.

Siempre...

Nicanor A. Cifuentes G.

A un día del alumbramiento de Telesur.
A tus 222 años de incansable y permanente presencia.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

bolivar apesta

8:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya sabemos de qué color es tu alma. Anónima y pulcramente vacía. Es una lástima el desperdicio.

Agradecido sin embargo de tus palabras.

La idea es poetizar... la idea es comunicar solidaridad!!!

12:25 p. m.  

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