lunes, marzo 28, 2011

Fin a la fracasada política indigenista de Nicia y Tareck en el Zulia o el callejón sin salida

humildad les ha hecho falta a los ministros para abordar la complejidad indígena venezolana.

Sociedad Homo et Natura

A pesar de todo el cambio sufrido del comportamiento de los Yukpas a partir del contacto permanente con la cultura criolla y los organismos del Estado, y su acelerado mestizaje desde mediado del siglo pasado, aún mantienen recelosamente para sí la administración de su propia justicia interna para resolver sus conflictos.

Este celo Caribe se quiebra con el juicio ordinario que el Estado gobierno ha impuesto al pueblo o nación Yukpa, a través de los caciques Sabino, Alexander y Olegario, y de esta manera a todos los pueblos originarios que comparten con la sociedad nacional imperante este mismo territorio o esta patria llamada Venezuela que está enmarcado en su fracasada concepción de territorio, de derechos indígenas y de lo que significa un verdadero proceso de demarcación de su hábitat y tierras. Sus diez u once años de mala política indígena llegó a su tope, está en alerta roja, ya es irresponsable seguir conviviendo en silencio con ella en nombre de una obediencia revolucionaria al Gobierno ante una supuesta invasión imperial que nos obliga a un pensamiento único.

En el caso del Zulia no sólo la Ministra Nicia Maldonado debe de poner su cargo a la orden del Presidente Chávez, sino también el Ministro Tareck El Aissami y el Viceministro Sergio Rodríguez por ser ellos dos los que en verdad han ejercido la política indígena socio cultural, económica y de demarcación de tierra. Nicia en el Zulia siempre ha servido para cuestiones menores pertinente a la política indígena de Estado, ha sido la principal operadora de Tareck al lado de la Viceministra Tamara Duque. Su principal tarea dirigida es la conversión de dirigentes y caciques Yukpa y Barí en funcionarios tarifados los quince y los últimos de cada mes, y el reparto de bolsas de comidas, así como el avalar que concejo comunal indígena va o no.

Como respaldo a esta aseveración de Tareck como verdadero ministro para asuntos indígenas les invito a que recuerden las casi cinco hora de transmisión por Vive TV de la reunión denominada Reafirmación del Plan Yukpa de dicho ministro con Nicia y la ministra de salud en la comunidad Yukpa Toromo el día viernes 11 del presente mes a raíz de la protesta y cierre de la Base Militar en dicha comunidad y el acto de corrupción gubernamental de tener aún el Centro Chamánico (ahora CDI) inconcluso habiendo sido presentado como obra terminada en el balance del año 2008 por la ministra indígena, sólo que la culpa fue desviada a un empleado subalterno de barrio adentro del ministerio de salud.

Al final de la reunión televisada ante el país todo se puso en evidencia una vez más la crasa ignorancia del ministro Tareck en asunto de cultura y jurisdicción indígena, cuando con su cara dura rojiza de rabia cuestionaba a las autoridades Yukpa de Aroy porque tenían en su comunidad detenido a un criollo por una falta cometida, descalificando a espalda del pluralismo jurídico a las autoridades indígenas en sus atribuciones de la aplicación de su ley consuetudinaria; esta misma ignorancia se puso de bulto cuando en reunión con caciques Yukpa del Tukuko el jueves 29 de agosto del 2010, después de la toma del TSJ manifestó que por asesinato no se puede aplicar la jurisdicción indígena, desconociendo así la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, y la propia historia jurídica del pueblo Yukpa en la aplicación de justicia.

Ni Nicia ni Tareck han sabido mantener una relación armónica del pueblo Yukpa con el Estado gobierno, al contrario se han deteriorado dichas relaciones, manteniendo una tensa relación soportada hoy con dudosos operadores indígenas de corto aliento, dádivas y millonarias promesas que nunca terminan por llegar. La criminalización y el amañado y tutelado juicio de Sabino y Alexander es una muestra de este callejón sin salida en el cual ha metido Tareck y Nicia al Gobierno y al Presidente Chávez en instancias política y jurídicas a nivel nacional e internacional. Estos caciques Yukpa deben ser puestos de inmediato en libertad y de inmediato resarcir el daño a ellos y a las familias por mantenerlos ilegalmente dese hace 17 meses en establecimientos militares y en cárceles del país, así como indemnizar a los familiares de los muertos y heridos por originar su ignorancia y mal manejo de la política indígena el enfrentamiento del martes 13 de octubre en la Sierra de Perijá.